El Plan

Desde que la semana pasada dimitiera Juan Ramón Lazcano (Cs) como concejal de Urbanismo ha surgido un debate a raíz del supuesto plan que Coalición Canaria ha puesto en marcha para realizar una moción de censura en el Ayuntamiento de Santa Cruz. Por supuesto, de realizarse y triunfar sería, perfectamente, legítimo y legal. El plan sería legal de la misma forma que lo fue el triunfo de Patricia Hernández en el Ayuntamiento de Santa Cruz o de la misma forma que lo fue el de Pedro Martín en el Cabildo de Tenerife.

Las críticas que se han realizado en redes por ‘El Plan’ no son por su legalidad sino por las formas que se emplearían para realizar la moción. Elucubrar para realizar una moción de censura en mitad de una crisis sanitaria mundial deja entrever las ansias de venganza y revanchismo que tiene la oposición en un momento en el que se deberían aunar fuerzas para lidiar con los problemas y preocupaciones de la ciudadanía. No se puede defender una cosa y la contraria, y eso es lo que han estado haciendo estos días CC y el PP.

Enrique Arriaga le decía al Diario de Avisos que no existía la intención de abandonar el pacto en Santa Cruz, mientras, 24 horas después, el presidente del Partido Nacionalista Canario, Juan Manuel García Ramos, le decía a Mayer Trujillo en La Cope que la moción era “inevitable”. “Inevitable” como la canción de Shakira. Y es que, a nadie le sorprende la cercanía que Evelyn Alonso (Cs) tiene hacia la derecha canaria.

Para aquellos que ven con buenos ojos ‘el giro’ de Ciudadanos hacia la derecha, lo ‘natural’ es el pacto entre CC +PP+ Cs en el Ayuntamiento de Santa Cruz. Y, en eso, tienen toda la razón, lo antinatural era que Ciudadanos dijera en campaña electoral que querían eliminar a Coalición Canaria de las instituciones, una mentira que se llegaron a creer algunas personas del propio partido. Una mentira que ha descalabrado a Ciudadanos en Canarias. Toda mentira tiene un objetivo, y el de Ciudadanos, en ese momento, era atraer a los votantes que se situaban en el centro y que estaban hastiados de las políticas nacionalistas. Claro, que lo malo que tienen las mentiras es que el tiempo y las circunstancias hacen que con mayor o menor brevedad caigan por su propio peso.

Es el momento de que Coalición Canaria y el Partido Popular asuman que están en la oposición. La ciudadanía no está en estos momentos para experimentar situaciones políticas que generarían más inestabilidad. Una moción de censura no solo le quitaría el bastón de mando a Patricia Hernández, sino que supone un cambio de gobierno, de medidas y de estrategias en mitad de una crisis sanitaria. Mientras el PP del Ayuntamiento de Madrid mantiene una posición dialogante con el PSOE de Pedro Sánchez, en Santa Cruz se piensa en los intereses políticos particulares y no en el conjunto de la ciudadanía. Sin fecha y hora para el próximo pleno municipal, veremos si ‘El Plan’ consigue triunfar y bajo qué tipo de estrategias, porque la legalidad no va siempre acompañada de la ética.