Un botellón deja perdido el acceso principal a un colegio público de Infantil y Primaria en el centro de Santa Cruz
Más de lo mismo en el centro de Santa Cruz de Tenerife, y además sin soluciones eficaces a la vista. A los hechos hay que remitirse... Este domingo, y ya van no se sabe, ha vuelto a ocurrir lo de casi siempre: un botellón descontrolado, convocado y ejercitado por unos desaprensivos, ha dejado perdida la plaza de Duggi, en pleno centro urbano de la capital tinerfeña y con la principal afección de suciedad en las mismas escalinatas de la entrada principal del centro público de enseñanza Infantil y Primaria que en ese mismo lugar se halla: el colegio San Fernando, un colegio histórico en la ciudad muy a menudo rodeado de basura y de grafitis sin ton ni son.
El Ayuntamiento de la ciudad ordenó el mismo domingo la limpieza de la plaza, que por la tarde, sobre las seis, ya se hallaba en condiciones aptas.
La juerga causante del desaguisado se produjo en la noche-madrugada de este domingo, en la misma plaza de Duggi, como ya es habitual los fines de semana, aunque esta vez el lugar elegido para el despliegue de basura ha sido las mismas escalinatas de entrada al centro de enseñanza San Fernando.
El grupo de gamberros eligió estar sentado en unas escaleras, pero se olvidó de algo muy importante: recoger toda la basura de la fiesta, que no se hizo pese a la plaza estar repleta de papeleras en todas sus esquinas, solo a escasos cinco metros del lugar donde ahora vive la porquería, con líquidos en el suelo de alcoholes y refrescos y la masiva presencia de moscas y palomas atraídas por tan peculiar festín.
No es la primera vez que ese recinto público, siempre repleto de niños por la existencia de un parque infantil en su seno y de una chancha deportiva, amanece desconocido por la basura.
Además, la situación creada este domingo por el botellón ha empeorado debido a las altas temperaturas reinantes en la ciudad, por encima de los 30 grados centígrados. A las 14.00 de este domingo, aún nadie se daba por aludido. Los primeros visitantes no salían de su asombro y echaban peste a los causantes de tanta basura.
Si el Ayuntamiento no actúa con premura y procede a la limpieza urgente del lugar, este lunes los escolares y sus familiares sin duda volverán a ver un paisaje dantesco en Duggi, con las escalinatas de acceso al centro escolar llenas de botellas de alcohol, latas de cervezas, líquidos volcados y tanta y tanta basura.
La historia se repite una y otra vez, y las soluciones no llegan. La plaza de Duggi sigue siendo colonizada por la basura, un elemento habitual junto a niños y adolescentes.