Prisión permanente revisable para el hombre que mató a su hijo y a su esposa en una cueva de Tenerife
La Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife ha condenado a prisión permanente revisable y a dos penas más que suman 39 años de cárcel a Thomas Handrick, el alemán que en la semana santa de 2019 mató a su mujer y a uno de sus hijos con una piedra e intentó acabar con la vida de su segundo hijo, sin lograrlo porque este logró huir por un paraje lejano y deshabitado.
La Sección Quinta de la Audiencia ha hecho pública la sentencia que da forma jurídica al veredicto de culpabilidad emitido por el jurado el pasado 4 de febrero. El tribunal popular declaró al acusado culpable de un delito de asesinato con las agravantes de alevosía y parentesco en referencia a su hijo (por el que ahora la autoridad judicial le impone la pena de prisión permanente revisable), de otro delito de asesinato con la agravante de parentesco en referencia a su esposa (por el que se le condena a 23 años) y de un tercero de tentativa de asesinato con las agravantes de alevosía y parentesco en referencia a su segundo hijo, por el que se le cargan 16 años más de prisión.
El magistrado presidente del jurado impone al acusado la pena de prisión permanente revisable por el primero de los delitos, 23 años de prisión por el segundo y 16 años de prisión por el tercero.
La sentencia declara probado que en horas de la mañana del 23 de abril de 2019 ,en un paraje aislado del término municipal de Adeje (Tenerife) cercano al camino de Ifonche a la Quinta, el acusado agredió a su esposa, y con intención de causarle la muerte “la golpeó repetidamente con fuerza empleando tanto sus manos como alguna piedra hasta que consiguió que cayera al suelo el el interior de una cueva, momento en el que la golpeó con una piedra de unos ocho kilogramos y medio de peso hasta aplastarle el cráneo y provocar finalmente su muerte”.
Añade que el acusado, con el fin de ejecutar tal hecho, había conducido a su esposa y a sus dos hijos, de diez y siete años de edad, intencionadamente a un lugar aislado donde no podían recibir ayuda alguna, “sin que tuvieran posibilidad de defensa efectiva”.
Según la Sala, cuando el hijo mayor del acusado salió en defensa de su madre, fue “violenta y reiteradamente golpeado por su padre con las manos y utilizando piedras hasta que él mismo cayó al suelo en el interior de una cueva”. Allí el hoy condenado le dio muerte de la misma manera que a su madre.
Agrega el fallo que, tras presenciar que su padre agredía a su madre y su hermano, el hijo menor de alemán “decidió huir del lugar, dejándolo el acusado, en la creencia de que no sobreviviría, dado su desconocimiento de un terreno angosto y solitario”.
Además de las condenas penales, la sentencia impone al acusado diversas penas accesorias y le obliga a abonar indemnizaciones por valor de decenas de miles de euros.
El fallo es susceptible de recurso.
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