Una semana le duró a Paco Valido la secretaria general del Ayuntamiento de Telde, que ha salido huyendo de allí antes de que lo que se hierve en el pozo negro le pueda salpicar. Estamos hablando de una funcionaria de carrera, una funcionaria del Estado, que no está para martingalas. Y para ella era una martingala el acuerdo que el pasado día 8 quiso Guillermo Reyes que se aprobara en la primera Junta de Gobierno Local a la que ella asistía. El concejal de Urbanismo, experto bailarín en la yenca, como ha quedado acreditado, pidió que se tomara el acuerdo de contratar a un conocido despacho de abogados para iniciar acciones penales (dicen que dijo entre seis y ocho) contra miembros de la anterior Corporación. O sea, la política del ventilador, pero con pólvora del Rey. La secretaria advirtió de que no se podía tomar ese acuerdo sin instruir un expediente con sus preceptivos informes, pero don Guillermo se puso flamenco y se armó.