Impulso a los productos autóctonos como receta para combatir la despoblación rural de Cantabria

El color verde de los Valles Pasiegos parece no tener fin. Pero su encanto no reside solo en el color de las montañas. La tranquilidad que se respira entre ellas es difícilmente comparable con cualquier otra sensación. De este modo, el extraordinario paisaje y la diversa oferta gastronómica hacen de estos valles un lugar único en el mundo. Entonces, ¿por qué la ciudadanía reniega de vivir en sitios como este?

En lo que a la oferta gastronómica se refiere, la Oficina de la Calidad Alimentaria de Cantabria (ODECA) ha centrado su actividad en el control de la calidad de los productos agroalimentarios, el fomento de las denominaciones de calidad y la promoción de dichos productos. La finalidad de estas actuaciones es hacer que los productos cántabros puedan competir en unos mercados cada vez más globalizados y exigentes.

Coral Sáinz nació y creció en Santander, pero su pasión por el campo la llevó a mudarse a San Martín de Villafufre en 2006 junto a su pareja. Tan solo un año después, ambos comenzaron a gestionar un viñedo de cuatro hectáreas en el que producen un vino blanco ecológico, vegano y biodinámico -80% de godello y 20% de gewürztraminer-. Así, su empresa Señorío del Pas se ha convertido en la primera de España y única en Cantabria en producir vino sin utilizar materia animal en el proceso.

''Producir algo que se va a comer el resto de la gente es bonito. Es un honor'', manifiesta la santanderina en conversación con eldiario.es Cantabria. Coral se trasladó a los Valles Pasiegos ''sin saber nada“ sobre viñedos y poco a poco fue aprendiendo. 

Esta vitivinicultora cántabra se muestra sorprendida de que ''la gente del pueblo se va para trabajar en la industria y los de fuera vienen aquí''. En este sentido, Sáinz opina que los jóvenes ''tienen que ser valientes e independientes, que es lo que te enseña el campo'', en alusión a las tareas que se desempeñan en las zonas rurales y que en las urbes ni siquiera existen.

En referencia al empleo que hay en la comarca, Coral apunta que la labor se centra en el sector agroalimentario. ''Antes de la crisis era exagerado el número de empresas que había en los Valles Pasiegos'', revela. Sin embargo, cuenta apenada que la cifra ''ha bajado una barbaridad'' y que las ayudas que había ''han descendido desde la crisis económica''. De ahí la “incertidumbre” que genera entre los jóvenes este sector.

A pesar de ello, y de que, en su opinión, ''deberían mejorar el transporte, la electricidad y el internet'', esta empresaria del sector primario está convencida de que en los Valles Pasiegos ''se vive mejor''. ''Ganas en salud, las vistas son impagables y aprovechas la luz solar de la calle en tu propia casa'', subraya, incidiendo en que ''hay mucha más vida social'' que en los núcleos urbanos. ''En la ciudad te relacionas con gente de tu edad, mientras que aquí puedes tener amigos de 14 años o de 90'', sentencia Sáinz orgullosa.

''Desde la finca, que es tu casa, ves medio Cantabria. La gente se pasa el día viajando mientras tienen este rincón aquí'', manifiesta sin entender que la mayoría de los ciudadanos se empeñen en vivir en las ciudades. ''La ciudad es antinatural. Hay que salir de allí, donde solo se contamina, y convencer a la gente para que venga al campo'', concluye.