El Gobierno de Cantabria privatizó la lectura de los informes de las mamografías en diciembre de 2024. Aunque se anunció nueve meses después, sin precisar la fecha del acuerdo, cuando se desveló que había 3.900 pruebas sin diagnóstico.
El consejero de Salud, César Pascual, informó entonces que se había encargado al hospital privado Santa Clotilde un millar de informes, supuestamente como reacción al “atasco” por falta de radiólogos puntual al que aludió, sin aclarar que este servicio ya se estaba prestando -o al menos ya estaba contratado- desde principios de año.
Eso sí, con un contrato menor de seis meses que entró en vigor en enero y había caducado a final de junio. Es decir, las mil lecturas a las que aludía el consejero tenían ya que haber estado hechas.
El 21 de octubre, la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, habló de “casos concretos” de retraso por las vacaciones de verano del personal y anunció la derivación de un millar de lecturas al hospital privado de Santa Clotilde. “Cuando se ha visto que esas lecturas se están demorando, no por un problema estructural, sino por un problema sobrevenido, por falta de un radiólogo del plan de mama, o de dos durante el verano, cuando se ve que se acumulan las lecturas y que puede haber un plazo de espera más de lo deseable de dos meses, se toman medidas inmediatamente”, insistió Buruaga a preguntas de la prensa.
La cuestión es que las medidas ya se habían tomado en diciembre del año anterior, sin ningún efecto positivo a la vista de que diez meses más tarde se detectó esa bolsa de miles de mamografías sin diagnóstico.
El contrato para la lectura de mamografias con el hospital privado Santa Clotilde se firmó en diciembre de 2024, coincidiendo con la inauguración de su nuevo tomógrafo, aunque no se conoció hasta que en octubre saltó a la luz el retraso en la comunicación de los resultados de las pruebas de cribado de cáncer de mama.
No fue una solución tras detectarse la bolsa de mamografías pendientes, sino que las demoras se produjeron a pesar de que la lectura de mil pruebas debía de haber estado ya concluida.
El día que se inauguraron las nuevas instalaciones de radiología del hospital religioso Santa Clotilde, el 17 de enero de este año, el consejero de Salud ya había firmado un contrato para externalizar la lectura de más de mil mamografías en el centro médico privado.
César Pascual acudió a la presentación bendecida por el obispo de Santander Arturo Ros, elogió la inversión de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y anunció la firma del polémico convenio singular. Pero no hizo ninguna referencia a que su nuevo programa de IA para detectar y clasificar la densidad mamaria iba a diagnosticar las pruebas hechas a mil cántabras en la sanidad pública.
Un contrato menor de seis meses por 14.900 euros
La adjudicación se hizo por un contrato menor, por importe de 14.900 euros, con una duración de seis meses (desde enero a junio) para leer e informar mamografías antes la existencia de “una demora importante” en la respuesta a las mujeres. De hecho, se justificó en que el SCS “no dispone de medios personales propios y suficientes para la realización de este servicio”.
El acuerdo obligaba a que los informes se hubiesen realizado como máximo a los ocho días de haber recibido la prueba en Santa Clotilde desde el Servicio Cántabro de Salud. El centro privado cobraba 14 euros por informe.
El contrato, al que ha tenido acceso elDiario.es, incluía las lecturas de mamografías realizadas a mujeres participantes en el programa de cribado de mama, la interpretación de imágenes mamográficas, hallazgos sospechosos y categorización así como informes detallados para cada mujer incluyendo recomendaciones para seguimiento o procedimientos adicionales.
La Consejería de Salud pidió ofertas a tres empresas: Quirónsalud Bizkaia, Affidea y HTmédica. Esta última es la empresa privada con la que se presentó el hospital Santa Clotilde que gestiona el servicio de radiodiagnóstico dirigido por el radiólogo Antonio Luna.
El único criterio para adjudicar el contrato fue presentar el mayor número de servicios dentro del presupuesto estipulado en el contrato. Es decir, al que ofreciese hacer más informes.
Estipulaba, además, que el centro médico presentaría facturas mensuales especificando los servicios concretos realizados. Un contrato sin penalización ni causas especiales de resolución formulado por la gerencia del Servicio Cántabro de Salud.
De atasco “puntual” a 16 años de externalización
Por ese importe de 14.900 euros Quirón se comprometió a hacer 500 informes y Affidea 1.042. Ganó HTmédica con 1.050. El contrato se firmó el 20 de diciembre y entraba en vigor en enero. Esto implica, por tanto, que el hospital privado Santa Clotilde llevaba seis meses haciendo los informes de las mamografías públicas cuando el consejero de Salud anunció que se le había encargado este servicio.
De hecho, en principio, el consejero Pascual negó un “retraso” sistemático en el cribado y aseguró que era una solución “puntual”. Aunque a las pocas semanas cambió la perspectiva cuando se desveló el contrato singular de 256 millones de euros para privatizar servicios públicos sanitarios con el centro religioso.
Un acuerdo que incluye la externalización de las unidades de cribado de cáncer de mama y colon durante los próximos 16 años, prorrogables hasta los 20. Aunque el contrato está firmado con Santa Clotilde, el centro de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios, la gestión de este servicio está en manos de HTmédica que se encarga del área de radiodiagnóstico.
Precisamente el hospital religioso dispone de un mamógrafo 3D con tomosíntesis de última generación que está diseñado para una mayor comodidad porque comprime menos la mama y más seguridad para las pacientes porque necesita hasta un 30% menos de radiación respecto a otros equipos de mamografía. Este equipo incluye un programa de Inteligencia Artificial que detecta y clasifica de forma automática la densidad mamaria.
En cualquier caso, el convenio singular con Santa Clotilde no será el único. El Gobierno de Cantabria, a través de la Consejería de Salud de César Pascual, ha anunciado la intención de establecer acuerdos similares con el centro Padre Menni de Santander especializado en salud mental.
“Por ahora no hay más información”
La Consejería de Salud del Gobierno de Cantabria ha declinado a elDiario.es valorar y aportar datos sobre esta información. Este periódico ha preguntado por el cumplimiento del contrato menor para la lectura de 1.050 mamografías con Santa Clotilde (HTmedical) que comenzó en enero y duraba seis meses y si, en ese plazo, se ha leído esa cifra de pruebas. También se ha cuestionado al departamento que dirige César Pascual si, dado que estas mil mamografías ya estaban contratadas desde diciembre de 2024, hay otro contrato menor más reciente para contribuir a aligerar el atasco de las 3.900 pendientes de diagnóstico, como anunció el propio consejero.
Otras de las preguntas han sido: cuántas quedan pendientes de lectura actualmente, cuántas mamografías se hacen al mes por término medio, cuántos días se tarda en comunicar el resultado a la paciente y cuántos días se demora una segunda prueba en el caso de ser necesaria. La respuesta a todo ello por parte de la Consejería de Salud ha sido textual y únicamente “por ahora no hay más información”.