La Plataforma en Defensa de la la Sanidad Pública denuncia que en Cantabria las mamografías “se hacen con menos frecuencia de la debida” a causa de la “aparente dejación y abandono de la Consejería” que dirige César Pascual (PP) y que hay “retrasos” en los tres pasos del proceso: en la propia realización de las pruebas (no se hacen cada dos años, como se debería), en la lectura de la placa y en la comunicación de resultados.
Además, ha señalado en una rueda de prensa ofrecida este viernes que a las 3.900 pruebas sin diagnóstico que había hace unas semanas -según la información que proporcionó el Gobierno de Cantabria (PP)- se suman otras 1.323 mujeres cántabras que esperan una mamografía fuera del cribado para prevenir el cáncer de mama. La espera media de la prueba al margen del programa de detección es de 90 días y afecta a mujeres que presentan sospechas y a quienes ya han padecido la enfermedad y tienen que realizar pruebas periódicas de control anuales durante toda la vida.
Los colectivos sociales y sindicales que forman la plataforma consideran que urge pedir “más explicaciones y mayor concreción” al consejero de Salud respecto a estos retrasos, a las reclamaciones formuladas y a la situación de las mamografías preventivas, así como extender esta información al resto de cribados incluidos en otros programas de prevención, como el cáncer de colon.
Una de las portavoces del colectivo, la exconsejera de Sanidad Charo Quintana, ha explicado que el programa de detección precoz de cáncer había funcionado muy bien en Cantabria “sin ningún tipo de externalización” con técnicos y radiólogos de alta calidad. Pero, ha relatado, que el programa “se ha ido deteriorando por abandono y desinterés político” un proceso que ha ido “agigantando la situación”.
“Las mamografías no se hacen cada dos años como deberían hacerse”, ha subrayado. “No sabemos los resultados de la última vuelta del programa”, ha reconocido. Tampoco la Consejería ha facilitado datos de los retrasos en las pruebas complementarias ni en mamografías de alto riesgo. Por ello, Quintana se pregunta por qué se trata de evitar que se conozcan los resultados públicamente.
“Que se externalice este servicio debilita el sistema sanitario público”, ha afirmado. En este sentido, ha reivindicado el trabajo de los profesionales de la Unidad de Mama y ha recordado los nombres de los protagonistas que contribuyeron decisivamente a su desarrollo: Alfonso Vega -“padre científico del programa”, resaltó- Mar Sánchez Movellán y Estrella Ortega. “Queremos que la Consejería de Salud esté a la altura de estos profesionales”, ha reclamado Quintana en nombre de la plataforma de defensa de la sanidad pública.
Respecto al atasco y los retrasos en las mamografías, la plataforma ha admitido que hay un problema de contratación -como apunta César Pascual- porque es muy complicado encontrar profesionales expertos no solo en radiología, sino concretamente en el diagnóstico de la patología de mama que requiere una enorme especialización “porque son capaces de detectar procesos muy sutiles”. En cualquier caso, resulta paradójico -apuntan- que la sanidad privada no tenga problemas para contratar especialistas.
Por eso, en opinión de Charo Quintana, es solo una parte del problema al que se añaden otras cuestiones vinculadas con “el abandono y la falta de medios técnicos de calidad”. “La aplicación informática es antigua, hoy en día hay sistemas informáticos mucho más ágiles”, ha explicado Quintana.
El sistema informático de rayos no es útil ni avanzado. Las mamografías se almacenan en tres repositorios (Santander, Torrelavega y Laredo) denominados PACS que no facilitan el trabajo. De hecho, los PACS modernos -de los que carece Cantabria- concentran todas las pruebas en un único almacén y facilitan la comparativa con mamografías anteriores de la paciente, un proceso fundamental para la detección. Ahora los radiólogos tienen que ir buscando resultados en varios depósitos. Otra de las ventajas del PAC único es que tiene la capacidad de que los radiólogos apliquen la Inteligencia Artificial.
Además de ciudadanos a nivel personal, la Plataforma está formada por la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Cantabria (ADSP), la Federación de Asociaciones de Vecinos de Cantabria (FECAV), UGT (Unión de Jubilados y Pensionistas), Ecologistas en Acción-Verdes Equo Cantabria, Ciudadanía contra la exclusión sanitaria de Cantabria. Ágora Solidaria Cultura y Memoria Luis Toca y la Unión de Profesionales Progresistas de Cantabria (UPP).