El nuevo censo nacional del lobo apunta a un crecimiento notable de la especie en Cantabria, donde el número de manadas ha pasado de 12 a 23 en la última década. Según los datos publicados por el Ministerio para la Transición Ecológica, esta comunidad autónoma ha registrado el mayor incremento proporcional entre las comunidades del norte con presencia histórica de la especie. El aumento, que roza el 92%, contrasta con el crecimiento más moderado observado en otras autonomías como Castilla y León, Galicia o Asturias, y se produce en un momento de creciente tensión por la gestión del lobo en el medio rural.
Y es que los datos nacionales reflejan un incremento moderado de la población de lobos en el conjunto del país: el número total de manadas ha pasado de 297 en el periodo 2012-2014 a 333 en el actual censo 2021-2024, lo que supone un aumento del 12%. Sin embargo, y según destaca el Ministerio, esta cifra “no alcanza las 500 que los científicos consideran necesarias para asegurar la viabilidad genética de la especie a largo plazo”.
En el caso de Cantabria, donde el salto ha sido más acusado, del total de 23 manadas, 14 son exclusivas del territorio autonómico y nueve están compartidas con comunidades limítrofes, según detalla el documento técnico del censo consultado por elDiario.es. Este aumento sitúa a la comunidad por encima de otras históricamente loberas como Galicia, Asturias o Castilla y León en términos de crecimiento proporcional, y refuerza su papel como una de las zonas clave para la conservación -y también para el conflicto- en torno a la especie.
Y es que tras la salida del lobo del LESPRE, Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, el Gobierno de Cantabria que preside María José Sáenz de Buruaga (PP) autorizó la caza de 41 ejemplares. En el último recuento dado a conocer la semana pasada, y después de haber recibido el aval de la Justicia a la orden para sacrificar ejemplares tras los recursos interpuestos por colectivos ecologistas, el Ejecutivo autonómico contabilizó 21 lobos muertos: 16 abatidos y cinco atropellados o por enfermedad.
“Caso único”
Tras conocerse el nuevo censo, la organización conservacionista WWF ha destacado que Cantabria “es un caso único, pues ni ha seguido la metodología acordada dentro del censo nacional, ni ha contado con expertos independientes como el resto de comunidades autónomas”. Así, para este colectivo, sus cifras oficiales suponen “un sorprendente incremento sin precedentes en el resto del país, pese a que en Cantabria el lobo se cazó intensamente hasta 2021”. “Son datos cuestionables científicamente”, han incidido desde WWF.
“Es obvio que las matanzas indiscriminadas de lobos que ya están realizando algunas comunidades autónomas como Cantabría y Asturias son una verdadera irresponsabilidad y tendrán graves consecuencias para una especie que se encuentra en un estado de conservación muy precario”, han lamentado desde esta organización a través de un comunicado, mediante el que han asegurado estar “empleando todos nuestros recursos legales para detenerlas”.