¿Qué papel juegan los fisioterapeutas en la recuperación de pacientes con la COVID-19?

“El trabajo de los fisioterapeutas en la UCI acorta el tiempo de estancia de los pacientes con la COVID-19”. Es una de las principales conclusiones del colectivo, que lleva semanas trabajando para que la recuperación de los pacientes sea mucho más rápida. Su papel a lo largo de la pandemia, al igual que el de otros sanitarios, está siendo clave aunque reconocen que es gracias a la labor de todos.

“Nuestro trabajo ha demostrado ser muy eficaz en la reducción de días de estancia en las Unidades de Cuidados Intensivos así como en el retraso de aparición de complicaciones neurológicas y motoras”, asegura Pilar García Arroyo, fisioterapeuta del Hospital General Universitario de Ciudad Real y miembro del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha (COFICAM).

El colectivo trabaja por un lado con pacientes que se encuentran ingresados en UCI y en planta y por el otro está realizando un seguimiento de las secuelas de la COVID-19 en dichos pacientes. “Lo primero que empezamos a hacer son movilizaciones pasivas. Normalmente los pacientes están sedados, inconscientes o débiles y lo que hacemos es moverles todas las articulaciones para mantener lo que nosotros llamamos el balance articular y para que la musculatura no se atrofie tanto. El objetivo es evitar que haya secuelas”.

En este sentido, defienden que el tratamiento de fisioterapia para los afectados con coronavirus resulta “imprescindible, ya que si no la recuperación sería mucho más larga”. “El tratamiento temprano de fisioterapia acorta el tiempo de estancia en UCI y, posteriormente en planta, favoreciendo la pronta recuperación del paciente y la disminución de secuelas, lo que conlleva ahorro y optimización de los recursos sanitarios disponibles” señala la fisioterapeuta.

Además, en los pacientes críticos en la UCI ayuda en la fase de “destete” del respirador, “pues acelera la vuelta al trabajo activo de la musculatura respiratoria además de favorecer la elasticidad del tejido pulmonar y pleural”, ha indicado García Arroyo. “Todo ello contribuye a una eliminación eficaz de las secreciones y, por tanto, evita sobreinfecciones respiratorias”, ha añadido. Según resaltan, la movilización pasiva temprana impide la aparición de otras complicaciones a consecuencia de la inmovilidad, como pueden ser la impotencia muscular, reducción de la movilidad articular y úlceras por decúbito.

“Con los pacientes que tienen problemas respiratorios y están en UCI no utilizamos maquinaria que por ejemplo sí utilizamos con otros pacientes críticos, principalmente por la posibilidad de contagio y para evitar la contaminación de la maquinaria. Todo es muy manual, va muy despacio y se les pide mucha colaboración dentro de lo que puedan porque no podemos contaminar la sala, contaminarnos nosotros ni contaminar las máquinas”, explica la fisioterapeuta.

Una vez el paciente está despierto se solicita su colaboración activa dentro de sus posibilidades. “El objetivo principal es activar la musculatura respiratoria y ayudar a los pacientes que hayan precisado respirador a utilizar de forma eficiente y eficaz sus pulmones. No se deben olvidar los ejercicios respiratorios, para evitar fibrosis pulmonar y conseguir una respiración más efectiva, disminuyendo la disnea”, ha señalado Pilar García Arroyo.

“Cuando ya están mejor y son más conscientes el paciente ya empieza a moverse también y ahí es cuando poco a poco empezamos a hacer un poco de ejercicio respiratorio, para ayudarles con el diafragma, para que coja más aire y para que la respiración sea más eficaz”. Además, explica que según se va recuperando el paciente, el tratamiento es más activo y se les solicita que trabajen más para que la musculatura no se atrofie tanto.

¿En que se diferencian los pacientes con coronavirus de otros pacientes?

Pilar García Arroyo asegura que en general suelen ser muy colaborativos, y aunque empiezan a mejorar, su mejora es muy lenta. “Como al principio los fisioterapeutas no entrábamos en UCI las estancias eran mucho más prolongadas y ahora mismo, en general en los pacientes críticos, está demostrado que la fisioterapia acorta la estancia en UCI”.

Una vez en planta, el tratamiento es muy parecido al de la UCI aunque ya están conscientes. “Procuramos que de la planta se vayan andando aunque no siempre lo conseguimos”. Finalmente a los pacientes que se encuentran peor se les ofrece un tratamiento ambulatorio que los fisioterapeutas llevan ofreciendo desde el 2 de junio.

“Ahora nos estamos encontrando las secuelas. A los pacientes que recibieron el alta, les hacemos un seguimiento y valoramos si necesitan fisioterapia y nos estamos encontrando con la sorpresa de que sí la necesitan porque están muy débiles y con una atrofia muscular muy importante”.

“Lo que si me encuentro es que la respiración es más dificultosa en general, se quejan de que les cuesta. De hecho, muchos necesitan oxigeno en casa, y poco a poco estamos intentando que puedan dejarlo y ahí si que insistimos mucho en potenciar toda la musculatura respiratoria. También me llama la atención, con respecto a otros pacientes que he tratado en la UCI, su atrofia muscular hasta el punto que la gente te dice que no puede subir un escalón, eso yo no lo había visto. Además el cansancio es extremo”, concluye.