La aprobación del informe preceptivo sobre la autorización previa de emplazamiento del almacén temporal centralizado (ATC) en Villar de Cañas, ha sido una de las razones de peso que han provocado movilizaciones en contra del presidente del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Los mismos trabajadores han sido los que han salido a la calle para pedir la dimisión o cese de su presidente, Fernando Martí Scharfhausen, por ocultar unos informes que desaprobaban el ATC en Villar de Cañas.
A pesar de que los informes técnicos calificaban el emplazamiento del almacén temporal centralizado (ATC) en Villar de Cañas como inadecuado, algunos de estos informes se ocultaron. Algunos de estos exámenes que confirmaban la peligrosidad del ATC, fueron realizados por el CSN, en concreto uno sobre el Área de Ciencias de la Tierra. Los cinco consejeros que votaron a favor, 4-1, de la medida no pudieron ver dicho informe.
María Andrés, portavoz de la Plataforma y vecina de Villares del Saz, ha afirmado que “la independencia y la estricta aplicación de criterios técnicos debe ser una prioridad absoluta en el CSN”. Además, ha señalado al presidente de la empresa diciendo que “Martí debería irse para no causar más daño a la institución que preside”.
La Plataforma Contra el Cementerio Nuclear en Cuenca, junto con Ecologistas en Acción y Greenpeace, ha solicitado al Gobierno central la paralización inmediata del proyecto hasta que se actualice el Plan de Gestión de los Residuos Radiactivos. Además, exigen que se concluyan las evaluaciones relacionadas con las peticiones de información adicional (PIA) emitidas por el CSN y que estas decisiones se sometan a un proceso de participación pública para escoger la alternativa más apoyada.