El próximo 29 de octubre se cumplirá un año de la DANA que dejó siete muertos en Castilla-La Mancha. Seis personas fallecieron en Letur (Albacete) como consecuencia de las inundaciones y otra más en la localidad conquense de Mira.
Esta semana se está hablando en la pequeña población albaceteña serrana de soluciones naturales, gestión de emergencias y resiliencia de zonas rurales.
“La cuenca [del Segura] estaba preparada para soportar una avenida de agua, digamos, normal. Se habían comprado montes en los años 60, 70 y 80, se reforestó y se construyeron diques de protección”, explica el catedrático e ingeniero de Montes, Manuel Esteban Lucas Borja. Hoy se sabe que no fue suficiente y faltan respuestas.
En los últimos meses se ha ‘’chequeado’ el estado de los diques. “Están bien, salvo los colchones amortiguadores aguas abajo de estas infraestructuras, que sí sufrieron daños y que se están reparando. Es posible que sean recrecidos”, explica el ingeniero.
“Nos preguntamos por lo que habría pasado en Letur sin esas infraestructuras”. Ni el suelo ni la cubierta forestal fueron capaces de absorber o amortiguar el volumen de precipitación de aquel día, que se transformó en un imparable caudal de agua en dirección al pueblo.
Un curso de verano organizado por la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) aborda durante tres días objetivos tan ambiciosos como comprender los principios hidrológicos en los fenómenos climáticos extremos, analizar el comportamiento de cuencas hidrográficas durante las avenidas o desarrollar habilidades en herramientas hidrológicas para predicción y gestión de inundaciones.
“Creemos que la universidad está para ofrecer soluciones y responder a los retos que tenemos en el territorio y uno de esos desafíos es el cambio climático y sus perturbaciones, junto a la necesidad de gestionar bien el territorio para vivir de acuerdo a las leyes de la naturaleza”, sostiene Manuel Esteban Lucas Borja, que dirige el evento.
El curso busca además evaluar la respuesta ante la DANA en Letur y sus lecciones clave o proponer estrategias de mitigación de efectos de inundaciones en áreas vulnerables que tengan aplicación en toda la zona de influencia mediterránea.
“Queremos saber cómo responder si vuelve a ocurrir, porque seguro que lo hará, y convivir con ello de la forma más adecuada posible”, argumenta el director del curso. Y es que en esta parte de la provincia de Albacete lo que pasó no es nuevo. “Las avenidas de agua han sido frecuentes a lo largo de la historia, lo observamos incluso desde tiempos geológicos”.
Ahora, tras la tragedia de hace un año se busca “no solo explicar por qué sucedió este evento tan extremo, sino abordar la cuestión de la restauración en la cuenca hidrográfica del Segura. Analizaremos qué se había hecho y que hay que hacer”, subraya este profesor que imparte, precisamente, la asignatura de Hidrología y Restauración Hidrológica-Forestal.
Se han utilizado tradicionalmente herramientas como la hidrotecnia, la selvicultura y la repoblación, pero hay que ir más allá a la hora de regular el ciclo hidrológico para evitar las catástrofes o, al menos, mitigarlas. “Ahora no preocupan tanto las oscilaciones, siempre las ha habido, sino un cóctel totalmente nuevo con precipitaciones más intensas o irregulares o sequías más intensas. No estamos preparados y necesitamos visión de futuro”.
Faltan nuevas propuestas para escenarios nuevos. “Necesitamos una visión integral, sin parcelar disciplinas o competencias. Hay que colaborar, aportar y construir, incluso desde el ámbito de la protección civil con los sistemas de alerta o emergencia”.
Ahora no preocupan tanto las oscilaciones, siempre las ha habido, sino un cóctel totalmente nuevo con precipitaciones más intensas o irregulares o sequías más intensas. No estamos preparados y necesitamos visión de futuro
La reconstrucción y las nuevas obras hidráulicas aguas arriba
La Confederación Hidrográfica del Segura hablará en este curso de las alternativas de actuación en Letur tras la DANA. ¿Qué hay que hacer aguas arriba de Letur? Es todavía una pregunta sin una respuesta concreta.
El pasado mes de julio el organismo de cuenca presentó su planteamiento a los vecinos que piden medidas para “minimizar” más el volumen de caudal posible a su paso por la población. “Es muy importante pensar no solo en el lugar dónde se genera el daño, en este caso en Letur, sino en el origen. Se debe jugar con el concepto de cuenca hidrográfica y en lo que tiene que ver con este lugar y su arroyo son unas 10.000 hectáreas”, señala el ingeniero.
Es muy importante pensar no solo en el lugar dónde se genera el daño, en este caso en Letur, sino en el origen. Se debe jugar con el concepto de cuenca hidrográfica y en lo que tiene que ver con este lugar y su arroyo son unas 10.000 hectáreas
En el primer día del curso, la directora de la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha, Montserrat Muro, ha asegurado que las obras de reconstrucción de las infraestructuras dañadas alcanzan ya un 40% de ejecución y que está previsto que terminen el próximo mes de noviembre.
La prioridad del Ejecutivo regional, ha dicho, es contar con sistemas de abastecimiento y de depuración que, según ha señalado, “no solo sean resistentes a los efectos del cambio climático, sino que también puedan recuperarse con rapidez tras fenómenos meteorológicos adversos”.
Montserrat Muro ha explicado la dificultad en la ejecución de estas obras que figuran en el ‘Plan Letur 2028’ y que fueron declaradas de emergencia por parte del Gobierno de Emiliano García-Page, con una inversión que supera el millón de euros. “Para su ejecución hemos tenido que escalar barrancos, colgados incluso con tirolinas y superar un terreno muy abrupto con una pendiente muy elevada”, ha indicado.
“Desaparecieron los colectores de la red de saneamiento, a consecuencia del arrastre de la crecida del agua en tromba que circulaba por la zona del barranco donde se encuentran”, añadía.
Precisamente el colector del Mirador, que desciende desde el núcleo urbano hasta la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR), afronta su último tramo. También, se va a realizar una limpieza del pavimento de la EDAR y se reparará la zona central en una superficie aproximada de 400 m2, a lo que se suma la recuperación del muro de mampostería derruido junto al camino de acceso a la depuradora.
Pensar a largo plazo y no con la visión política a cuatro años
El director del curso de verano pide luces largas a la hora de hablar de futuro en Letur, frente al habitual cortoplacismo político. “En la ciencia forestal se trata de construir a largo plazo para el que venga después. El problema es encajar planteamientos de una naturaleza que funciona mucho más allá de la vida laboral de cualquier persona y la política tiene una visión a cuatro años”, sugiere.
La sociedad se moviliza cuando falta un centro de salud o un colegio. Cuando un ecosistema forestal no se restaura o no funciona de manera adecuada, nadie protesta
“La gente quiere respuestas y ver que se hacen cosas”
En opinión del catedrático, que es además coordinador del grupo de Hidrología en la Sociedad Española de Ciencias Forestales, en la actualidad hay otro factor que juega a la contra. “Creo que hay una desconexión total entre la sociedad, en particular la urbana, y lo que son los montes. No sabemos ni para que sirven ni lo que nos proporcionan o cómo los podemos utilizarlas. Hay que acortar esa distancia”.
Es difícil, reconoce, y pone un ejemplo claro: “La sociedad se moviliza cuando falta un centro de salud o un colegio. Cuando un ecosistema forestal no se restaura o no funciona de manera adecuada, nadie protesta”, lamenta, a pesar de reconocer que “en España se ha hecho mucho trabajo de restauración forestal”.
Manuel Esteban Lucas reclama espacios de encuentro para buscar soluciones de futuro. “Hay que salir de la polarización a nivel nacional que aburre ya un poco. Se puede construir en conjunto y es lo que esperamos hacer”. Un año después dice que en Letur “los sentimientos todavía están a flor de piel: la gente quiere respuestas y ver que se hacen cosas”.