Zahara, (Úbeda, 1983), cantautora española ha estrenado en 2015 su nuevo trabajo discográfico ‘Santa’ con el que ha sorprendido a su publico. Lejos queda la Zahara de ‘Lejos queda la historia de...’ que fue producido para Universal Music Spain. Ahora, la artista tiene su propio sello discográfico, se ha alejado del camino musical más tradicional y ha agregado también elementos nuevos a su música. Ciudad Real y Toledo son el punto de partida de su nueva gira. La artista habla de las relaciones humanas, el uso de la música, las dificultades del sector musical y su nueva banda.
Te has pasado a la autogestión con G.O.Z.Z Récords. ¿Es un camino definitivo? ¿Cómo ha sido la experiencia? ¿Por qué descartas las discográficas?
El montar mi propia discográfica surge como una necesidad. Quería poder hacer exactamente lo que quería y tenía las cosas claras, entonces negociar con una discográfica que al final va a cuestionarlo todo no tiene mucho sentido. Las discográficas de hoy en día no nos ayudan, salvo en la parte económica. Cuando me plantee el nuevo disco, yo lo tenía demasiado claro para estar negociando y cuestionando mis decisiones artísticas. Fue lo que me impulsó junto a mi mánager y, además de saber que mis seguidores están ahí. Con este disco he tomado las riendas de mi carrera. Y sí, creo que seguiré con esto, porque volver atrás será complicado. Ya he aprendido todo lo difícil, la logística que hay detrás de este sector. No sé qué podría ofrecerme una discográfica para que me vaya con ella, ya me he vuelto como maniática. Ahora ya sé que puedo llegar y que nadie me va decir cómo hacer las cosas.
¿Qué tal el tema de la financiación?
He tirado de ahorros y de todo un poco, préstamos, tanto de un banco. Y lo bueno es que un banco no te exige que la portada se de esta manera o que las canciones duren X minutos. No he usado crowdfunding, porque no me gusta y no estaría tranquila sabiendo que los seguidores ponen su dinero antes de saber el resultado. Me genera un poco de ansiedad y creo que el micromecenazgo no siempre es efectivo. Esto funciona en gente que ya tiene trayectoria, es imposible salir de la nada, aunque también finalmente los beneficios son mayores.
¿Eres tú la ‘Santa’ de tu disco? ¿Hay componentes religiosos?
Esa santa no es nadie en concreto, es una metáfora sobre la música. Mi padre siempre me decía que no me podía llamar santa (risas). Lo que me gusta del lenguaje religiosos son las conexiones que hay entre él y el lenguaje de la música. En el sector hablamos de los fieles seguidores y también decimos que el escenario funciona a veces como una especie de púlpito. Me gusta que se comparta parte del imaginario, jugar un poco con esas metáforas. De santa, en realidad, yo tengo poco.
Es también tener fe en la música ¿No?
Claro, para nuestra generación y las que vienen, que cada vez tienen menos conexión con las religiones, al final la música es esa devoción que sienten los seguidores. Lo que se vive en los conciertos que pueden llegar a ser experiencias religiosas. Lo de 'Santa' es un juego de palabras, porque dedicarte a la música es un acto de fe. Yo creo que es lo principal, creer también en ti y eso es lo que engancha al público y crea confianza en ellos. No tienes más remedio que creer al 100% en lo que haces. Si es verdad que no es un tiempo fácil para nadie ni para autónomos ni para artistas. Los músicos tenemos que rezarle a alguien, pero todavía no sabemos a quien.
¿Qué problemas ves en el sector actual de la música en España?
Lo que más me indigna es la no entrada de menores a los conciertos. Quitamos a un sector de la población que vive la música de forma intensa, bonita y diferente de cuando eres adulto. Le prohibimos la entrada por motivos que no tienen que ver con la música. Es absurdo que a un bar puedan entrar menores y a un concierto no, necesitamos mejor regulación. Además, si hasta el agua en una sala de conciertos tiene un IVA de un 21%, no se está facilitando mucho ni la asistencia ni el acceso de la gente. Pero sigue siendo un mundo fascinante, y eso hace que sigamos en ello.
¿Alrededor de qué gira tu nuevo trabajo?
Siempre acabo hablando de lo mismo. Las personas y las relaciones me interesa como es el ser humano y como nos lleva a cometer errores y repetirlos, y que estos también sean compartidos universalmente. Me gusta que una canción muy personal mía lleva a otros a sus vivencias. En 'Santa' hay lugar para el enamoramiento, para la ruptura, para la amistad, la rabia y el despecho. Es un paisaje emocional en le que trato de reflejar las emociones del ser humano.
¿Qué novedades se pueden encontrar?
Los cambios han surgido de manera bastante natural. Mientras maquetabamos el disco, trabajando en su casa, lo más sencillo era finalmente buscar un sonido a través de sintetizadores de teclados, sonidos que podíamos encontrar en un ordenador, más que otros que podíamos producir con una guitarra. El trabajo ha sido muy meticuloso y muy reflexivo, durante un año. Cuando llegamos a la hora de la verdad y grabarlo, pues ha salido así.
'Rey de Reyes' porque es una canción muy hostil. ¿A qué viene esta actitud?
A mi las canciones me ayudan a superar baches en mi vida, a veces alguien te despierta una rabia feroz y el hacer una canción con esa mala leche, con esa rabia, hace que luego esa sensación se diluya pues tiene algo de catarsis. Aquí me desahogo, suelto todo lo que tengo dentro y me quedo relajada. Me parece guay que de algo negativo salga algo artístico y una liberación personal. Todos salimos ganando, mi público que recibe una canción y yo que me quedo más tranquila.
¿Qué tal con tu nueva banda? ¿Habéis cumplido vuestras expectativas mutuas?
Empezamos el año pasado en noviembre, y la verdad es que ha sido muy sencillo. Les gustan mucho las canciones, me gusta como tocan. Ni tengo que dirigirlos ni hacer muchos esfuerzos, porque con cada cosa que se propone, finalmente se llega a un acuerdo. Veo cómo se lo pasan bien.
¿Y qué ideas tienes para la gira de esta temporada?
Ciudad Real y Toledo es donde empieza la nueva gira y hemos rehecho el repertorio, uno que creo es muy agradecido. Es muy variado, hay partes íntimas, y una parte mucho más rock y divertida, bailable, donde la gente podrá pasárselo muy bien. El repertorio transmite las sensaciones del disco, la variedad y los distintos lugares rítmicos y sonoros.