Jeanette reivindica la 'rebeldía' de su generación en un documental que recorre el final de la dictadura franquista
¿Quién no ha cantado o tarareado 'Soy rebelde' alguna vez en su vida? Más de cincuenta años después de que Manuel Alejandro compusiera esa canción para Jeanette —y de que no le convenciera—, 'Soy rebelde' se mantiene como un himno generacional, como símbolo de un momento histórico en el que coexistían la represión y la irreverencia.
Por este motivo el documental 'Soy Rebelde' recorre los cambios que vivió España desde finales de los 60 a través de la historia y las canciones de Jeanette. La artista británico-española reivindica su rebeldía y la de su generación: “Cuando me presentaron la canción ni siquiera estaba atenta a la letra, solo escuchaba la música. No creas que es una canción romántica, es quizá por la manera en la que la canté yo, y quizás más bien inocente que romántica”, reflexiona Jeanette horas antes de la presentación del documental en la Seminci de Valladolid,
Esa 'inocente' voz da paso a las de otros ‘rebeldes’ de la política, el periodismo, la poesía, la música, el cine o el deporte que recuperan sus recuerdos desde el tardofranquismo hasta la llegada del PSOE al poder en 1982, de la mano de unas animaciones de Álvaro Ortega que recrean la vida de Jeanette. “Parte de las ilustraciones están basadas en las portadas de los singles de los 60. Yo creo que he dibujado doscientas Jeanettes”, asegura el ilustrador.
“Una canción como 'Soy rebelde', parece que surge como que Manuel Alejandro no tenía otra cosa que hacer... y tiene un contexto histórico como la Revolución del 68. Todos los autores trabajan con arreglo a su tiempo, a lo que viven o a lo que sienten”, reflexiona la directora del documental, Paloma Concejero, en una entrevista conjunta con Jeanette.
En España no hay ningún artista de nuestra época que tenga casa discográfica
“Ser 'rebelde' no era ninguna tontería cuando se vivía en la dictadura. La canción podía ser prohibida, pero buscaron a una niña monísima y dulce y entró. Aun así la censuraron para los menores de 16 años porque decían que no era buena educación para los niños. Cuando ves proyectada tanta modernidad, aunque sea con la minifalda y las botas, ese estilo hippie... eso ya está transmitiendo una sensación de libertad”, reflexiona Concejero. “Me llamaban la hippie”, recuerda con nostalgia Jeanette.
Precisamente de ese recuerdo todavía sigue viviendo, con una imagen juvenil que ha mantenido en muchos de sus discos y que se mantiene en el imaginario colectivo. Jeanette lamenta que las compañías discográficas hayan rechazado sus propuestas para cantar canciones nuevas. “Ya no hay compañías internacionales que quieran apostar por gente de mi generación. Perales me dijo una vez: 'haz una versión acústica'. Pero puf... Algo nuevo sí que haría. Pero hacer algo viejo...”, comenta.
Una canción rechazada que luego cantó Céline Dion
“Richard Cocciante me compuso tres canciones. Una se llama 'Domingo por la tarde', yo hice la letra [tararea]. Es alucinante la canción. Está ahí en mi casa [exclama con indignación]. Había otras dos y como no había compañía en España que creyera en esas canciones... Uno de los temas lo grabó Céline Dion, 'on ne change pas'. Mi título era 'tú, yo, él'”. Jeanette agarra el móvil y reproduce el tema. Escucha durante unos segundos la voz de Dion y reprocha: “Ya no hay gusto musical, ya no hay compositores. Lo que hacía Rafael Trabucchelli ya no existe”.
Jeanette critica la situación en España para artistas septuagenarios de manera constante durante toda la entrevista. “En Francia cuanto más mayor eres, más mito eres. Aquí es como que 'este es muy mayor ya' y buscan nuevos talentos. que me parece bien, pero no veo lógico que siendo una persona con un montón de éxitos y de repente pum, no hay interés. Aquí en España no hay ningún artista de nuestra época que tenga casa discográfica”, rechaza.
Además, ante la posibilidad de subirse al escenario y cantar dos canciones nuevas en lugar de 'Soy rebelde' y 'Por qué te vas': “La gente me tiraría tomates. ¿Para qué me voy a meter en líos? Si tuviera 40 años... te lo piensas. ¿Pero a mi edad? Ya tengo suficiente con mi repertorio”, zanja la artista, aunque no termina de cerrar la puerta: “Si me ofrecen algo muy maravilloso y con un presupuesto bien puesto ahí... Entonces me lo pensaría. Pero para hacer una chapuza, no”.
Jeanette confiesa que no escucha música actual porque considera que la de su época es “mucho mejor que la de ahora”. “Escucho la música que a mí me gusta, en TuneIn Radio escucho Vinilo FM. Ahora solo hay tres discográficas y no apuestan por nada. Hay tantas emisoras que las canciones pasan desapercibidas. Las producciones son baratas y las canciones suenan dos días”, lamenta.
La cantante reconoce que ella sí tuvo más o menos el control sobre su carrera artística. “A veces me he equivocado, como con 'Soy Rebelde', que no la quería cantar y mira ahora. Cuando estás en manos de una persona como Manuel Alejandro... ahí no puedes opinar porque es el no va más y es muy difícil que te haga un disco. Le decía: 'sí maestro' [junta las manos y baja la cabeza]. Ahí no puedes opinar. En otras ocasiones he rechazado canciones, sí”, añade.
Jeanette creyó hace treinta años que no iba a poder cantar toda su vida. Hizo la maleta y se mudó con su familia a Ibiza. “Abrí las tiendas para que mi hija tuviera un negocio. Pero los artistas cuando se meten en negocio no funcionan. No estamos hechos para hacer negocios. El primer día que volví a cantar, con todos los aplausos... pensé: ¿Cómo demonios dejé esto, con lo fácil que es cantar? A la mierda los negocios. Tenía 40 años y es cuando realmente me di cuenta de la suerte que tuve de haber podido entrar en la profesión”.
Una persona como tú, con ese origen y esa infancia tan poco habituales... ¿Alguna vez has sentido que eres huérfana de patria?
Sigo sintiendo que no tengo patria. Nací en Londres. A los dos años me fui a Estados Unidos y a los 12, a España. Ya no hablo ningún idioma bien bien. Tengo acento cuando hablo en inglés y cuando hablo en español, en todo ya. Mis hermanos están en Estados Unidos, mis primos en Inglaterra... la familia esparcida por el mundo. Pero yo me quedé aquí. Tengo que reconocer que me planteé volver a Estados Unidos, pero empecé a pensarlo mucho y dejar una ciudad grande como Madrid por donde viven mis hermanos, que viven en una zona que es como Marbella en Estados Unidos.
Ante las reivindicaciones del vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo (Vox), de que la Seminci apueste por el cine “sin ideología”; la directora y protagonista del documental se preguntan si puede existir el arte sin ideología. “El autor marca una dirección o un pensamiento. El objetivo es hacer pensar a la gente. ¿Eso es ideología? Manuel Alejandro no compone 'Frente a frente' por nada. La gente que piensa que son inocentes esas canciones está muy despistada. Lo que pasa es que no puedes hacer evidente algunas cosas en ese momento. Estaba el cine metafórico porque no se podía hacer otra cosa”, medita Concejero.
2