El alcalde de Zamora, Francisco Guarido (IU), que es un año más el que menos cobra de los liberados de todas las capitales de provincia, con un sueldo bruto de 39,628,49 euros en 2024, ha admitido este miércoles que la gente de la calle “está con los ojos abiertos” y es “muy sensible a este tipo de cuestiones”.
Guarido, que cuando en 2015 accedió a la alcaldía decidió fijarse un salario similar al que tenía antes como bedel en un instituto de Bachillerato, figura un año más como el que menos cobra en la última estadística de retribuciones de cargos electos y empleados públicos de las entidades locales de España.
El alcalde de Zamora cobró el pasado año casi una tercera parte de lo que el consistorio abonó a los funcionarios con mayor sueldo, habilitados nacionales como el secretario o el interventor que recibieron unos 111.000 euros brutos cada uno.
De hecho, el sueldo del regidor de esta capital de provincia de unos 61.000 habitantes es solo diez euros anuales más alto que el del alcalde Ivars D'rgell, un municipio de Lleida de unos 1.600 habitantes, y 28 euros más bajo que el del alcalde de Vilarmaior, un pueblo coruñés de apenas 1.250 vecinos.
Entre los sueldos de esos dos alcaldes que también cobran dedicación exclusiva se sitúa el de Guarido en el listado ordenado por retribuciones en el informe ISPA de sueldos públicos de 2024 de regidores municipales, hecho público este martes por el Ministerio para la Transición Digital y de la Función Pública.
El alcalde de Zamora ha admitido que, por ley, él podría cobrar más de 68.000 euros y ha habido alcaldes en Zamora que tenían salarios parecidos, pero él prefirió fijarse el sueldo en función de su vida personal y el trabajo que había desempeñado anteriormente.
Guarido ha declarado que son los ciudadanos quienes “deben juzgar en función de esos parámetros si triplican o multiplican por cuatro, por cinco o por seis”, lo que cobraban en sus actividades anteriores.
Ha agregado que a él un sueldo bruto de 39.628,49 euros le parece “bastante razonable para una ciudad como Zamora”, y no le importa cobrar lo mismo que lo que recibe, por ejemplo, el concejal liberado portavoz del PP.
Ha declarado que él no alardea de sueldo y que deben ser “el pueblo” y los electores los que juzguen si lo que cobra un alcalde o una alcaldesa es mucho o poco.
Ha reconocido que además de tener dedicación exclusiva, el de alcalde es un trabajo que a él le lleva “mañana, tarde y noche porque es una actividad obsesiva” que llega a condicionarle la vida desde el punto de vista de la actividad intelectual: “Estás todo el rato pensando qué hacer, en proyectos y esquemas de trabajo”.
El alcalde de Zamora no ha querido a entrar a valor el hecho de que en Benavente, el segundo municipio de la provincia con 17.227 habitantes, la alcaldesa (PP) cobre 44.079,28 euros; o que en Morales del Vino (PP), con poco más de 3.000 habitantes, gane 39.215,25 euros, ya que es cada uno el que tiene la obligación de justificar públicamente su sueldo.