La reactivación por el calor y el viento y la declaración de nuevos incendios ha complicado las últimas horas en Castilla y León y a primera hora de este sábado son once los fuegos del máximo nivel, el Índice de Gravedad Potencial (IGR) 2, en las provincias de León, Zamora, Salamanca y Ávila. Si bien, durante la noche han descendido tres incendios de máximo nivel.
Los incendios activos de este nivel más alto son: Fasgar, Anllares del Sil, Llamas de Cabrera, Yeres, y Barniedo de la Reina, en la provincia de León, sumando además el de Paradiña en El Bierzo, que se ha reactivado; Molezuelas de la Carballeda by Castromil, en Zamora; San Cristóbal de los Mochuelos y El Payo están en el máximo nivel de gravedad en Salamanca y en la provincia de Ávila se suma El Herradón. En el nivel inmediatamente inferior se encuentran Orallo (León), La Uña (León), Porto (Zamora), Puercas (Zamora), Resoba (Palencia) y La Alberca (Salamanca).
Zamora
Niños, personas mayores, familias enteras y otras que han dejado algún miembro en Porto de (Zamora) para defender sus casas del fuego llevan dos noches durmiendo a sesenta kilómetros de su pueblo, en camas plegables, en un polideportivo y pendientes de la evolución de los incendios de la Alta Sanabria.
“Salimos con lo puesto”, explica a EFE Yago en su segundo desayuno en las instalaciones del Instituto de Secundaria de Puebla de Sanabria, para recordar a continuación que, en principio, el desalojo de los 1.350 vecinos y veraneantes evacuados en Porto iba a ser para poco tiempo.
Tocaron las campanas y les dijeron que cogieran lo básico, pero la situación “luego se ha complicado por otro fuego” y para plantarle cara unos 170 vecinos decidieron quedarse, entre ellos Sole Bruña. Esta vecina y propietaria del único bar del pueblo, que ahora tiene arrendado, justifica la decisión de quedarse porque “desde aquí vas a hacer poco, pero si te vas no puedes hacer nada”.
De hecho, los que se quedaron ayudaron a que el incendio no traspasara el río Bibey ni cruzara la carretera a unos dos kilómetros del casco urbano, ya que si lo hubiera hecho el peligro para las casas hubiera sido muy serio.
El Bierzo
Los incendios forestales de Yeres y Llamas de Cabrera, que se mantienen en nivel 2 de gravedad en la provincia de León, han empeorado en las últimas horas y ha sido necesario desalojar a 330 personas más de tres pedanías de Ponferrada. La Policía Nacional ha procedido a evacuar de madrugada a Espinoso de Compludo (80 personas), San Cristóbal de Valdueza (200 personas) y Manzanedo de Valdueza (50 personas), según ha informado la Subdelegación del Gobierno en León.
A última hora de la tarde de este pasado viernes, la Policía Nacional ya había desalojado Montes de Valdueza (11 personas), Peñalba de Santiago (40 personas) y Bouzas (400). Además, durante la madrugada también se ha cortado al tráfico la LE 5228 a la altura de la localidad de Salas de los Barrios.
Ávila
El incendio que se declaró este pasado viernes en el término municipal abulense de El Herradón de Pinares y que posteriormente se extendió hacia Ávila ha mantenido su perímetro de 30 kilómetros con una superficie quemada de 3.000 hectáreas y ya no tiene frente de llama.
Según ha explicado a la Agencia EFE el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Ávila, José Francisco Hernández, la pasada noche “ha ido muy bien” y actualmente “no hay frente de llama”, en un fuego que comenzó en 3 focos distintos a primera hora de la tarde, junto a la CL-505, denominada 'carretera de Las Navas'.
La Junta de Castilla y León ha autorizado la vuelta a sus casas de los vecinos de la localidad abulense de Ojos Albos (91 habitantes), que en estas fechas son muchos más, “atendiendo al criterio técnico”, mientras que por el momento siguen sin poder retornar a sus casas los habitantes de Urraca Miguel, el barrio anexionado de la capital, que fue el primero en ser desalojado.
Una parte de todos ellos han pasado la noche en el Centro de Congresos y Exposiciones 'Lienzo Norte', de Ávila, habilitado por el Ayuntamiento de la capital.
Este fuego, que mantiene el nivel 2 del Índice de Gravedad Potencial (IGR-2) se expandió a gran velocidad ayudado por la fuerza del viento, las elevadas temperaturas y la escasa humedad, según explicó el viernes Ángel Iglesias, director técnico de Extinción.
Según Iglesias, el incendio comenzó en la CL-505, “parece ser que en tres focos”, cogiendo desde entonces “mucha fuerza”, debido a las “intensas ráfagas de viento”.
En este contexto, comentó que los medios que comenzaron a trabajar la zona fueron “mayoritariamente de tierra” porque “la situación en España es bastante complicada y una parte importante de los medios de Ávila estaban destinados en incendios de otras provincias, particularmente los aéreos”.
Los trabajos se centraron en evitar que las llamas se aproximaran a las casas y a tratar de impedir que el fuego cruzara el río Voltoya y entrara en Ojos Albos, algo que parece haberse conseguido con los trabajos de esta pasada madrugada.
“Si conseguimos evitar que el fuego salte a la barrera de Ojos Albos, tendremos una oportunidad importante para trabajar a lo largo de la noche”, argumentó Iglesias, que también se refirió al hecho de que el flanco izquierdo del incendio haya “golpeado” esa zona del embalse de Serones, que abastece a la capital y donde se encuentra la urbanización 'El Castillo'.
Las primeras estimaciones apuntan a una superficie quemada de 3.000 hectáreas, con un perímetro de unos 30 kilómetros, dentro de los cuales se han visto afectadas fincas ganaderas, así como alguna construcción y “probablemente haya ganado que también se haya visto gravemente afectado”, dijo el director técnico de Extinción