Barcelona suspende el hermanamiento con Tel-Aviv: “No podemos quedarnos inmóviles ante la violación de derechos”

Sandra Vicente

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El Ayuntamiento de Barcelona inicia una suspensión temporal de las relaciones institucionales con Israel, hecho que supone también suspender el hermanamiento que la capital catalana tenía desde 1998 con Tel-Aviv.

“El número y la gravedad de las violaciones de Derechos Humanos documentadas por los organismos internacionales en territorios palestinos se han incrementado y entrado en una nueva era de impunidad que nos obliga a tomar medidas”, apunta la alcaldesa Ada Colau en una carta al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, en la que le comunica su decisión. “No podemos quedarnos inmóviles ante la violación del derecho internacional”, añade.

Activistas por los derechos de palestina han calificado la decisión de “valiente” y han agradecido el gesto de la alcaldesa, asegurando que “como barceloneses, no hay nada que nos hermane con Israel”. Este cambio se ha llevado a cabo a través de un decreto de alcaldía, dos semanas antes de la celebración del Pleno del Ayuntamiento en que estaba agendada una votación promovida por la plataforma 'Prou Complicitat amb Israel', que debía llevar a debate la continuidad del hermanamiento ante los grupos políticos.

La propuesta de la plataforma cuenta con más de 4.100 firmas de apoyo y la adhesión de unas 80 entidades. Pero las mayorías en el Pleno no estaban claras: sólo Barcelona en Comú y la CUP (que no tiene representación en el Ayuntamiento) anunciaron que votarían a favor de romper con Tel Aviv. En el otro lado se encontraban Ciudadanos, Junts, PP y Valents, que ya expresaron su negativa.

Con los posicionamientos confirmados, el 'sí' a la ruptura habría contado con los 10 votos de los comuns y el 'no' tendría 12. La resolución habría quedado en manos de la decisión de los 10 ediles de ERC y los 8 del PSC, partidos con los que la plataforma 'Prou Complicitat' estaba en conversaciones. Por eso, ante una falta de mayorías claras, el Ayuntamiento ha optado por la vía del decreto de alcaldía.

En esta línea, Colau asegura en su misiva: “no puedo permanecer impasible ante la vulneración sistemática de los derechos básicos de la población palestina” y añade que esta decisión que ha tomado con Israel ya la tomó con San Petersburgo (Rusia) debido a “la invasión de territorios ucranianos”. Así, la alcaldesa ha apuntado que la suspensión de las relaciones se mantendrá “hasta que las autoridades israelíes pongan fin a la violación sistemática de los Derechos Humanos contra la población palestina”.

El PSC considera la suspensión “un error gravísimo”

La teniente de alcalde y presidenta del grupo municipal de los socialistas, Laia Bonet, ha declarado, pocos minutos después del anuncio de Colau, que considera que la decisión “unilateral” de la alcaldesa es un “error gravísimo” y ha lamentado que se haya tomado “ante la certeza de que la propuesta que se iba a presentar en el próximo plenario saldría rechazada y, por eso, la alcaldesa ha decidido tapar la boca al plenario”.

En esta línea, Bonet ha asegurado que los socialistas presentarán en el próximo pleno una iniciativa para restablecer las relaciones con Israel. Igualmente, se ha referido a las suspensiones de relaciones institucionales con San Petersburgo desde hace un año y ha considerado que la situación no es la misma. “En ese contexto, el gobierno municipal tenía un vínculo muy estrecho con Putin, mientras que Tel Aviv es muy parecida a Barcelona y hay mucha gente que sale semanalmente a protestar contra la situación política”.

Xavier Trias, el alcaldable de Junts en Barcelona, también se ha posicionado sobre la suspensión y la ha calificado como un “grave error” y ha afirmado que este gesto es una muestra de “por qué hace falta un cambio en Barcelona”.

Fin al pacto después de 25 años

El hermanamiento de Barcelona fue firmado en 1998 por el entonces alcalde Joan Clos (PSC) y se dio en el marco de los acuerdos de paz de Oslo. “Era un momento muy distinto al actual, entonces realmente se creía que se podría lograr la paz, pero poco después Israel se rebeló como una maquinaria brutal de ocupación y apartheid. Por eso, Barcelona no debería ser cómplice de ningún hermanamiento”, se lamentaba el activista judío Ofer Neiman en un artículo publicado en este medio diez días antes de la ruptura con Tel Aviv.

Una de las características de este vínculo que más molestaba a la plataforma 'Prou Complicitat' es que fuera un pacto a tres bandas que también incluía a Gaza (ciudad con la que el hermanamiento se mantiene). “Es un insulto poner al mismo nivel a la víctima y al victimario”, asegura Neiman, que hace un llamamiento a la ciudadanía a hacer la misma oposición a Israel que se hizo “con el apartheid de Sudáfrica”.

Este es el segundo rechazo que las administraciones catalanas tienen para con la política del país asiático: hace seis meses el Parlament de Catalunya aprobó una resolución con la que se convirtió en el primer legislativo europeo en reconocer públicamente que el sistema que aplica Israel en los territorios ocupados es contrario al derecho internacional y equivale al crimen de apartheid.

Esa votación fue promovida por Catalunya en Comú, ERC y la CUP y contó además con los votos favorables del PSC. Vox y el PP se abstuvieron y solo Junts votó en contra. Este debate provocó una airada reacción de la embajadora de Israel en España, Rodica Radian-Gordon, que la vinculó con una “obsesión antiisraelí”.

Y es que la cuestión israelí es un asunto complejo. Algunos partidos políticos y lobbies como el Israel-Spain Forum Alliance (ISFA) se apresuraron a calificar la propuesta de la Plataforma como “antisemita”. Desde 'Prou Complicitat' aseguran que su campaña no es antisemita (odio a los judíos), sino antisionista (oposición al nacionalismo judío que defiende el asentamiento de un estado en tierras palestinas).

Ante esta complejidad y para evitar que la decisión del consistorio se tergiverse, Colau ha asegurado a Netanyahu que “Barcelona es una ciudad orgullosa de su legado judío así como de las comunidades judías que hoy en día también forman parte de la ciudad. Como alcaldesa, estaré al lado de dichas comunidades a la hora de hacer frente a cualquier muestra de antisemitismo”.

“El antisemitismo es algo demasiado grave para ser usado como arma política”, ha asegurado el presidente de la entidad de judíos y palestinos Junts, miembro de la plataforma. “Hoy estamos aquí para denunciar la política represiva del estado de Israel, que es quien provoca judeofobia, al violar los derechos de la población palestina”.