La CUP quiere tejer alianzas para proponer otro modelo de sanidad
Con sólo tres diputados en el Parlamento, la CUP se ha dado cuenta rápidamente que debía concentrar su energía en los temas que considera prioritarios, y la sanidad es uno de ellos. Desde el prinicipio de esta legislatura, se ha opuesto a la política de recortes del conseller Boi Ruiz y ha denunciado la corrupción en el sistema sanitario y criticó “la operación de maquillaje” que representaba, en su opinión, la comisión de investigación de las irregularidades en la sanidad catalana. A nivel local, la CUP ya tenía la experiencia de su concejal en el Ayuntamiento de Reus, David Vidal, que denunció las irregularidades en el holding municipal Innova.
“Pero no queremos limitarnos a hablar de los casos de corrupción, queremos mostrar que tenemos una propuesta de modelo alternativo”, explica un militante de la CUP, que trabaja en el grupo de sanidad del partido. Pasar de la crítica de la política sanitaria a la construcción de un nuevo modelo: es el objetivo que se ha dado la formación independentista. Para lograrlo, se está abriendo desde hace meses a los profesionales de la sanidad. Ayer invitó a médicos, representantes de asociaciones de pacientes, catedráticos e incluso altos cargos de la sanidad venezolana y cubana en una jornada temática de debates en las Cotxeres de Sants.
Uno de los temas más discutidos fue el de la atención primaria, que ha sido particularmente afectada por los recortes: entre 2010 y 2013, la partida presupuestaria destinada a los centros de atención primaria del ICS (que gestiona la mayoría de los CAP ) se ha reducido un 20%. Como remarcó la doctora Elena Montserrate, la atención primaria fue una nueva apuesta de los expertos internacionales en sanidad en los años 1970 y, en España, los poderes públicos adoptaron sucesivamente varias medidas para fomentarla (entre otros se creó en los años 80 la especialidad de medicina familar). En los años 2000, pero se empezó a revertir esta tendencia. Entre 2003 y 2013, la proporción del presupuesto de la Generalitat destinada a atención primaria cayó del 21,7 % al 16,8% (en 2014 habrá una ligera subida de este porcentaje).
“Estamos en contra del hospitalocentrismo”, explica la diputada Isabel Vallet, que se ha especializado en los temas de sanidad en el Parlamento y ha sido una de las impulsoras de esta jornada. “Creemos que el motor de la asistencia sanitaria debe ser la atención primaria porque es donde se pueden tratar la gran mayoría de las patologías”, añade. “Hay que garantizar una presencia de la atención primaria en todos los barrios y pueblos para poder hacer una mejor prevención y así limitar las hospitalizaciones”, apunta.
En este sentido, la CUP muestra cierto interés por la experiencia venezolana del programa “Barrio adentro”, que presentó la ex ministra de Salud de Venezuela, Isabel Iturria, y también por el modelo cubano. Fue la propia directora de la Escuela de Salud de Cuba, Tania Aguilar, que explicó que los buenos indicadores de salud que tiene su país - la esperanza de vida más alta y la tasa de mortalidad infantil más baja de América Latina - se deben a la apuesta por la atención primaria que trata, según aseguró, el 85% de las patologías.
Otro tema debatido ayer fue el de los determinantes sociales de la salud, como la clase social o el género. Como explican los investigadores en salud pública Joan Benach y Carme Borrell en el libro 'El precio de la salud' - presentado en el marco de la jornada-, “las causas relacionadas con los niveles de salud y de desigualdades en salud de la población son causas que, mayoritariamente, no dependen de las personas individuales, sino que dependen de factores sociales y, por tanto, deben abordarse desde esta perspectiva”.
La jornada también dio la posibilidad a varios colectivos que tienen afinidades con la CUP de darse a conocer, como el sindicato CGT, la Liga SFC, que defiende las personas afectadas por el síndrome de fatiga crónica o la Asociación Drets i Papers per Tothom.
