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Una decena de entidades reclaman la destitución de la cónsul de México en Barcelona

Sandra Vicente

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“Es una vergüenza que una persona como Claudia Pavlovich, que ha sido acusada de corrupción y ha llevado a cabo prácticas de abuso de poder, haya sido nombrada cónsul de México en Barcelona”. Así se expresaba Arturo Landeros, miembro de la Taula per Mèxic, entidad catalana que capitanea una campaña para exigir la destitución de Pavlovich, nombrada cónsul en Barcelona el pasado enero.

El nombramiento de Pavlovich ha levantado revuelo entre la comunidad mexicana, debido a que la política del Partido Revolucionario Institucional (PRI) carece de experiencia diplomática y, “por contra, cuenta con un pasado lleno de polémicas y acusaciones de corrupción”. Así lo afirma la entidad en un comunicado que ha sido apoyado por una decena de entidades catalanas, españolas y mexicanas, y por más de medio centenar de personas a título individual.

El nombramiento de Pavlovich se enmarca en el mayor movimiento de cargos diplomáticos del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y empezó a levantar revuelo desde que el mismo presidente reconociera que fue nombrada por “motivos políticos”. Pavlovich, quien fue gobernadora de Sonora (2015-2021) habría facilitado la ascensión al poder del partido de López Obrador (MORENA) en el estado que ella gobernaba, motivo por el cual “se la premió con un consulado amable y lleno de oportunidades”, denuncian desde la entidad, que reclama que “Barcelona deje de ser un premio a las corruptelas políticas”.

Esta acusación se basa en una investigación realizada por la organización 'Mexicanos contra la Corrupción' que destapó la llamada Operación Safiro, una trama de desvío de 650 millones de pesos (más de 28 millones de euros) de fondos públicos para financiar campañas electorales del PRI. El estado de Sonora, bajo mandato de Pavlovich, habría sido uno de los que más fondos desvió: 140 millones de pesos (6 millones de euros), un 22% del total. Recientemente, la organización ha instado a la reapertura del caso, que fue archivado en 2019 por falta de pruebas.

Un incendio que acabó con la vida de 49 niños

La lista de malas prácticas que desde Taula per Mèxic atribuyen a Pavlovich es larga. Una de las más sonadas se remonta a 2009, cuando un incendio arrasó la guardería ABC, en Hermosillo (Sonora), causando la muerte de 49 niños y heridas graves y permanentes a otros 150 más.

La asociación de víctimas del incendio lleva años denunciando la corrupción y el tráfico de influencias desde que Pavlovich se dirigiera al juez instructor de la causa (aun siendo representante del gobierno local y parte de la lista de personas investigadas) para recomendar a dos de los propietarios de la guardería, todos ellos con cargos políticos en activo o con relaciones familiares estrechas con miembros del gobierno.

Gracias a las recomendaciones de Pavlovich, los propietarios del inmueble ascendieron en su carrera política. Y cuando esta ostentaba ya el cargo de gobernadora del estado, forzó que se alargara el secreto sobre el caso hasta el año 2026 para evitar, según declaraciones de su gobierno, que aquella información pusiera en riesgo “la vida, seguridad o salud de los implicados”.

Este movimiento, que supuso que hasta pasados 15 años, nadie podrá saber qué pasó en esa guardería, fue definido por el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación mexicana (SCJN), Arturo Zaldívar, en 2021 como “una operación de Estado para proteger a los altos funcionarios públicos del gobierno”.

Me avergüenza que una persona así represente a mi país”

Adriana Villegas es madre de Héctor, uno de los niños sobrevivientes del incendio en la guardería ABC. Su familia ha volado hasta Barcelona para participar, en representación de la asociación de víctimas, en la campaña que exige la destitución de Pavlovich. “Carece de autoridad moral y nos da vergüenza que una persona así represente a mi país en una ciudad que ha sido tan solidaria con México como es Barcelona”, ha asegurado Villegas.

Las familias, que han enviado diversas cartas al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, han reclamado la destitución de la cónsul y han denunciado que ésta jamás se llegó a reunir con las víctimas para atender sus reclamaciones. De hecho, tal es la desatención que lamentan por parte del estado, que tuvieron que ir hasta California para encontrar un hospital que accediera a tratar gratuitamente a sus hijos.

Y es que el tratamiento de los sobrevivientes es largo y caro. Héctor ha tenido más de 10 cirugías reconstructivas, que han reemplazado el 60% de la piel de su cuerpo y han acompañado al crecimiento de la piel del 40% restante. “Las secuelas son enormes y hemos tenido que trabajar mucho con nuestro hijo para conseguir que pueda hacer una vida normal”, dice Villegas, en referencia a Héctor, que también ha volado con ella a Barcelona.

“Consideramos que es una afrenta que una persona como Pavlovich, que jamás se ha reunido con las familias víctimas, esté al frente de un consulado que debería representar a 12.000 personas”, ha expresado Arturo Landeros, en referencia al Consulado de Barcelona, que tiene competencias sobre Catalunya, la Comunitat Valenciana, Aragón, Murcia y Baleares.

Una historia que se repite

El nombramiento de una figura polémica al frente del consulado es algo que Barcelona ya vivió en 2015, con la llegada de Fidel Herrera Beltrán. Quien fue gobernador de Veracruz, fue nombrado representante mexicano en la capital catalana por el entonces presidente mexicano Enrique Peña Nieto en un movimiento muy controvertido y discutido por asociaciones y sociedad civil. Y es que sobre Herrera pesaban acusaciones de ser un agente importante en las redes de crimen organizado en México, hasta el punto de que se le llegó a denominar el Zeta1 (en referencia al cartel de Los Zetas).

Además, para poder nombrar a Herrera cónsul, Peña Nieto tuvo que rebajar el estatus del consulado barcelonés de Consulado General a Consulado de Carrera. Esto significa que, siendo así, el Senado mexicano no tiene que ratificar los cónsules, hecho que da vía libre a “nombramientos a dedo sin ningún sentido más que premiar a personajes corruptos, para alargar una carrera política que en México ya habría llegado a su fin”, denuncian desde Taula per Mèxic.

“Barcelona no es un premio”, reiteran desde la entidad. Por ello, reclama que se revoque el nombramiento y que se eleve de nuevo el estatus del consulado. Para ello, ha remitido una carta al Ministerio de Asuntos Exteriores español y pidiendo, además, explicaciones sobre “por qué la Oficina de Información Diplomática no encontró ningún impedimento para nombrar a la Sra. Pavlovich cónsul de México en Barcelona”. Además, también han dirigido una misiva a la alcaldesa Ada Colau, para pedirle que se posicione, como ya hizo con Fidel Herrera, contra el nombramiento de Pavlovich.