El 'Manifiesto para una democratización urgente y real de las instituciones culturales' lo firman un grupo de intelectuales agrupados en el colectivo 18M por el Día Internacional de los Museos. Hay nombres tanto de artistas, escritores y creadores catalanes, así como de internacionales, como es el caso de Antonio Negri, Slavoj Zizek o Steve Edwards. Todos ellos consideran que el patrimonio que supuso la creación de una red de instituciones culturales públicas, a raíz de la inflexión de los Juegos Olímpicos del 92, está siendo “dilapidado”. Los firmantes manifiestan que la tendencia a instrumentalizar los centros culturales parece un “mal endémico”, y que se utilizan los museos como “escaparate y propaganda partidista” y las políticas culturales para “guerras identitarias”.
El manifiesto destaca tres instituciones por su impacto en la ciudad y por su proyección internacional: La Fundación Tàpies, el CCCB y el MACBA. Sobre este último aseguran que es un “ejemplo escandaloso” de la actual tendencia de priortizar el perfil local del director y sus jurados, que pasan a ser órganos meramente consultivos que dejan las decisiones finales en manos de cargos políticos. Por todo ello, el colectivo asegura que no pueden “ser cómplices de la desertización cultural de Barcelona” y hacen un llamamiento a que se produzca una amplia movilización de los intelectuales y de los trabajadores culturales para acabar con la actual tecnocracia dirigente.
A continuación reproducimos el texto del 'Manifiesto por una democratización urgente y real de las instituciones culturales':
La inflexión del 92 dio a la cultura un gran protagonismo en las políticas públicas de Barcelona. Uno de sus resultados positivos ha sido la creación de una red de instituciones culturales que, con su fuerte presencia en la ciudad, constituyen un gran patrimonio ciudadano, no de los partidos políticos ni de un determinado sector.
Tres instituciones en particular han destacado por su impacto en la ciudad y su proyección internacional: el CCCB, la Fundación Tàpies y el MACBA, que han funcionado como un verdadero servicio público. La solidez de sus programas de exposiciones, el debate y la educación, con la interacción con agentes sociales diversos han constituido una trama indisociable el papel de la que en la ciudad ha sido el de contribuir a la emancipación crítica de la ciudadanía y no a la mera gobernanza de la sociedad. Sin embargo, en pleno siglo XXI, la tendencia a instrumentalizar las instituciones culturales parece ser un mal endémico.
Al repunte de una política cultural corporativa y parroquial que aspira a monopolizar el debate público, utilizando los museos como escaparate y propaganda partidista, se suma la creciente captura regresiva de las políticas culturales para las guerras identitarias. Los recortes a los presupuestos culturales públicos de los últimos siete años han profundizado la precariedad estructural que está asfixiando la posibilidad de sostener proyectos institucionales significativos y transformadores.
El espacio para la institucionalidad cultural democrática empequeñece. El reciente cambio en la dirección del CCCB por cargos de partido; el golpe de mano en el MACBA, asestado con nula transparencia; las convocatorias de concursos para la dirección de museos y centros de arte en los que se privilegia de manera equívoca el perfil local del director, y los jurados de los que, de composición dudosa, son meramente consultivos dejando las decisiones finales en manos de los cargos políticos -siendo ahora el MACBA el último ejemplo escandaloso- son algunos síntomas de la tendencia irrefrenable a vaciar los centros culturales de su responsabilidad intelectual.
Los profesionales de la cultura realmente comprometidos con un proyecto democrático, emancipador y progresista, no podemos restar callados y quedarnos de brazos cruzados. Ante el actual estado de emergencia debemos dejar a un lado nuestra diversidad de criterios para afirmar que nuestras diferencias sólo son posibles si se da garantía a la existencia de unas instituciones democráticas que funcionen con autonomía y rigor al servicio de la sociedad. Hoy más que nunca es necesaria una amplia movilización de los intelectuales y trabajadores culturales frente al proceso de aculturación que está promoviendo la actual tecnocracia dirigente.
No podemos ser cómplices de la desertización cultural de Barcelona. El capital cultural público acumulado está siendo dilapidado. Recuperemos las instituciones, salvemos la foto de la regresión, del control partidario y del abandono.
Los firmantes del manifiesto son:
Juan Goytisolo, Ignacio Echevarría, Juan Marsé, Guillermo Martínez, Chantal Mouffe, Itziar González Virós, Jorge Luis Marzo, Pep agudo Bonsfills, Arola Tous Galí, Alberto Toscano, Antonio Negri, Lothar Baumgarten, Nieves Quimasó, Claudio López de Lamadrid, Lluís Alcarazo, Beth Gali, Oriol Bohigas, Catherine David, Michael Hardt, Josep Pons, Steve Edwards, Dr. Gail Day, Jorge Ribalta, Pedro G. Romero, Slavoj Zizek, Judith Butler, Ángela Molina, Oscar Guayabero, Toni Berini, José María Guelbenzu, Francesca Llopis, María del Mar Arnús, Borja Casani, Manuel Huerga, Rosario Fontova, Francisco Sert, Frederic Amat, Aurelio Major, Montserrat Cuchillo Foix, Roberto Enriquez (Bob Pop), Andreu Jaume, Domingo Ródenas de Moya, Javier Pastor, Jordi García-Soler, Isabel Steva 'Colita', Virginia Marx, Félix Ovejero, Cecilia Dreymüller, Agustín Carbonell , Jacques Rancière, Nuria Amat, Maruja Torres, Estela Robles, Carlos Pardo García, Miriam Tey, Brian Holmes, Alicia Nuñez Salmerón, Mario Campaña, Pepe Ribas, Edgardo Dobry, Pedro Moreno Meyerhoff, Laura Freixas, Patricio Pron, Héctor Mora Campón, Kima Guitart Comaposada, Antoni Llena, Manel Esclusa, Nicole de Amonville, Anatxu Zabalbeascoa, Ana S. Pareja, Jordi Torres, Isaac Rosa, Antoni Bernad, Daniel García Andújar, Jordi Doce Chambrelán, Antonio Ramírez, Lali Canosa de Puig, Victoria Combalia , Carmen Calvo Sáenz de Tejada, Elena Ramírez, Lali Álvarez Garriga, Iván Morales, Javier Montes, Francisco Solano, Juan Yago García, Lydia Zimmermann, Helena Tatay, Aleix Fauró Sierra, Pablo Serrano, Alex Serrano Tarragó, Martha Rosler, Javier Rodríguez Marcos , Isabel López Vilalta, Lars Phys, Andrea Montoya Gil, Laura Cabarrocas Piquer, Alicia Marsans, Antonia Sert, Elvira Huelbes, Lourdes Fernández, Carlos Prieto del Campo, Javier Clarós, Unai Velasco Quintela, Enric Mauri, Rafael Gumucio, Vicens Casassas, Enrique Ansesa Gironella, José Luis Mateo, Quim Domene, José Carlos Cataño, Laura Terré, Isabel de Villalonga, Cesc Gelabert, Albert Solé Bruset, Clara Lara Rodríguez Serrahima, Álvaro Pombo, Xavier Beneyto, Xavier Ribas, Ilan Stavans, Carlos Moreno Ribot, Jesús Galdón, Juan Vicente Aliaga, Lluís Homar, Alberto Peral, Dora García, Carles Guerra, Manuel Borja-Villel, Manolo Laguillo Menéndez, Eva Lootz, David Ribas Boldú, Maria O 'Shea, Jonás Trueba, Javier Codesal, Antonio Sáez Delgado, Irene Antón, Coliseo Campos, Mónica Muñoz Castaño, David Mayor, Julián Rodríguez, Francesca Llopis Planas, Yolanda Romero, Marta Sanz, Víctor Jaenada, Jorge Herralde, Eulalia Valldosera, Sabina Simón, Magda Inglés, Josep Massot, Lluís Pasqual, Marina Rossell, Ariella Azoulay, María Giralt, Christian Martín Menzel y Laia Ventayol Ceferino.
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