Aquí toda información es poca, se escatima, es furtiva, y para hablar del Teatre d’Estrangis, una modalidad del teatro desubicado, contactamos sucintamente al desconocido director de este evento barcelonés, quien, por supuesto, no ha querido ni dar a conocer sus iniciales como una garganta profunda más.
El teatro desubicado ya se practica desde hace tiempo, es un teatro que quiere salirse del escenario de un teatro o una sala convencionales y encontrar un lugar donde desarrollarse y tomar marco y contexto (de la manera que un objet trouvé lo es para un fotógrafo o un artista).
Actualmente están previstas tres piezas diferentes que funcionan independientes, la primera acabará el próximo jueves y aquí se encuentran los horarios. La web es un anzuelo en el océano, que se ha ayudado del boca a boca y las redes sociales para darse a conocer. La comunicación y la captación de público son un complicado ejercicio de equilibrio en el que se ha de manejar muy bien la información que se publicita y tapar posibles fugas que desvelen y rompan parte del encanto del espectáculo.
No hay pistas de si la obra que se va a ver interpretada finalmente será un Molière o un Ionesco, si será Commedia dell'Arte o Kabuki, teatro a secas o contemporáneo... Este secretismo es, según comenta el director, “un estímulo para el público y forma parte del juego y de la filosofía de la compañía”.
Sin embargo, sí nos avanza que son obras “siempre ligadas a un espacio concreto, por tanto hasta que no encontramos los espacios y nos ponemos a trabajar en ellos nunca sabemos que saldrá...”. Aprovecha para dar algunas pistas pragmáticas, como que las piezas “tienen una duración de 45 a 50 minutos y están pensadas para que el público se lo pase bien y disfrute” de una experiencia poco común.
Para él la idea del Teatre d’Estrangis viene “de las ganas de hacer un teatro directo sencillo barato y divertido para los que lo hacemos y los que vienen a vernos.” Asimismo apunta que “además, en tiempos de crisis, donde la cultura está siendo sistemáticamente atacada, este tipo de iniciativas clandestinas tienen mucho sentido” y se configura como “una alternativa dentro de los espectáculos alternativos” de la ciudad.
De momento en el Teatre d’Estrangis “está resultando todo bastante fácil y divertido. Estamos encontrando sitios fascinantes y muchas facilidades para hacer los espectáculos”. Así que afirma que el balance es positivo: “Vamos poco a poco, intentando ajustar al máximo los espectáculos y descubriendo aquello que gusta y aquello que podemos mejorar. La respuesta del público está siendo muy positiva en cuanto a asistencia”. No poco ayuda que los actores “son jóvenes pero con mucho talento y ganas de hacer muchísimas cosas”.
Hasta aquí se puede hablar. Por algunos testimonios sabemos que la Pieza 01 es fresca y es entretenida, con buenas actuaciones y en un entorno “muy apropiado”... No se puede añadir nada más sin traicionar el espíritu de este nuevo espectáculo que anima una ciudad que bulle de propuestas nuevas. La obra se desvelará sólo a medida que el público la vea... Después, ¡guardad el secreto!
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