Es tu código postal

Por mucho que los gestores de la sanidad pública adictos a la privatización intenten convencernos de que la salud depende de nuestro estilo de vida y de nuestro código genético, es muy obvio que la salud depende, sobre todo, de determinantes socioeconómicos como el barrio en el que vives, la calidad de tu vivienda y tus ingresos. En resumen: tu código postal es más importante que tu código genético.

La vivienda, un derecho por el cual estamos ahora luchando más que nunca, determina, en gran parte, la salud. ¿Cómo estaría tu salud si vivieras con el estrés de un posible desahucio? ¿Cómo afectaría a tu salud el vivir con 8 personas más en un espacio de 40 metros cuadrados? ¿Cuánto tiempo durarías viviendo en un cajero?

A las personas enfermas nos preocupa mucho el tema de la vivienda porque ya nos cuesta vivir con los recortes y la privatización de la sanidad pública. Si además nos vemos antes la posibilidad de estar sin techo, nos acabaría de rematar. Esta situación es muy común porque al estar demasiado enfermas para poder trabajar, nos vemos con ingresos reducidos o sin ingresos.

Están también las personas que se van a quedar sin cobertura sanitaria el 1 de abril debido al racista, sexista y clasista Real Decreto Ley 16/2012, personas que por múltiples razones no están empadronadas. Esas miles de personas sin papeles en todo el estado español se quedarán si atención sanitaria. Este es el apartheid sanitario tan bien explicado por Montse Pineda del Comité 1 de Desembre en su indispensable artículo “El decreto de reforma sanitaria. Golpe de estado a la ciudadanía”.

Por todo esto, salimos a la calle (a la real o a la virtual, en el caso de los enfermos). El sábado 16 de febrero salimos con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y el domingo 17 de febrero con la “Marea Blanca” compuesta de profesionales sanitarios y usuarios de la sanidad. Porque la vivienda y la salud son derechos, no negocios.