La Fiscalía descarta que los bloques de hormigón en las calzadas de Barcelona sean un peligro para la seguridad vial

La Fiscalía de Barcelona ha archivado la investigación sobre los bloques de hormigón colocados por el Ayuntamiento para cortar carriles de tráfico en varias calles de la ciudad al concluir que no suponen un peligro para la seguridad vial. Los bloques sirven para delimitar los carriles de la calzada por los que antes de la pandemia circulaban coches y ahora los peatones.

El servicio de delitos contra la seguridad vial de la Fiscalía de Barcelona, que coordina la fiscal Isabel López, abrió el pasado mes de agosto diligencias a raíz de la denuncia interpuesta por el abogado Daniel Vosseler. El letrado alertaba del peligro que pueden suponer estos bloques de hormigón para motoristas y ciclistas, por lo que pedía que se investigara si podían ser constitutivos de un delito contra la seguridad del tráfico y otro de prevaricación.

La fiscal pidió varios informes a los Mossos d´Esquadra, la Guardia Urbana y la Gerencia de Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona sobre las “deficiencias observadas” en la instalación de los bloques, tras lo que ha concluido que no concurren indicios suficientes para considerar ningún delito relacionado con la colocación en la vía de obstáculos imprevisibles que supongan un grave y objetivo riesgo para la circulación ni ningún otro relativo a la seguridad vial.

La policía catalana concluyó que no se había detectado un incremento de riesgo de accidente por el conjunto de los usuarios que utilizaban los tramos de vía con los bloques de hormigón, mientras que la Guardia Urbana certificó que entre mayo y septiembre no había tenido que intervenir por ningún accidente de tráfico con heridos a consecuencia de colisión con los bloques de hormigón. La Gerencia de Movilidad estableció una serie de mejoras para minimizar el impacto de los bloques, referidas tanto a su señalización como al pulido de sus aristas.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, aseguró a finales de julio pasado que el gobierno municipal no retiraría los bloques de hormigón que delimitan las calzadas de las calles Girona, Consell de Cent y Rocafort, en el Eixample, resultado de actuaciones de “urbanismo táctico”, porque están “para proteger a los peatones”.