Pobreza Cero, Catalunya Plural y Solidaridad y Comunicación - SICOM colaboran en la difusión de esta iniciativa y cada mes explicarán las reivindicaciones en uno de los 12 frentes en la lucha contra las desigualdades mediante entrevistas con representantes de entidades adheridas a la campaña, que también serán emitidas en el programa “La Plaça dels Futurs”, de Radio Municipal de Terrassa.
“Queremos revertir la mentalidad extendida de que hay que pagar el mínimo posible de impuestos”
Uno de los doce frentes de lucha contra las desigualdades de la Plataforma 'Pobreza Cero' es 'Aplicar una fiscalidad justa'. En el Manifiesto que recoge estas doce propuestas se dice que “la política fiscal define el modelo de sociedad que queremos construir y es un pilar fundamental para la equidad. Para combatir las desigualdades hay que revisar las políticas de recaudación y gasto y adoptar un sistema fiscal justo en el que paguen más los que más tienen”.
La ‘Plataforma por una Fiscalidad Justa, Ambiental y Solidaria’ es una de las más de tres mil entidades que forman 'Pobreza Cero'. Acaba de organizar la Segunda Jornada Ciudadana por una Fiscalidad Justa. Xavier Casanovas es su portavoz.
¿Cómo nos explicarías los objetivos, el trabajo que hace la Plataforma por una Fiscalidad Justa, Ambiental y Solidaria?
La Plataforma agrupa a una serie de entidades y personas preocupadas por nuestro sistema fiscal, por el tipo de políticas fiscales que hay en nuestro país. Consideramos que estas políticas son de corte muy regresivo y así ha venido siendo en los últimos años. Queremos hacer propuestas, incidir, actuar como lobby ciudadano, como gente organizada de la sociedad civil que apuesta por un modelo fiscal diferente, más justo, más progresivo y también más ambiental y solidario.
¿Por qué habéis introducido el factor “ambiental” en el nombre de la Plataforma?
Cuando hablamos de fiscalidad ambiental queremos decir que pague más o que contribuya más al erario público quien más contamina. La fiscalidad ambiental es una vía para desincentivar aquellas prácticas que son degradantes o que vulneran nuestro medio ambiente. En este ámbito hay un gran campo a recorrer. Europa tiene propuestas en cuanto a sacar adelante leyes relacionadas con la fiscalidad ambiental que aquí, en nuestro país, todavía no hemos implementado. Es una de las vías de presión porque aquí hay mucho trabajo por hacer.
¿Qué entidades promueven o están adheridas a esta Plataforma?
Encontramos entidades sindicales, como CCOO y UGT, entidades vecinales, como la CONFAVC, ecologistas, como ‘Ecologistas en Acción’, o entidades cívicas o religiosas, como ‘Cristianismo y Justicia’. Pero también, y cada vez tienen más fuerza, personas a título individual, ciudadanos que están preocupados por esta cuestión y se acercan a la Plataforma. Vienen a nuestras reuniones mensuales abiertas para aumentar la base de esta sociedad indignada y con una propuesta concreta en torno a los impuestos.
¿A través de qué acciones o actividades dais a conocer sus planteamientos?
Hacemos unos informes que intentamos trasladar a la clase política y a los medios de comunicación. Y también tenemos una agenda ciudadana, para ir consiguiendo que la sociedad sea más consciente de la necesidad de los impuestos. Necesitamos mucho trabajo, mucha pedagogía.
En general, la gente, sea de derechas o de izquierdas, quiere que los impuestos le impacten lo menos posible. Creemos que hay que revertir esta mentalidad. Creemos en un modelo de sociedad donde los impuestos nos ayuden a sostener las políticas públicas.
Por eso organizamos encuentros como la ‘Segunda Jornada Ciudadana por una Fiscalidad Justa’, centrada en el debate sobre los impuestos y la necesidad de reformularlos de forma más progresiva. Ahí presentamos la campaña que pondremos en marcha sobre zonas libres de paraísos fiscales.
El 1% más rico de la Humanidad tiene tanto patrimonio como todo el resto de seres humanos. En España, 20 personas tienen tanto dinero como el 30% de españoles más pobres. Y el patrimonio de las sociedades de inversión de las grandes fortunas, las SICAV, ha crecido un 30% durante la crisis. ¿Una fiscalidad justa podría cambiar esta situación?
Debería hacerlo. En nuestro país hay mucho margen de lucha contra el fraude y la elusión fiscal. Son una lacra. Tenemos una economía sumergida del 25%, cuando el promedio europeo es de en torno al 12% o el 13%. Hacen falta políticas concretas, una apuesta clara con leyes fuertes que persigan el fraude y la elusión fiscal.
Por otro lado, también necesitamos políticas fiscales más equitativas, contra el agravio que siempre denunciamos del trato diferente de las rentas del capital y del trabajo. Se están gravando mucho más las rentas del trabajo y son los trabajadores, de hecho, con sus impuestos, los que sustentan el estado del bienestar.
Tenemos que conseguir que el capital contribuya mucho más de lo que está haciendo ahora.
¿Qué cambios fundamentales habría que introducir en la fiscalidad de países como el nuestro?
Son muchas las voces autorizadas que piden una reforma en profundidad de nuestro sistema fiscal. A la última 'reforma' de 2015 no sé si le podríamos ni siquiera dar ese nombre. El consenso es amplio en algunos aspectos: hay que eliminar deducciones y bonificaciones que permiten crear 'agujeros' en el pago de impuestos, estableciendo así vías fáciles de elusión. Hay que acabar con el agravio que hay entre la tributación del capital (claramente favorecida con tipos mucho más bajos) y la del trabajo (que tiene tipos más altos ya que el trabajo no se puede 'deslocalizar'). Y hay una firme voluntad de persecución del fraude fiscal dotando de más recursos a la Agencia Tributaria y poniendo los esfuerzos de la persecución no en el pequeño defraudador sino en el más grande.
¿Hay algún modelo de fiscalidad en el mundo que haríamos bien en potenciar y copiar?
Siempre ponemos de ejemplo países nórdicos: Noruega, Dinamarca,... Tienen modelos diferentes, interesantes, que hay que estudiar y ver cómo se podrían aplicar en nuestro país. Siempre es difícil, ya que el modelo fiscal va muy asociado al modelo cultural y de sociedad de un país. El trabajo por el cambio no pasa, simplemente, por aprobar unas leyes diferentes sino por una educación clara en la corresponsabilidad. Hay que explicar y no dejar nunca de repetir que unos servicios públicos pagados, y por tanto de responsabilidad colectiva, son menos costosos, funcionan mejor y tienen un alcance mucho más universal que unos servicios de carácter privado y de responsabilidad individual. Si nos creemos esto, estaremos dispuestos a adaptar nuestro modelo fiscal para sostenerlos, y a partir de ahí podremos estudiar alternativas y modelos de otros países que seguro nos pueden ser útiles.
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Pobreza Cero, Catalunya Plural y Solidaridad y Comunicación - SICOM colaboran en la difusión de esta iniciativa y cada mes explicarán las reivindicaciones en uno de los 12 frentes en la lucha contra las desigualdades mediante entrevistas con representantes de entidades adheridas a la campaña, que también serán emitidas en el programa “La Plaça dels Futurs”, de Radio Municipal de Terrassa.