El ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, ha negado que el juicio sobre el 9-N que empieza hoy en Barcelona se deba a una decisión política, como aseguran los tres acusados, el expresidente de la Generalitat, Artur Mas, a su vicepresidenta, Joana Ortega y a la ex consejera de Educación, Irene Rigau. “Lo que se juzga es una actuación que desconocía precisamente una sentencia del Tribunal Constitucional”, ha dicho en Bruselas, al comienzo del Consejo de Exteriores.
Preguntado sobre si le preocupa la interpretación que se pueda hacer del juicio en el extranjero, ha asegurado que “no tiene que verse de ninguna manera en especial. Es una actuación de los tribunales prevista perfectamente en el orden constitucional y en el Estado de Derecho español”.
Por su parte, la Comisión Europea se ha desentendido este lunes del juicio sobre el 9-N: “No nos corresponde hablar de cuestiones internas relacionadas con el orden constitucional de un Estado miembro”, ha dicho el portavoz, Margaritis Schinas. Hasta en dos ocasiones ha evitado responder, incluso cuando se ha apelado al sentimiento pro-europeísta de los catalanes que reclaman el derecho a decidir. La postura del Ejecutivo comunitario sobre la independencia de Catalunya se mantienen inalterable desde 2004, cuando la fijó el expresidente Romano Prodi.