¿Es lo mismo plátano que banana?

Plátanos y bananas en un mercado

Eric Santaona

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Muchas personas piensan que cuando nos referimos a un plátano o una banana estamos hablando del mismo fruto, y prácticamente tienen razón, ya que la cercanía entre las dos frutas es máxima.

No obstante, hay pequeñas diferencias en textura, sabor y aspecto debido, principalmente, a que a pesar de tener ambas origen en el cruce de las variedades de plátanos Musa acuminata y Musa balbisiana, las dos procedentes de las regiones tropicales y subtropicales de Asia. A partir de ahí, han derivado en distintas líneas.

Ambas especies fueron introducidas en Africa en torno al siglo IV antes de Cristo y posteriormente, con el descubrimiento de América, saltaron a la zonas tropicales y subtropicales del nuevo mundo.

Por origen, también se distinguen, pues denominamos plátano propiamente dicho a la variedad genética procedente de las islas Canarias, que se consume casi únicamente en la península y es conocida como “plátano de Canarias”.

En cuanto a la banana, definimos así todo tipo de frutos y foráneos similares al plátano, ya procedan de Senegal, Colombia, Ecuador o alguna zona del Caribe como la República Dominicana.

Es decir que englobamos en el término a diferentes variedades. Pero además de la cuestión lingüística y de origen, estas dos frutas presentan diferencias en otros aspectos.

Tamaño y aspecto

En cuanto a las dimensiones físicas, la banana es más grande. El plátano presenta 135,5 gramos de peso medio y 15,7 cm de longitud media. Frente a él, las bananas ofrecen 237,7 gramos de peso medio y 20,5 cm de longitud media.

La curvatura es más evidente en los plátanos, que presentan aspecto de dedos a medio cerrar, mientras que las bananas son más rectas. Por otro lado, el plátano, a medida que madura, acostumbra a motearse con manchas negras, cosa que no hace la banana, que siempre mantiene un color de piel de un amarillo algo más pálido, aunque esto puede variar.

En cuanto al aspecto interior, desde la Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias (ASPROCAN), señalan que mientras la carne del plátano de canarias tiende a tonos más amarillos, la banana destaca por su palidez con una cierta tonalidad verdosa

Densidad calórica

La otra vertiente que diferencia ambas frutas es la densidad calórica, pues a pesar de ser muy similar, según ASPROCAN presenta un balance superior a la banana, ya que, siempre según la citada asociación, “el aporte de calorías del plátano es de 90 kcal/100 g, frente a 109,6 kcal/100 g de la banana.

En ese sentido, la banana ganaría en dulzor debido a sus azúcares, pero aportaría más calorías. De todos modos, la diferencia es apenas significativa.

El plátano macho, un tercer tipo

Otra variedad que nos llega a España es el llamado “plátano macho”, procedente de Ecuador, donde lo llaman simplemente “plátano”, tal y como nosotros solemos llamar al de Canarias.

Se trata de un fruto muy duro y harinoso, pobre en azúcares e imposible de comer en crudo, por lo que se usa para comer frito, como si fueran chips de patatas fritas, o bien para hacer harina.

Destaca por su mayor tamaño respecto al plátano de Canarias y la banana, pudiendo llegar a los 200 gramos. Además presenta una ligera curva respecto a la banana.

Por otro lado su piel es gruesa y verdosa, distinguiéndose así de la claramente amarilla del plátano de Canarias. Por cierto que es una variedad distinta, pero no quiere decir que sus semillas den árboles masculinos.

En realidad la inmensa mayoría de bananos que se utilizan en la producción son árboles estériles y sin semillas, que se reproducen por plantones, que son los brotes que le salen al banano en su base.

El banano da una sola floración por tronco ,y cuando la ha dado, se corta dicho tronco y se favorece una de las plantas hijas que crecen en su base; el resto se cortan. De este modo un solo árbol puede durar muchos años.

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