Seis alimentos vegetales indicados para prevenir la diabetes de tipo 2 en adultos y mayores

Ensalada

Jordi Sabaté

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De la mano de la obesidad, la diabetes de tipo 2 es la nueva plaga de salud del siglo XXI, animada por en sedentarismo, el consumo desmedido de azúcar, de alimentos ultraprocesados y, sobre todo, de bebidas refrescantes azucaradas.

Pero sin tener que acudir a personas obesas y con malos hábitos alimentarios, a lo que podríamos sumar el alcoholismo y el tabaquismo, estos problemas de salud van penetrando de forma ladina en forma de sobrepeso crónico y diabetes de tipo 2 en adultos mayores.

A este respecto hay que recordar que la diabetes es un estado de fallo crónico del páncreas en la producción de insulina, un estado en muchas ocasiones irreversible y al que se llega tras forzar repetidamente a este órgano a fabricar la citada hormona, que controla la glucosa en la sangre, ante la avalancha de azúcar en la alimentación.

Pero mientras en unas personas el fallo en el páncreas se produce a corta o mediana edad, porque abusan intensivamente de su mala alimentación, en otras, un exceso sostenido, pero más contenido, de azúcares libres y grasa saturadas en la dieta a lo largo de una vida, fuerza el fallo a largo plazo de páncreas, cuando somos mayores.

Así, personas mayores de 50 años delgadas y que jamás habían tenido problemas, sufren de repente los síntomas de la diabetes. Hay cierto peso de la genética en ello, pero sin el concurso de la mala alimentación, la interrupción de insulina por parte del páncreas es mucho más improbable.

De hecho, la diabetes es una enfermedad cuya incidencia aumenta con la edad y actualmente se calcula que el 40% de las personas que sufren diabetes es mayor de 65 años.

Por lo tanto, cuanto mayores nos hacemos más tenemos que cuidar nuestra dieta e introducir en ella alimentos que nos ayuden a moderar el azúcar en la sangre, y entre ellos, especialmente aquellos que estimulan la producción de insulina, facilitando la tarea del páncreas.

Seis alimentos indicados para combatir la diabetes de tipo 2

Brocoli.

Diversos estudios avalan la acción del brócoli tanto como controlador del azúcar en sangre gracias su abundante fibra, como estimulando la producción de insulina gracias al poder antiinflamatorio del sulforafano, su compuesto más interesante, ya que se estudia su eficacia en casos de cáncer.

Legumbres.

Destacan por su gran cantidad de fibra dietética, que les confiere control en los picos de azúcar en sangre, muy lesivos para el páncreas. Pero además aportan otros beneficios en el estímulo de la insulina, como desveló el macroestudio PREDIMED sobre dieta mediterránea. Aquellos participantes que consumieron más legumbres (y en especial lentejas) desarrollaban menos Diabetes Mellitus tipo 2.

Perejil.

Un estudio de 2003 demostró que ciertas sustancias del perejil estimulan a las células pancreáticas de ratones para producir insulina y controlar mejor así los niveles de azúcar en la sangre. Es por ello que es recomendable sazonar con perejil los platos e incluso comer ramitas de vez en cuando, sobre todo antes de las comidas.

Canela.

Aunque todavía hay cierto debate al respecto, algunos estudios como este señalan beneficios de añadir canela a las comidas, sobre todo en lo que se conoce como síndrome postprandial de la insulina baja o reactiva, y refiere a los bajones de azúcar en sangre tras las comidas, que son tan peligrosos en diabéticos como los picos. La canela al padecer evitaría este síndrome.

Vinagre.

Se sabe por diversos estudios que el vinagre interviene favorablemente en estimular al páncreas para que fabrique insulina en individuos resistentes -diabéticos o que están cerca de ello-, a la vez que reduce la producción de glucosa por parte del hígado. Otros estudios demuestran que el consumo de una cucharada de vinagre al acostarnos reduce la glucosa sérica al levantarnos.

Por otro lado, el metaanálisis de estudios Vinegar consumption can attenuate postprandial glucose and insulin responses; a systematic review and meta-analysis of clinical trials concluye que el consumo de vinagre puede atenuar las respuestas posprandiales de glucosa e insulina, es decir, aumentar la presencia de insulina y disminuir la de glucosa tras las comidas. 

Nueces.

La presencia de un alto indice de ácido alfa linolénico, un ácido graso omega-3, en el aceite de las nueces favorece los procesos antiinflamatorios y protectores del páncreas, por lo que ayuda a preservar la producción de insulina. Además hay que destacar su alto contenido en fibra, si bien por su alto poder calórico se deben consumir con moderación.

Ajo.

Una revisión de estudios concluye que “se ha documentado que Allium sativum (ajo) exhibe propiedades antidiabéticas, hipotensoras e hipolipidémicas. Esto sugiere un papel potencial de A. sativum en el tratamiento del síndrome metabólico; sin embargo, se deben realizar más estudios para evaluar su efectividad”.

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