Cómo pintar cualquier superficie de madera
¿Te has cansado ya del color de algunos muebles o elementos de madera que tienes en tu casa? ¿Has encontrado el mueble ideal, ese que llevabas tanto tiempo buscando, pero el color con el que está pintado no es el que tenías en mente? No te preocupes, te vamos a enseñar cómo darle una segunda vida y a hacer que quede perfecto, otra vez, en tu hogar.
En este artículo vamos a explicar todo el proceso de cómo pintar cualquier superficie de madera, desde aquellas que aún no han sido tratadas como las que ya están pintadas. Es tan fácil que te plantearas no deshacerte de ese mueble y lo empezarás a ver como un lienzo en blanco donde deja fluir tu creatividad.
Qué materiales y herramientas vamos a necesitar
- Pintura para muebles y objetos de interior o exterior, según la necesidad.
- Agua (en caso de que la pintura sea acrílica) o disolvente/aguarrás para la pintura sintética.
- Tapaporos para madera (esto es solo necesario si la madera no ha sido tratada).
- Decapante (si queremos retirar la pintura anterior).
- Masilla (para reparar la superficie si tiene agujeros o desperfectos).
- Lijadoras, ya sean manuales o automáticas.
- Brochas para pintar.
- Trapos.
Es muy importante que utilices también elementos de protección, como por ejemplo guantes y mascarilla, ya que trabajaremos con sustancias químicas que pueden provocarnos daños en la piel y dificultad para respirar. Lo mejor es siempre llevar a cabo el proceso en el exterior o en una zona con buena ventilación. Una vez tengamos todos estos materiales y herramientas, podemos comenzar a pintar la madera.
Preparado de la superficie de madera
El primer paso es preparar el elemento que vayamos a pintar. Esta parte es la más importante y laboriosa, pero debemos hacerlo de manera adecuada ya que, dependiendo de si la madera ya ha sido tratada o no, este proceso variará.
- Madera no tratada. Deberás lijar toda la superficie del objeto de madera que quieras pintar y retirar los restos de serrín que se hayan generado con el trapo o con una brocha. Te recomendamos que para esta parte del proceso utilices también gafas protectoras. Una vez hecho esto, deberás aplicar el tapaporos. Gracias a este producto, tendrás una base uniforme ya que sellarás el poro de la madera, impidiendo que la pintura se cuele por el mismo.
- Madera ya pintada (en buenas condiciones). Para este caso también tendremos que lijar, pero sin eliminar la pintura que ya tiene el elemento que queremos pintar. Debemos conseguir que la superficie quede algo rasposa para hacer que la nueva pintura que vayamos a aplicar se adhiera mejor. Posteriormente, limpiamos muy bien el serrín o polvillo que se haya desprendido del lijado y procederemos a aplicar la primera capa de pintura.
- Madera ya pintada (en malas condiciones). Si queremos renovar una superficie que ya ha sido pintada muchas veces o que veamos que la pintura no está en buenas condiciones, tendremos que decapar el elemento. Para ello usaremos un decapante, dejándolo actuar el tiempo que sea necesario, y verás cómo la pintura comienza a reblandecerse. Ahora retiraremos esta pintura reblandecida con una espátula. Al aplicar este producto, recuerda utilizar siempre guantes mascarilla y gafas protectoras. Una vez la superficie haya sido decapada, la limpiaremos con un trapo y agua y la dejaremos secar completamente. Con este proceso hemos eliminado no solo en la pintura, sino también el tapaporos, por lo tanto tendremos que realizar el mismo proceso que hemos descrito en el apartado de la madera no tratada.
Una vez hecho cualquiera de estos pasos para preparar la superficie de madera que vayamos a pintar, debemos revisarla y ver si cuenta con desperfectos. En caso de que así sea, aplicaremos masilla en ellos y la dejaremos secar para posteriormente lijar esa zona.
Proceso de pintado de la superficie de madera
Una vez la superficie que vayamos a pintar haya sido preparada y reparada, podemos comenzar a aplicar la pintura. Primero tendremos que diluir la pintura que vayamos a aplicar en la primera mano, ya sea con agua o con aguarrás/disolvente, dependiendo de la pintura que hayamos escogido.
Una vez esa primera capa se haya secado, pasaremos a aplicar la segunda. Debemos tener cuidado de no aplicar demasiada pintura cada vez, ya que se pueden generar burbujas de aire o goterones. Es mejor tener que dar una tercera capa e ir poco a poco en el proceso.
Para esta tarea nos podemos ayudar de diferentes herramientas dependiendo de si la superficie de madera que estamos pintando es más grande o más pequeña. Podemos emplear un rodillo para aquellas zonas más amplias y brochas o paletinas para las zonas más reducidas y complicadas (como por ejemplo las molduras).
Ahora solo tendremos que dejar que se seque la última capa de pintura que hayamos aplicado y podremos disfrutar de nuevo de nuestro mueble. Si vas a colocar este en una zona exterior, te recomendamos que te asesores con un profesional sobre aquellos productos o cuidados adicionales que va a necesitar.
Consejos y trucos si vas a pintar una superficie de madera
- Elige, siempre que sea posible, una pintura especial para maderas y que cubra todas las necesidades que tengas. Como ya hemos señalado en este artículo, no debes comprar el mismo producto si el elemento que vas a pintar va a estar en el exterior o en el interior, si le vas a dar mucho uso, etc.
- Haz una prueba de color antes de pintar toda la superficie. En una pequeña zona del elemento que vayas a renovar, aplica un poco de la pintura para revisar cómo se verá el color y si se adecúa a la idea que tenías en mente.
- Intenta que el acabado sea uniforme y sin marcas de pincel. Para ello, pinta siempre en la misma dirección y aplica aproximadamente la misma presión en cada pasada.
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