Tres platos con salsa Alfredo, la receta cremosa que es perfecta para acompañar la pasta

Esta receta cruzó el Atlántico hasta llegar a Nueva York, donde los fettucine Alfredo se convirtieron en uno de los platos favoritos del público italoestadunidense

Beth Hernández

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La salsa Alfredo, además de ser cremosa y darle un toque único a tus platos de pasta, te transporta al corazón de Italia desde el primer bocado. Esta salsa, característica por su sabor y su sencilla receta, esconde también una historia de amor detrás de su creación.

Su origen se remonta al año 1908. La historia cuenta que un cocinero italiano llamado Alfredo di Letio, que trabajaba en la trattoria de su madre, un restaurante familiar que ofrecía comida casera, creó este plato pensando en su mujer, a la que el embarazo había hecho perder el apetito. Y conmovido por su situación, decidió prepararle una receta especial. Así, con dedicación y cariño, se puso manos a la obra y preparó unos fettuccine de sémola a los que les añadió una salsa de mantequilla con abundante queso parmesano.

El resultado fue tan delicioso que su esposa quedó encantada con el plato. A partir de entonces, Alfredo decidió incluir la receta en el menú del restaurante, sin imaginar que ese gesto de amor se convertiría en una leyenda gastronómica.

Pasados unos años, en 1914, Di Lelio abrió su propio restaurante, al que llamó Alfredo Alla Scrofa. Tiempo después, alrededor de 1920, dos grandes estrellas del cine mudo estadounidense, Mary Pickford y Douglas Fairbanks, se encontraban en Roma celebrando su luna de miel y, por casualidad, fueron a cenar al restaurante de Alfredo. Al probar el plato de fettuccine con salsa Alfredo quedaron sorprendidos por su característico sabor. En agradecimiento le obsequiaron a Alfredo con un tenedor y un cuchillo de oro macizo con la inscripción 'To Alfredo, the King of the noodles', que se podría traducir como “Para Alfredo, el rey de los fettuccine”.

A partir de ese momento, el restaurante se hizo famoso y muchas otras celebridades comenzaron a visitarlo, atraídas por la fama de aquella salsa que había conquistado a las estrellas de Hollywood. Con el paso del tiempo, Alfredo vendió su restaurante en 1940. Sin embargo, en 1950 abrió un nuevo establecimiento junto a su hijo Armando, al que bautizaron como Il Vero Alfredo, el cual sigue abierto hasta día de hoy.

Debido al éxito, la receta se internacionalizó y cruzó el Atlántico hasta llegar a Nueva York, donde los fettuccine Alfredo se convirtieron en uno de los platos favoritos del público italoestadunidense. Actualmente, la marca cuenta con una franquicia de restaurantes en países como Estados Unidos, México, Brasil y Chile, llevando el sabor de esta historia de amor italiana a distintos rincones del mundo.

Fettuccine Alfredo

La receta se internacionalizó y cruzó el Atlántico hasta llegar a Nueva York.

Esta receta se mantiene fiel a la versión original, que combina la suavidad de la mantequilla con la contundencia del queso parmesano, elementos identitarios de la auténtica salsa Alfredo. Las versiones que incorporan otros elementos como crema, ajo u otras especies son adaptaciones que surgieron a raíz de la internacionalización del plato. Para dos comensales, los ingredientes son los siguientes:

  • 250 gramos de fettuccine fresco (o, en su defecto, cualquier otro tipo de pasta larga)
  • Una cucharada de mantequilla
  • 150 gramos, alrededor de media taza de queso parmesano rallado
  • Sal, pimienta negra y aceite de oliva
  • Perejil o cebollino para decorar (opcional)

Primero, en un cazo con abundante agua, cocemos los fettuccine con una cucharadita de sal, siguiendo las indicaciones del fabricante. Mientras tanto, en una sartén amplia derretimos la mantequilla a fuego lento, procurando que no se queme. Cuando la pasta esté lista, reserva una taza de agua de la cocción. Trasladamos los fettuccine a la sartén e incorporamos una taza de agua de la cocción, que nos servirá más adelante para preparar la salsa.

Por otra parte, en un bol vertemos el queso parmesano rallado, aunque, si lo prefieres, puedes comprar el queso en bloque y rallarlo. A continuación, incorporamos al bol la pasta y mezclamos hasta que el queso se derrita y se distribuya de manera uniforme. Antes de servir añadimos pimienta al gusto.

Espaguetis con salsa Alfredo y berenjena crujiente

La internacionalización de este plato ha dado lugar a múltiples reinterpretaciones

Esta receta, es una variable de la original, que combina pasta y verdura de manera equilibrada. Se prepara en alrededor de media hora, por lo que es una excelente opción para una comida rápida. Está pensada para dos comensales y los ingredientes son los siguientes:

  • 300 gramos de espaguetis
  • Media taza de leche
  • Una cucharada de mantequilla
  • Una bolsa de queso parmesano y de queso mozzarella rallado
  • Una berenjena mediana
  • Dos dientes de ajo
  • 500 gramos de harina
  • 200 gramos de queso crema
  • Pimienta, sal y aceite de oliva virgen extra
  • Hierbas provenzales y hojitas de albahaca fresca (opcional)

Con todos los ingredientes preparados, ya podemos comenzar con la receta. En primer lugar, para elaborar la pasta, tomamos un cazo y lo llenamos de agua, más de la mitad del recipiente. A continuación, lo ponemos a fuego medio y una vez que el agua empiece a hervir, añadimos una cucharadita de sal y la pasta. Es importante remover de vez en cuando para evitar que se pegue en el fondo del cazo. Dejamos cocinar durante unos 10 o 15 minutos.

Mientras tanto, lavamos y secamos bien la berenjena. Después, le cortamos los bordes y la troceamos en finas rodajas. En un bol mezclamos la harina con las hierbas y la pimienta al gusto, por otro lado, en un bol pequeño vertemos la leche. Luego, tomamos cada rodaja de berenjena, la sumergimos primero en la leche y, seguidamente, la rebozamos en la mezcla de harina, retiramos el exceso y reservamos.

Acto seguido, calentamos una sartén con un chorro de aceite a fuego medio. Cuando el aceite esté bien caliente, incorporamos las rodajas de berenjena y las freímos alrededor de 2 minutos hasta que estén doradas y crujientes. Después las colocamos encima de papel de cocina para que absorba el exceso de aceite. Si lo prefieres, también puedes cocinarla en una freidora de aire, logrando un resultado más ligero.

En paralelo, preparamos la salsa Alfredo. En una sartén grande derretimos la mantequilla y añadimos el ajo picado y removemos. Seguidamente, incorporamos el queso crema junto con los otros quesos elegidos, mezclamos bien. Añadimos un poco de pimienta al gusto y cocinamos a fuego muy bajo durante unos 10 minutos, sin dejar de remover, hasta obtener una salsa homogénea y espesa. Finalmente, mezclamos todos los ingredientes: la pasta cocida, la salsa Alfredo y las rodajas de berenjenas crujientes.

Lasaña de pollo y espinacas Alfredo

Recuerda que debes cocinar la lasaña hasta que dore

Esta receta alternativa no te dejará indiferente, ya que el sabor reconfortante del pollo se une al de la salsa Alfredo. Un perfil gustativo rematado por las espinacas, que aportan un toque único al plato. Se prepara en una hora y se necesitan los siguientes ingredientes:

  • Una docena de láminas de lasaña precocinada
  • Medio kilo de pechuga de pollo cocida
  • 30 ml de aceite de oliva
  • Un huevo
  • 120 gramos de cebolla, o una cebolla pequeña
  • Dos dientes de ajo
  • 350 gramos de espinacas
  • Sal, pimienta, tomillo y orégano
  • Un litro de salsa Alfredo, casera o comprada
  • Medio kilo de queso mozzarella rallado
  • 100 gramos de queso parmesano rallado

Primero, precalentamos el horno a 190 grados para que esté listo cuando terminemos de montar la lasaña. A continuación, en una sartén amplia calentamos un chorro de aceite de oliva y salteamos la cebolla y el ajo previamente picados. Cuando estén dorados, agregamos el pollo desmenuzado, las espinacas, previamente picadas, y una pizca de tomillo, orégano, sal y pimienta al gusto. Removemos durante 5 minutos para que se integren los ingredientes.

Por otro lado, en un bol mezclamos el huevo y el queso parmesano rallado. Seguidamente, preparamos una fuente apta para horno, y la forramos con papel vegetal. Sobre esta base colocamos una capa de láminas de lasaña, luego una capa de la mezcla anterior de pollo y espinacas y después una capa de salsa Alfredo, debemos repetir este proceso hasta terminar los ingredientes y que la última capa sea de láminas de lasaña. La cubrimos de mozzarella rallada y lo metemos al horno durante 40 minutos, hasta que la parte superior esté dorada.

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