El IVAM reúne 40 esculturas en un nuevo homenaje a la obra de Julio González

El Institut Valencià d'Art Modern acoge, desde mañana y hasta el 18 enero de 2018, la exposición 'Las constelaciones de Julio González: entre la representación y la abstracción', una muestra de 40 obras con las que se realiza una nueva lectura de la colección de este artista (Barcelona, 1876 - Arcueil, Francia, 1942).

El objetivo es “presentar una visión más tranquila” de la obra del escultor, según ha afirmado el conservador responsable de la colección, Josep Salvador, que ha presentado las esculturas mediante una clasificación temática que resume la trayectoria de uno de los artistas más representativos del siglo XX.

La muestra, ubicada en la Galería 2 del IVAM, rinde homenaje a un artista con “proyección de futuro” y con un “estilo artístico propio, con las ideas más avanzadas de su época”.

La muestra-homenaje a Julio González está dividida en cinco salas cada una de ellas con una temática diferente: la transformación de la mirada y la percepción; los valores racionales e intuitivos; las formulaciones arquitectónicas y especiales; los procesos y conciencia de la forma; y la estructura del objeto y la ficción.

En cada uno de estos espacios quedan reflejadas algunas de las características de la obra de Julio González, como la transparencia de algunas de sus esculturas, la “dualidad entre el orden y la espontaneidad” o la “apertura hacia un campo de pensamiento”.

De la selección de 40 obras del total de 200 que conforman el fondo de la obra de Julio González, no podían faltar esculturas como “Mujer ante el espejo”, que preside la última sala del homenaje con el fin de “proyectar su papel en la escultura contemporánea”, “Los enamorados II”, “Daphné” o “El sueño/el beso”.

En el recorrido por la obra escultórica de Julio González se puede hablar de una primera fase caracterizada por un análisis formal a través de planos, con planchas recortadas y soldadas, a la que sigue otra de formas lineales, que le permite profundizar en la expresión del carácter tridimensional y dinámico de las figuras.

Una tercera etapa se caracteriza por la utilización positiva del vacío y se concreta en los efectos de luz y sombra que se obtienen mediante el uso de planchas curvadas. En el último periodo queda patente la influencia naturalista.

En el trabajo de Julio González se repiten de forma constante temas como la maternidad, las máscaras, las figuras femeninas y danzantes o el sueño, en un estilo que parte del respeto a la escultura clásica para buscar nuevas soluciones formales y conceptuales.

La exposición cuenta también con aportaciones y obras de escultores como los valencianos Andreu Alfaro y Miquel Navarro, además de otros artistas internacionales como Georg Herold, Jacques Lipchitz, Reiner Ruthenbeck o David Smith.

El director del IVAM, José Miguel García Cortés, ha destacado la vinculación de Julio González con el museo, con el objetivo de destacar sus creaciones de “pasado, presente y futuro”, en una muestra que ha definido como “más protocolaria” y “distinta” a la que había anteriormente.