Ambato recibe por todo lo alto declaración de patrimonio de la región andina

La ciudad ecuatoriana de Ambato, en la región andina del país, ha recibido este viernes por todo lo alto la declaración de “patrimonio inmaterial” de la región andina, en el acto de proclamación del Festival de la Fruta y de las Flores.

“Este reconocimiento no es solo del Parlamento Andino, es del sistema andino de integración, cumplimos 50 años del Acuerdo de Cartagena”, indicó el vicepresidente del Parlamento Andino en Ecuador, Fausto Cobo, en un evento que se desarrolló en el Ayuntamiento ambateño.

Cobo subrayó en su alocución que los ciudadanos andinos comparten el mismo idioma, religión: “En una gran mayoría usamos el mismo lenguaje para identificarnos entre nosotros, por eso debemos exportar la riqueza que es nuestra diversidad”.

La ciudad que alberga estos días uno de los festivales neurálgicos que decora con decenas de miles de flores y frutas diferentes edificios, carrozas y esculturas, fue declarada en enero pasado por el Parlamento Andino “referente cultural” y “patrimonio inmaterial” de esta región salpicada por los Andes.

Por su parte, el alcalde de Ambato, Javier Altamirano, indicó que la resolución significa que la Fiesta, “no es solo patrimonio intangible de este país, de los ecuatorianos”, sino que “a partir de este día es un patrimonio y referente de la región andina”.

El regidor resaltó el papel de los ambateños en reconstruir una ciudad que quedó devastada tras el terremoto de agosto de 1949, ya que de ahí surgió la festividad, que marca el espíritu de superación tras la reconstrucción de la urbe.

“Esto dice mucho de todas estas personas que han venido trabajando para hacer de Ambato una ciudad pujante”, aseveró Altamirano, quien recordó las lecciones aprendidas del seísmo al indicar: “Siempre estaremos dispuestos a levantarnos, no importa las adversidades de la vida”.

La ceremonia, en la que se dio lectura a la resolución andina por parte del secretario general del Parlamento, el ecuatoriano Eduardo Chiliquinga Mazón, estuvo intercalada por la mejor tradición musical de la provincia de Tungurahua, donde se enmarca Ambato.

También se desveló una placa conmemorativa con el texto de la declaratoria que se suma a la que ya cuenta la ciudad a nivel nacional en el ámbito patrimonial.

En el evento participaron unas doscientas personas y se celebró en uno de los salones de la Alcaldía, situada frente a la plaza central y su emblemática catedral encalada, que se levantó después de que la antigua quedara reducida a escombros por el terremoto.

Entre los convocados se encontraban parlamentarios andinos, diplomáticos y el expresidente ecuatoriano Lucio Gutiérrez.

La edición número 69 de la celebración que engalana las calles de Ambato arranca este viernes y se prolongará hasta el próximo martes, este año bajo el lema “Rescatando el pasado, construyendo el futuro”.

Aunque suele coincidir con el feriado de Carnaval en Ecuador, en el que miles de turistas presencian los desfiles que se desarrollan en distintas partes, las autoridades de Ambato remarcan cada año que la suya no es una fiesta de carnaval y que los juegos propios de esa festividad pagana están “prohibidos”, según una ordenanza municipal.

Entre las actividades previstas se cuentan el saludo protocolario de las delegaciones internacionales a las autoridades y la inauguración oficial del Festival Internacional del Folclor, este viernes, la bendición de las flores, las frutas y el pan en el atrio de la Catedral el sábado.

El domingo tiene lugar el principal desfile de carrozas adornadas con flores y la actuación de comparsas, además de una feria artesanal que este año se extenderá varios días, actuaciones de diferentes orquestas, entre otros eventos.

Situada unos 150 kilómetros al sur de Quito, el festival atrae todos los años a decenas de miles de personas, principalmente de Ecuador, pero poco a poco ha ido ganando también peso en los circuitos turísticos internacionales.

Hoy, el festival es uno de los más populares del país y su reconocimiento como referente andino se espera que impulse su transnacionalidad en la región.