Nicolas Cage busca a su cerda desesperadamente
En Hollywood hay un subgénero propio que es el thriller de venganza. En los últimos años, actores como Liam Neeson se han convertido en protagonistas de un sinfín de películas en las que -casi siempre- un hombre busca vengarse de los que han secuestrado o matado a un ser querido. Un género trillado que necesitaba alguien que le diera un revolcón. Lo ha hecho Nicolas Cage de la mano del director Michael Sarnoski en Pig -ya en salas de cine-, título conciso y honesto, ya que aquí a quien se busca es a una cerda buscadora de trufas que roban al protagonista. Cage da vida a un ermitaño que vive autoabasteciéndose en medio del campo junto a su cerda. Lo que gana lo consigue vendiendo las trufas que esta encuentra, hasta que un día la cerda desaparece y a él le dan una paliza.
Comienza así una película que da la vuelta a todo lo que se espera de ella. Es un thriller de venganza en la que nunca estalla la violencia, pero en la que la tensión hace que el espectador crea que lo peor puede ocurrir en cualquier momento. Tampoco cumple con esa expectativa de que Nicolas Cage dará un recital de gestos exagerados y mohines. Aquí ofrece, sencillamente, una interpretación inmensa, de las mejores de su carrera. Para terminar, Pig es una vuelta de tuerca al cine negro. Las trufas podrían ser sustituidas por drogas, y los mafiosos y antros que habitualmente se ven en películas de género se sustituyen por chefs de lujo y restaurantes de estrella Michelín.
Sarnoski ha logrado llamar la atención de Hollywood con un filme pequeño pero lleno de atmósfera y originalidad. Ahora prepara su salto a una gran producción, ya que se encargará de la nueva entrega de la franquicia de Un lugar tranquilo. Pig nació en su cabeza como una imagen, “la de un anciano y un cerdo en un bosque”. “Había misterio en esa imagen, pero al mismo tiempo era entrañable y solitaria. Fui creando a partir de esa idea, pensando en quién era esta persona y de dónde venía, cuál era su pasado, preguntándome por qué vivía solo en el bosque con un cerdo… la trama fue surgiendo naturalmente a partir de ahí. Además, yo estaba en un momento de mi vida en el que estaba pensando mucho en el duelo y en la muerte de seres queridos, en cómo puede algo cambiar la forma en la que interactúas con el mundo, así que esa temática se convirtió en carne de esta película de cine negro culinario”, explica el director.
La idea de darle la vuelta al cine negro “surgió bastante pronto”. Michael Sarnoski define Pig como “una especie de película noir sobre un vaquero que va a la ciudad”. “En los western siempre se dice, 'oh este vaquero es la mejor pistola del Oeste, puede disparar una manzana desde una milla de distancia', pues aquí tenemos a este tipo que en lugar de ser la mejor pistola del Oeste es el mejor chef de Portland. Él tiene este tipo de habilidad sobrenatural para cocinar y recordar comidas y comunicarse con la gente a través de eso. Nosotros, en lugar de tres personas paradas apuntándose con armas, tenemos a tres personas sentadas alrededor de una mesa mirándose en silencio. Ese es nuestro tiroteo”, explica sobre su decisión.
Nicolas Cage es la auténtica estrella de Pig, con permiso de la cerda a la que busca desesperadamente, y demuestra su gusto por proyectos diferentes. De hecho, como el realizador confiesa, no le fue nada difícil convencerle, le mandó el guion, desayunaron juntos, y cuando pensaba que iba a tener que trabajar para que entrara en el proyecto, el actor le confesó que le había encantado el libreto y que lo haría. “Dijo que le hablaba directamente al alma, que sabía cómo hacer este personaje y hablamos un poco en busca de ideas, pero él entendía perfectamente el personaje y se estudió el guion y fue muy fiel a lo que estaba escrito”, recuerda de ese primer encuentro.
Una interpretación contenida que no estaba pensada para “subvertir las expectativas sobre Nicolas Cage”, no se hizo buscando en sorprender de lo “callado que está en la película”. Un riesgo que “ha funcionado muy bien”, pero en el que había el riesgo de que “fuera al revés, que la gente se sintiera decepcionado porque no fuera lo que ellos esperaban”. “Creo que la gente quedó sorprendida porque Nic lo encarnó con tanta verdad y pasión que está claro que es un trabajo hermoso. Es una actuación increíble”.
Un proyecto con una sinopsis tan escueta y hasta surrealista, un ermitaño que busca a su cerda, que muchos productores “lo odiaron”. “Tuvimos unas cuantas reuniones, muy al principio, buscando financiación, y me dijeron que les gustaba mucho la primera película, pero que le faltaba acción a la segunda, como que querían que el personaje rompiera unas cuantas cabezas, pero al final eso fue muy útil, porque teníamos claro que ellos no eran las personas adecuadas para este tipo de proyecto. La propia película sirvió de filtro para elegir a los productores, el casting y el equipo. Son gente a la que les importaba el proyecto y no hacer mucho dinero. De alguna forma, no me tuve que sentar con mucha gente para decirle, 'mira, tengo esta película sobre una cerda', porque creo que se hubieran reído de mí”.
Pig se convirtió en uno de esos títulos de culto en EEUU y puso a Michael Sarnoski en el ojo de las 'majors', que tardaron poco en echarle el lazo. Confiesa que su primera reacción cuando le ofrecieron la tercera parte de Un lugar tranquilo fue decir que no, pero que tras hablar con John Krasinski y con Paramount vio que estaban abiertos a que él pudiera ofrecer su mirada dentro de la franquicia. “Me han dado mucha libertad y me di cuenta de que si no lo hacía algún día me iba a arrepentir por no haber aprovechado la oportunidad. Han estado muy abiertos a cualquier idea y va a ser una historia muy íntima la que voy a contar, así que no sé, es muy raro porque sí que es una película muy grande, pero a nivel de personajes y de temática es una película sobre las cosas que me importan, y creo que si te gusta Pig te gustará lo que estoy preparando”, zanja y deja claro que este “salto” no le apartará de “proyectos mucho más pequeños” en los que quiere seguir trabajando con “control e intimidad”.
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