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Vida y milagros del milagroso caballero de las plantas carnívoras

Terry Pratchett |  Fuente: Wikimedia Commons

Guillermo Zapata

En la solapa de los libros de Mundodisco de ediciones Martinez Roca a principios de los años 90 se decía que Pratchett escribía dos libros al año y que cultivaba plantas carnívoras. En ese momento no era el escritor de fantasía que vendía solo un poco menos que J.K. Rowling en Inglaterra, era “simplemente” el padre del Mundodisco y la trilogía del Éxodo de los Gnomos. Poca broma.

Pratchett murió el pasado jueves a la edad de 66 años tras luchar desde hacía tiempo con una forma particularmente rara del alzhéimer que le había provocado tener que dictar sus últimos libros usando un sistema informático. Lo sorprendente es que la calidad de los mismos no había descendido.

A raíz de su enfermedad, Pratchett se volvió un firme defensor del derecho a la muerte digna. Decía que no quería morir apagándose lentamente sino que concebía la relación con su enfermedad como una batalla entre Sherlock Holmes y Moriarty en la que Holmes tenía que tener derecho a saltar de la catarata de Reinchenbach en vez de luchar eternamente. Dicha defensa se materializó en un documental magnífico de título Choosing to Die para la BBC.

Pratchett nació en Baconsfield en 1948 y en 1981 desempeñó uno de los empleos que, quizás, explica su finísimo sentido del humor y las cargas de profundidad con las que cebaba sus historias. Fue relaciones públicas de una central nuclear. Un trabajo que le hizo desconfiar para siempre del periodismo... y de las centrales nucleares. Si tuviéramos que trazar algunas de sus fuentes de inspiración, tendríamos un abanico que va de Kurt Vonnegut a Douglas Adams, aunque quizás el autor con el que más se emparentaba aunque fuera emocionalmente era con G.K.Chesterton. A él le dedicó su novela a cuatro manos Buenos presagios, escrita a medias con Neil Gaiman.

El estilo de Pratchett es tan directo como ingenioso, pero para comprender la grandeza de su obra es buena idea ver las adaptaciones televisivas de algunas de sus obras: no tienen la más mínima gracia y aún así son fascinantes. Su vida estuvo dedicada casi por completo a alimentar el Mundodisco, su mayor creación literaria con más de 30 novelas, juegos de mesa, enciclopedias, juegos de rol y videojuegos.

Una tortuga que viaja encima de cuatro elefantes

En 1983 Pratchett idea el que será su universo particular (y nuestro universo concreto para entender su obra) El Mundodisco ™ empezó siendo una parodia muy divertida de las novelas de fantasía en un mundo en el que una tortuga viaja por el espacio sideral con cuatro elefantes encima y un mundo (el disco) encima de los mismos.

Los dos primeros libros del Mundodisco sientan unas bases narrativas que harán explosión después y que se volverán “adultas” (profundidad de temas, desarrollo narrativo propio, complejidad narrativa) en “Dioses menores”, aunque ya antes, con la aparición de Mort y los libros de la Guardia, dichas bases iban desarrollándose y evolucionando. Los libros del Mundodisco no siguen exactamente una cronología, sino que tienen una serie de líneas narrativas centradas en distintos personajes que van evolucionando. Analizamos algunas de ellas.

Feminismo y brujas

Los libros de las brujas constituyen la pieza fundamental de la obra de Pratchett sobre cuestiones de género. Las brujas y su cabezología, su sentido común, sus saberes de la tierra y la reproducción, su rechazo al positivismo científico de los magos y sobre todo su defensa del territorio son la expresión de un tipo de mujer y la incorporación de una perspectiva feminista sumamente divertida.

Yaya Ceravieja, Tatta Ogg y Magrat Ajostiernos son el triunvirato comunitario que defiende la vida en las tierras de Lancre y son las que transmiten el saber a las generaciones futuras. Tanto es así que la linea de su inmediata sucesora, Tyffany Dolorido, ha terminado siendo una línea narrativa propia en las últimas novelas del autor que parece preocupado en sus últimos años por volver a mirar al mundo de la infancia y los procesos de aprendizaje.

Justicia y Guardias

La Guardia de Hanhk Morpock es un experimento sociopolítico sobre la justicia y la multiculturalidad en una metrópolis arrasada por las tensiones y un patricio que podría ganarle al poker al “príncipe” de Maquiavelo. La guardia va creciendo en pluralidad e importancia hasta volverse un servicio público con vampiros, mujeres lobo, enanas, humanos de distinta condición y trolls. Bueno... y Nobby Nobs, que nadie sabe muy bien lo que es, pero tiene un papel que dice que es humano.

Al frente de esta organización está uno de los mejores personajes de Pratchett, Samuel Vimes. Sam Vimes es la persona que tiene que distinguir entre justicia y legitimidad. Sam Vimes defiende en ocasiones que levantarse contra un gobierno injusto es hacer justicia y que si hay más gente a un lado de una barricada que del otro lado, la policía tiene que saltar la barricada y unirse a esa gente.

Capitalismo e Innovación

En los últimos años, las novelas del Mundodisco han ido trazando un mundo plagado de innovaciones tecnológicas que van desde un aparatoso ordenador al sistema de comunicación conocido como los “Clacks” y este mundo de transformación y competencia empresarial ha saltado a las tramas de las novelas en una ácida y certera descripción de la mentalidad emprendedora en novelas como Going Postal o Making Money.

Filosofía y Muerte

Quienes no han leído muchos libros del Mundodisco o sólo le suenan de oídas suelen recordarlos como los libros en los que sale la Muerte y habla en mayúsculas. Es cierto, la Muerte es un protagonista habitual y tiene su propia saga que incluye su “vida” y la de sus familiares (sí, así es) en los libros protagonizados por la Muerte, Pratchett aprovecha para hablar de filosofía, religión y la importancia de la creencia compartida como motor de la existencia.

Quizás el mejor ejemplo de este punto de vista sea la maravillosa Papa Puerco en el que la muerte tiene que encarnar a una especie de Papá Noel navideño para evitar que el universo se venga abajo.

Magia

El personaje seminal de las novelas del Mundodisco es Rincewind, un mago torpe y cobarde al que los problemas parecen perseguir y convertir su vida en una suma de aventuras. A través de él se ha ido desplegando el mundo de los magos y la presencia de la “Universidad Invisible”. La magia es uno de los elementos centrales en Mundodisco y su presencia emparenta directamente con la imaginación como fuente de encuentro y producción directa de la realidad. En las novelas de Pratchett lo imaginado es más real y tiene más fuerza que lo real.

La idea de que una narración es más poderosa que un hecho concreto y palpable es el motor principal de una parte importante de sus novelas, quizás la base misma de su universo narrativo. Para Pratchett los seres humanos somos especiales en la medida en que nos contamos historias. La imaginación, dice, está a medio camino entre el ángel que cae y el simio que se levanta.

Desviaciones

Por si la producción de las novelas del Mundodisco no fuera lo suficientemente alta, Terry Pratchett ha escrito también novelas ambientadas fuera de dicho mundo. Desde la mencionada trilogía de éxodo de los Gnomos hasta 'Buenos presagios' o 'Perillan'. También una trilogía de cuentos juveniles protagonizados por el niño Johnny Maxwell y otra saga a cuatro manos sin ningún atisbo de comedia y con conceptos de ciencia ficción dura en la La Tierra Larga.

Su muerte nos ha dejado un legado enorme de miles de páginas de inteligencia, humor, personajes rebeldes, lúcidos, sensatos, poderosamente humanos en sus debilidades que salen adelante gracias a las historias que se cuentan. El hombre que escribía dos libros al año y tenía plantas carnívoras ya no está entre nosotros. Es hora de contarnos de nuevo sus historias.

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