Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
La guerra entre PSOE y PP bloquea el acuerdo entre el Gobierno y las comunidades
Un año en derrocar a Al Asad: el líder del asalto militar sirio detalla la operación
Opinión - Un tercio de los españoles no entienden lo que leen. Por Rosa María Artal

Marty Baron, exdirector del 'Washington Post': “Los periodistas no debemos ser el partido de la oposición”

Marty Baron en el 'Washington Post' en febrero de 2021
10 de junio de 2023 21:53 h

11

Marty Baron ha sido director del Washington Post, el Boston Globe y el Miami Herald. Antes de llegar a la cúspide del Herald en 2000, también trabajó en Los Angeles Times y el New York Times. En sus 45 años de carrera, la mayoría como editor, ha confiado en los estándares más esenciales del reporterismo y en el papel de la prensa para vigilar a cualquier poder incluso aunque le moleste a tu propietario o a tu audiencia. 

Eso es lo que le llevó a dirigir las grandes investigaciones de las últimas décadas. Publicó los abusos sexuales de la Iglesia católica en Boston -es el serio y tenaz Liev Schrieber de la película Spotlight-, la vigilancia masiva de la Agencia de Seguridad Nacional, los chanchullos de Trump con sus donaciones, la interferencia rusa en las elecciones de 2016 y varios casos de acoso sexual de políticos. Bajo su dirección, el Post documentó más de 30.000 falsedades del presidente, y utilizó el verbo “mentir” para referirse a él, algo muy debatido entonces. El periodista ha dejado un reguero de premios Pulitzer a su paso.

Baron defiende el ideal de la objetividad como método para informar de manera rigurosa, sin conclusiones previas y con conciencia de los propios prejuicios contra los que el periodista debe luchar mientras aprende algo nuevo a través de su labor. En sus últimos meses como director -se retiró en 2021 después de más de ocho años al frente del Post- tuvo algún encontronazo con periodistas que, según él, opinaban demasiado en Twitter. Este marzo, Baron escribió en el Post un influyente artículo de opinión titulado Queremos jueces y médicos objetivos. ¿Por qué no periodistas también?

En octubre, publica en Estados Unidos su primer libro, Collision of Power: Trump, Bezos and The Washington Post. En nuestra conversación telefónica -él desde el campo en Massachusetts-, le digo que me sorprende el título por el hecho de poner al político, al empresario y al periódico juntos en el mismo sintagma, sobre todo para alguien como él, que siempre los ha separado y dio una lección de periodismo al informar con distancia sobre su dueño. 

Me explica que el título viene del esfuerzo de Trump por perseguir a Jeff Bezos, propietario del Post y de Amazon, pensando que así le daría un toque a la redacción para que los periodistas dejaran de investigarle. Trump era el presidente que podía duplicar los costes de envío de Amazon o bloquear un contrato de 10.000 millones de dólares para la nube digital de almacenamiento del Departamento de Defensa. Bezos era la persona más rica de Estados Unidos. Y el Post, al fin y al cabo, “el periódico que había sido responsable de ayudar a derribar a otro presidente de Estados Unidos, Richard Nixon”, según subraya Baron. “El presidente creyó que podía impedir que hiciéramos nuestro trabajo atacándonos primero de manera implacable, cruel y personal, persiguiendo a los reporteros individualmente por su nombre para que fueran objeto de hostigamiento. Cuando eso no funcionó, decidió que tenía que ir tras el dueño. Y creyó que presionando al propietario, tratando de socavar su negocio, lo cual hizo, podría influir en nuestra cobertura”. 

Esta es nuestra conversación editada por claridad y extensión. 

¿Su vida, en cierto modo, habría sido más fácil si Bezos no hubiera sido el dueño del periódico?

El problema era que el periódico estaba en decadencia antes de que Bezos lo comprara. Estábamos recortando nuestro presupuesto y nuestro personal, no teníamos una estrategia para crecer. Así que la vida habría sido muy difícil en esas circunstancias. Nos habríamos enfrentado a lo mismo que muchos periódicos, es decir, seguir cortando, cortando y cortando. Bezos entró con una estrategia que aplicamos y resultó exitosa. En ese sentido, mi vida se hizo más fácil. Pero obviamente había otras presiones.

Sin Bezos, nos hubiéramos enfrentado a tremendas presiones financieras. Con Bezos, terminamos enfrentándonos a tremendas presiones políticas. De todos modos, habríamos afrontado esas presiones políticas porque habríamos cubierto a Trump y él nos habría atacado, y probablemente no habríamos tenido los recursos que necesitábamos para informar sobre Trump si no hubiéramos tenido éxito comercial con Bezos.

¿Es saludable que la tercera persona más rica del mundo tenga un periódico?

He estado en este negocio el tiempo suficiente como para haber escuchado críticas contra todas las estructuras de propiedad por una razón u otra. Cuando éramos propiedad de empresas en bolsa, la gente criticaba su inversión para maximizar las ganancias y satisfacer a los accionistas y no invertir lo suficiente en nuestro negocio. Cuando sufrimos presiones financieras, las empresas se pusieron a recortar. Luego cuando personas ricas compraron medios, la gente dijo “¿no es eso un conflicto de intereses?”. Después, fondos de inversión adquirieron medios y lo único que buscaban era ganar la mayor cantidad de dinero posible cortando gastos: trataron al sector de las noticias como si fuera un sector moribundo y buscaron efectivo lo más rápido que pudieron.

Incluso si miras a organizaciones sin ánimo de lucro, que representan una porción microscópica del ecosistema de noticias, ¿de dónde viene el dinero? ¿Quiénes son los filántropos? Gente rica y fundaciones. Las juntas de las fundaciones están dominadas por la élite y algunas tienen sus propias agendas políticas. 

Así que he oído críticas sobre todas las formas de propiedad. Ya es hora de que la gente empiece a evaluar el trabajo que hacemos y cómo se comporta el dueño en lugar de cuál es la estructura de propiedad.

En nuestro caso, el dueño nos dio la independencia que necesitábamos y no interfirió en absoluto en nuestra cobertura. El resultado fue que le dimos la vuelta al Washington Post: nos convertimos en un medio más fuerte que pudo cubrir al presidente de Estados Unidos como debía y muchos otros temas, y encontró un camino económicamente sostenible a largo plazo.

Es bueno y es mejor que la alternativa. No creo en morir heróicamente. Eso no le hace ningún bien a nadie.

¿Hubiera hecho algo diferente en alguna de las historias que publicó el Post sobre Bezos o Amazon?

Informamos sobre Amazon y Bezos de la misma manera en que informamos sobre cualquier otra empresa y cualquier otra persona. Bezos nunca interfirió en nada, incluso cuando estábamos escribiendo sobre su divorcio y su aventura.

Cuando compró el Post, dijo que deberíamos informar sobre él y Amazon de la misma manera que sobre cualquier otro ejecutivo y cualquier otra empresa. Lo reiteró muchas veces y nunca se retractó de esa promesa. Creo que lo hicimos bastante bien.  

¿Cuál es la mayor presión para los periodistas hoy? 

Hay tantas presiones diferentes... Obviamente, estamos lidiando con presiones financieras implacables. Muchos medios carecen de los recursos que necesitan para hacer su trabajo correctamente. Y eso es una presión enorme. 

Pero más allá de los números, el mayor problema es que estamos en un ambiente donde las personas no comparten un conjunto común de hechos. Y por ello hay una profunda sospecha sobre la información de los principales medios. Hay una gran difusión de información falsa, a menudo deliberadamente falsa. De hecho, es peor que no compartir un conjunto común de hechos: ni siquiera podemos ponernos de acuerdo sobre cómo establecer que algo es un hecho. Estamos en una época en la que mucha gente confunde las creencias con los hechos, no puede o no quiere distinguir entre ambos. Eso es un gran desafío.

El gran desafío para los periodistas es que mucha gente confunde las creencias con los hechos

¿Las redes sociales dificultan que los periodistas hagamos nuestro trabajo de manera imparcial por la presión del entorno?

Esa es una presión autoimpuesta. No es algo a lo que necesariamente tengamos que someternos. Esto requiere autodisciplina por parte de los periodistas. Por desgracia, demasiados periodistas no están ejerciendo la autodisciplina: no tienen cuidado ni moderación en sus publicaciones en las redes sociales. 

Hay una larga historia de periodismo activista en el mundo. Pero no es lo que somos los principales medios de comunicación, no es lo que debemos ser. Debemos ser aliados de la verdad. Debemos ser aliados de los hechos. Debemos ser aliados del contexto. Debemos ser aliados del periodismo minucioso, de la idea de tener una mente abierta a medida que avanzamos en nuestra labor de reporterismo.

Eso no impide que lleguemos a conclusiones. No nos impide averiguar cuáles son los hechos y decirle a la gente sin pestañear cuáles son esos hechos, lo que hemos descubierto. Pero ir impulsivamente a las redes sociales a expresar opiniones, a menudo de manera sarcástica, no es útil para nosotros. Y va en contra de lo que tradicionalmente hemos tratado de ser, medios que hagan sistemáticamente información abierta, minuciosa y completa después de hablar con personas expertas, mirar documentos relevantes, recopilar toda la información posible, y luego decirle a la gente lo que hemos aprendido sobre los hechos.

Descubrir la verdad es un proceso, no se hace instantáneamente en cuestión de segundos y minutos. Lleva tiempo, dedicación y compromiso. Y las redes sociales van en contra de eso porque fomentan reacciones instantáneas e impulsivas.

Lo que pensamos al principio no es necesariamente cierto. Las primeras impresiones no están necesariamente bien fundadas. Nos debería llamar más la atención lo que no sabemos que lo que sabemos. Debemos tener más preguntas que respuestas. Desde luego los periodistas no debemos empezar con todas las respuestas porque no las tenemos.

Las redes sociales han alentado a las personas a participar en comportamientos que son inútiles y, de hecho, van en contra de los principios del mejor periodismo.

Nos debería llamar más la atención lo que no sabemos que lo que sabemos. Debemos tener más preguntas que respuestas. Desde luego los periodistas no debemos empezar con todas las respuestas porque no las tenemos.

¿Los periodistas no deberíamos tuitear?

Me parece bien tuitear. Yo he tuiteado, aunque también he estado mucho tiempo en silencio. Los periodistas deben tener cuidado con sus tuits. Antes de tuitear algo, yo lo leía cinco veces sólo para asegurarme de que estaba diciendo lo que quería decir, para que no pudiera ser malinterpretado por ningún ser humano razonable, y para preguntarme si era útil decir algo y qué tipo de impacto tendría mi propio tuit en la reputación de nuestro medio. Ese es un proceso que la mayoría de los periodistas deberían hacer por sí mismos: ¿Es demasiado pronto para comentar sobre esto? ¿Sé realmente lo que creo que sé? ¿Qué tipo de impacto tendrá mi tuit para mi medio? ¿Es apropiado comentar sobre este tema en particular? Los periodistas deben ejercer la autodisciplina, con cuidado y moderación. Desafortunadamente, muchos no lo hacen.

¿Ve otros espacios que puedan ser más adecuados para la conversación más allá de escribir en un periódico?

Hay programas de radio y de televisión inteligentes en los que se puede tener una conversación real en lugar de personas que tuitean espontáneamente entre sí con un número limitado de palabras. Hay espacios para participar en un verdadero diálogo donde las personas hablan entre sí, no tuitean de un lado a otro. Hay paneles en los que podemos participar, y algunos de ellos están en streaming para todo el mundo, cualquier medio en el que puedas entablar una conversación en lugar de simplemente reaccionar instantáneamente a algo que acaba de ocurrir. Son medios relativamente tradicionales, pero la ventaja es que permiten comentarios reflexivos en lugar de instantáneos e impulsivos.

Las redes sociales han alentado a las personas a participar en comportamientos que son inútiles y, de hecho, van en contra de los principios del mejor periodismo.

¿Le preocupa que la audiencia se esté moviendo fuera de esos medios tradicionales hacia espacios como TikTok? 

La idea de que puedes aprender sobre el mundo a partir de un video de TikTok es desastrosa. Los libros o los medios pueden tratar las cosas en profundidad y te dan un sentido de la historia y el contexto. Puedes confiar en que hay personas detrás que dedicaron una cantidad considerable de tiempo a investigar su tema, saben algo al respecto y tienen experiencia en el área. No creo que la gente confíe en TikTok o Instagram. Ya veremos las consecuencias. Pero mucha gente simplemente no sabe de lo que está hablando y no se ha tomado el tiempo para saber. 

¿Volverá esa audiencia a los medios?

Depende de cómo lo gestionamos. Cuando hay un desastre natural o una catástrofe nacional, la gente tiende a ir a los principales medios de comunicación para obtener información precisa, al menos al principio. Eso te dice que los medios son fundamentalmente los más fiables, sin importar lo que la gente pueda decir sobre en quién confía. De hecho, confían en estos medios porque cuando se trata de asuntos de vida o muerte, acuden a ellos para conseguir información. No recurren a TikTok para saber qué deben hacer ante un huracán. Eso es una ventaja para nosotros. 

La pregunta es cómo pensamos en las formas cambiantes en que las personas consiguen y procesan información hoy y cómo nos adaptamos. Podemos estar comprometidos con una investigación exhaustiva, pero entregar esa información de una manera que sea más accesible para los jóvenes.

La gente recibe la información en un teléfono. Los reportajes largos del pasado pueden no ser la forma correcta de escribir una historia en ciertos casos. Es posible que podamos contar mejor una historia a través de un gráfico interactivo, un vídeo o una combinación de herramientas. Hoy tenemos más herramientas disponibles para comunicar información de las que hemos tenido en toda la historia. Debemos experimentar mucho. No debemos abandonar nuestros principios, pero no tenemos que apegarnos para ello a la forma de comunicar del pasado. 

No significa que lo vayamos a hacer bien a la primera, pero no debemos desanimarnos. Los periodistas siempre deberíamos estar aprendiendo. Siempre deberíamos preguntarnos qué más podemos aprender y cómo han cambiado las cosas. Es la manera de abordar nuestra profesión y también nuestro negocio.

La objetividad no es lo mismo que el equilibrio, no es una falsa equivalencia. Nunca lo ha sido... Es importante que reconozcamos cuáles son nuestros sesgos desde el principio. Y que no hagamos nuestro trabajo sólo tratando de reforzarlos

¿Es “objetividad” la mejor palabra para definir lo que debemos hacer?  

Creo que es una buena palabra. Y nunca hemos tenido problemas para usarla al aplicarla a otras profesiones. No nos parece confusa cuando decimos que necesitamos jueces o investigadores científicos objetivos. Sólo tenemos dudas cuando se nos aplica la palabra.

Dicho esto, no me importa si alguien tiene una palabra mejor. Tom Rosenstiel dice que lo deberíamos llamar “investigación de mente abierta”. Bien, eso es la objetividad.

La objetividad no es lo mismo que el equilibrio, no es una falsa equivalencia. Nunca lo ha sido. Es un buen estándar para nuestra profesión reconocer que cada uno tiene sus puntos de vista preexistentes, sesgos y prejuicios. Es importante que reconozcamos cuáles son desde el principio. Y que no hagamos nuestro trabajo sólo tratando de reforzarlos, sino teniendo muy en cuenta que tenemos esas opiniones y que debemos mantener una mente abierta. A medida que avanzamos en nuestro trabajo, debemos comprobar que hablamos con todas las personas relevantes, reunimos la evidencia apropiada y estamos mirando lo que debemos. Es poco probable que las cosas sean exactamente como pensábamos que serían desde el principio, presumiblemente habremos aprendido cosas que no sabíamos antes.

Si no aprendes cosas que no sabías antes, entonces no sé a qué te refieres con el reporterismo. ¿Qué es el reporterismo sino salir a buscar respuestas a las preguntas? Y si tus preguntas son sólo un ejercicio para confirmar tus puntos de vista preexistentes, entonces no estás haciendo el trabajo del reportero de verdad. Solo estás incurriendo en un sesgo de confirmación.

Si no aprendes cosas que no sabías antes, entonces no sé a qué te refieres con el reporterismo. ¿Qué es el reporterismo sino salir a buscar respuestas a las preguntas?

¿Es parte del problema en Estados Unidos que medios de comunicación, sobre todo con puntos de vista de extrema derecha, se hayan alejado tanto de esos estándares?

Es más pronunciado en la extrema derecha, pero también es cierto en la extrema izquierda, y sucede en todas partes del espectro político. He conocido gente que piensa que algo es así desde el principio, sin haber hecho ningún tipo de reporterismo, sin haber emprendido ningún tipo de investigación abierta. 

Es más pronunciado en la extrema derecha en Estados Unidos. No sé en otros países. Uno de los grandes problemas es que un segmento del público quiere que confirmes su punto de vista preexistente. Confían en las personas que lo hacen y no quieren que sus ideas preexistentes sean refutadas. Es un desafío para los periodistas tener que decirle a la gente cosas que no quiere escuchar y no quiere saber.

¿Cómo interactuar con la audiencia cuando no quiere los hechos o te acusa de ser parcial porque criticas a su candidato favorito?

Con el tiempo tienes que demostrar que eres independiente, que estás comprometido, que eres aliado de los hechos, la verdad y el contexto. Una gran parte del público quiere independencia genuina y objetividad por parte de los periodistas. No quiere que seamos sólo activistas políticos. No quiere que seamos antagonistas en el espectro político. Quiere que seamos periodistas que buscan la verdad. Creo firmemente en que hay un gran segmento del público estadounidense y del público en otros países que sólo quiere que hagamos nuestro trabajo de una manera honesta, justa y con la mente abierta. Y que reconozcamos nuestras propias debilidades. 

Uno de los grandes problemas es que un segmento del público quiere que confirmes su punto de vista preexistente... Es un desafío para los periodistas tener que decirle a la gente cosas que no quiere escuchar y no quiere saber.

La objetividad y la independencia son conceptos superpuestos, pero no son exactamente lo mismo. Necesitamos ser independientes y no estar asociados con ningún partido político.

En Estados Unidos, Trump trató de presentar a los principales medios como lo que Steve Bannon llamó el partido de la oposición. Debemos tener cuidado de no posicionarnos como el partido de la oposición.

Podemos refutar a Trump cuando lo merece. Si no dice la verdad, si está mintiendo abiertamente, debemos decirlo. Pero eso debe ser porque hemos hecho nuestra investigación, no porque seamos una extensión del Partido Demócrata o no nos guste Trump. Debe ser porque hemos hecho nuestra tarea. Si tiene razón en algo, también debemos decirlo. Y si el candidato demócrata no está diciendo la verdad, también lo diremos. Personalmente, no me siento alineado con nadie y nunca lo he hecho. 

Los principales medios de comunicación no debemos ser activistas

¿Trump hizo que fuera más difícil no parecer partidista? Su desafío a las elecciones y a las instituciones democráticas ha hecho que los periodistas sean parte de una lucha por la democracia…

Desde el principio, él quería que fuéramos percibidos como partidistas. Una periodista de la CBS le preguntó en 2016 por qué motivo denigraba a la prensa, y Trump dijo: “Lo hago para desacreditaros y denigraros a todos y así, cuando escribáis historias negativas sobre mí, nadie os creerá”. Y ese es su objetivo. No quiere un árbitro independiente de los hechos y la verdad. Quiere que la gente le sea leal. Él quiere que la gente piense que es la única persona que dice la verdad cuando dice mentiras. 

Nos hizo el trabajo mucho más difícil. Nunca nos habíamos enfrentado a un presidente como Trump. No es tan extraño en otros países, pero desde luego fue nuevo en Estados Unidos tener a un presidente que claramente no creía en una prensa libre e independiente. Y, hasta cierto punto, Trump facilitó que los líderes de otros países hicieran exactamente lo mismo. 

Él mintió sobre las elecciones de 2020. Mintió sobre las elecciones de 2016, a pesar de que ganó. También lo hizo cuando compitió en los caucus republicanos de Iowa, que ganó Ted Cruz. Cada vez que pierde dice que es fraude. No puede soportar la idea de perder. 

¿Fue una buena idea el town hall (entrevista con audiencia partidista) con Trump de la CNN?

Era un poco pronto para tener un town hall con Trump. Todavía no es el candidato ni ha habido primarias. ¿Por qué declarar a alguien favorito sin una sola primaria? ¿Basado en qué encuestas cuando queda tanto tiempo?

¿Ha visto un cambio en la forma en que los medios cubren a Trump? 

El town hall de CNN no fue una buena señal. Pero no sé. Es una persona muy difícil de cubrir. Veremos en el transcurso de la campaña.

¿Le preocupa el efecto que podría tener otra presidencia de Trump para la libertad de prensa?

Sí, me preocupa. Tiene impulsos autocráticos. Claramente no es un defensor de una prensa libre e independiente. Ha hecho declaraciones a lo largo del tiempo que sugieren que hará todo lo posible para degradar las libertades de prensa en este país. Trump no oculta su agenda. Tienes que tomar en serio lo que dice porque lo intentará hacer. 

También queremos que pienses en esto 

elDiario.es se financia con las cuotas de 60.000 socios y socias que nos apoyan. Gracias a ellos, podemos escribir artículos como este y que todos los lectores –también quienes no pueden pagar– accedan a nuestra información. Pero te pedimos que pienses por un momento en nuestra situación. A diferencia de otros medios, nosotros no cerramos nuestro periodismo. Y eso hace que nos cueste mucho más que a otros medios convencer a los lectores de la necesidad de pagar. 

Si te informas por elDiario.es y crees que nuestro periodismo es importante, y que merece la pena que exista y llegue al mayor número posible de personas, apóyanos. Porque nuestro trabajo es necesario, y porque elDiario.es lo necesita. Hazte socio, hazte socia, de elDiario.es.

Etiquetas
stats