Sisa cree que “Cataluña no sería libre aunque fuese independiente”

Jaume Sisa repasa su vida y obra en “Jaume Sisa. El comptador d'estrelles”, un libro de conversaciones con el periodista Donat Putx, en el que queda claro que su particular filosofía de vida, lo que él llama “pensamiento galáctico”, también es aplicable al proceso soberanista.

“Cataluña nunca sería libre aunque fuese independiente”, ha señalado el cantautor galáctico, para quien “un país libre es otra cosa: es una comunión responsable de hombres que se sienten libres, no la instauración de un estado”.

En su opinión, “el proceso no irá a ninguna parte” porque “el catalanismo popular ha sido traicionado sistemáticamente por las élites y la burguesía catalana”.

Por esta razón ve a los políticos, “con sus discursos inflamados”, como unos intrusos que quieren ocupar el lugar de músicos y poetas, y se dedican a “alimentar ilusiones”, en lugar “de tocar con los pies en el suelo”, como es su obligación.

No obstante, el proceso soberanista no es, ni de lejos, la mayor de las preocupaciones de Jaume Sisa, que a sus 66 años ha llegado “a un punto” en el que sólo le interesa “conquistar la inocencia” y lograr “vivir sin motivo, sin esperar nada, que es la manera más elevada de vivir”.

“De joven quería triunfar. Ahora ya no me interesa. Triunfar me parece una vulgaridad”, ha dicho a Efe este músico, que a lo largo de su vida ha tenido grandes éxitos, como el que supuso la salida al mercado de su disco “Qualsevol nit por sortir el sol” (1975), y grandes fracasos, como su época en Madrid bajo el nombre de Ricardo Solfa.

“Fracasar está bien. En la vida el fracaso es normal. De la vida nos gusta lo bueno, pero lo normal es que las cosas te salgan mal. Yo no estaba preparado para el fracaso de Ricardo Solfa y me sorprendió. Ahora estoy definitivamente preparado para el fracaso”, ha asegurado con su particular ironía.

El libro empieza con el recuerdo de la infancia, un momento de la vida que el cantautor considera “lo más parecido al paraíso en la Tierra”, lo que le lleva a “trabajar para recuperar la inocencia”.

Después vienen sus primeros pinitos en la música y las largas noches en la sala Zeleste de Barcelona, hasta llegar al Canet Rock de 1975, un festival que “no tiene nada que ver” con el Canet Rock que renació hace dos años en el mismo lugar donde se dio a conocer Pau Riba y el rock layetano.

“El Canet Rock del 75 tenía un espíritu definido y era muy galáctico, el de ahora es un festival comercial que no tiene nada de galáctico”, ha señalado.

El libro sigue su recorrido cronológico y pasa por su experiencia en el teatro con Dagoll Dagom, su etapa en Madrid bajo el nombre de Ricardo Solfa, su colaboración con Pascal Comelade y otras aventuras.

“He hecho muchas cosas -ha aclarado-, pero he intentado trabajar lo menos posible. Trabajar es de mediocres y al ser humano no le conviene. Estar ocupados sí que nos conviene, pero sin el sentido de sacrificio que conlleva la palabra trabajar”.

Sisa no trabaja pero sigue componiendo canciones, aunque, según dice, cada vez le cuesta más porque “el tiempo lo gasta todo y lo que al principio va solo, después hay que empujarlo un poco y al final ya no se mueve por mucho que empujes”.

Empujando más o menos, lo cierto es que Jaume Sisa tiene un buen puñado de canciones compuestas durante los últimos cinco años que ya ha empezado a grabar y que, quizás, formen parte de un futuro disco.