Feminismo rural contra el abandono de los pueblos del interior de Castellón

“Hay que tenerle mucho amor al campo para no irse, ya no es viable vivir de la agricultura y la gente se va”, responde resignada Ana María Diago, presidenta de la Asociación de Mujeres y Familias de Ámbito Rural en Castellón (AMFAR), al ser preguntada por el día a día en un entorno rural. En los municipios de interior, las reivindicaciones feministas se enfrentan, además de a los factores de marginalidad que han sufrido tradicionalmente las mujeres, al aislamiento propio del medio.

Desde AMFAR lleva décadas trabajando en su apuesta por el colectivo femenino rural que, tal y como afirman, sufre la falta de infraestructuras, las comunicaciones deficientes, la carencia en nuevas tecnologías, la imposibilidad de satisfacer las necesidades formativas y una sociedad condicionada por fuertes arraigos tradicionales.

Dicha coyuntura social ha provocado que, pese a compartir e incluso superar la carga de trabajo, las mujeres no han sido históricamente consideradas trabajadoras, sino una mera ayuda familiar presente tanto como para mantener la casa como para ayudar en el campo en caso de que fuese necesario. De esta forma se las ha privado históricamente de derechos laborales y, en los casos más extremos, de una independencia económica que hacía casi imposible para la mujer mantener una vida fuera del matrimonio.

“Las mujeres que trabajan en el campo, también suelen llevar la casa”, cuenta Diago, “pero eso pasa dentro y fuera de los entornos rurales. Aunque cada vez hay más concienciación y la cosa parece que la cosa cambia, todavía, en ocasiones, no damos ejemplo y la igualdad que queremos aún tardará tiempo en llegar. Nuestras hijas son ya de otra forma y yo creo que lo conseguiremos”, afirma.

No obstante se han conseguido logros en reclamaciones históricas de la mujer en entornos rurales, como la posibilidad de afiliarse en la explotación familiar agraria. “Tradicionalmente se ha puesto muchas trabas para que la mujer se afiliase en la explotación familiar, pero tras muchos años de trabajo hemos conseguido cambiarlo”, explica Diago. Además de para sí, también han conseguido logros para sus hijos, que antes tenían más dificultad para obtener becas. Acceder a estudios es vital para los jóvenes en los entornos rurales.

La revista Soberanía Alimentaria, Biodiversidad y Culturas es una publicación centrada en el debate y la reflexión en torno a la vida rural, su idiosincrasia y condicionantes. Ya por 2010, la publicación debatía en uno de sus números acerca del papel de la mujer en –tanto histórico como actual- en el ámbito rural español.

A lo largo del texto las autoras reflexionan sobre como el esquema tradicional patriarcal predominante, con el hombre dedicado a la agricultura y la mujer ocupándose de la casa pero trabajando también en el campo, ha relegado a esta última, a través de los años, a un papel secundario de dependencia económica. La toma de decisiones ha recaído de forma histórica sobre el marido, invisibilizando el papel social y económico de la mujer. Como consecuencia de esta dependencia forzada, se ha privado a la mujer del respeto social y la capacidad para desempeñar y ocupar otros roles dentro de un ámbito hostil como es el rural.

Apuesta institucional por repoblar en femenino

La provincia de Castellón se extiendo a lo largo de un territorio predominantemente rural, en el que más del 85% de la población reside en zonas urbanas a pesar de que estas únicamente suponen menos del 20% del territorio castellonense. Uno de los colectivos más desfavorecidos por esta situación, que se agrava año tras año con la progresiva despoblación del medio y el envejecimiento de la población existente, es el de las mujeres del ámbito rural, que añaden a las dificultades propias del entorno, las de ser mujer.

Desde la Diputación de Castellón son conscientes de la problemática que plantea la despoblación y el aislamiento para los habitantes del entorno rural, especialmente contra las mujeres. La campaña #Repoblem, puesta en marcha de cara al año que viene por la Diputación, supone un programa de ayudas, inversión y servicios para invertir la situación en el medio rural.

Además, el programa “Emprender y Dirigir en Femenino”, enmarcado dentro de #Repoblem, supondrá una veintena de acciones formativas dirigidas específicamente a que las mujeres de la provincia puedan desarrollarse laboralmente. Las actividades centran sus esfuerzos en ayudar especialmente a las mujeres de municipios del interior y ayudar a consolidar la población en el territorio.