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Izquierda Unida exige que se investigue de forma ejemplar la aparición de una cámara en los baños de Konecta Valladolid

Baño donde apareció la cámara.

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Izquierda Unida de Castilla y León ha condenado la aparición de una cámara oculta con tarjeta de memoria y en funcionamiento que supuestamente grababa a las trabajadoras en los baños de Konecta Valladolid. El partido condena y rechaza de “actos tan execrables que atentan contra la intimidad y la dignidad de las mujeres trabajadoras” y exige a policía, inspección de trabajo y agencia de protección de datos, que actúen “de forma contundente y ejemplar”.

En un comunicado, la formación recuerda que la empresa “es siempre la responsable de cuanto suceda en su centro de trabajo” y que la Ley Orgánica de Protección de Datos prohíbe expresamente la instalación de sistemas de grabación de sonidos ni de videovigilancia en lugares destinados al descanso o esparcimiento del personal, tales como vestuarios, aseos, comedores y análogos, estableciendo esta misma ley las sanciones a imponer por el incumplimiento de esta prohibición.

“Las empresas parecen estar olvidando su obligación de garantizar los derechos de sus trabajadoras y trabajadores en el centro de trabajo, derechos constitucionales como el derecho a la intimidad y a la consideración debida a su dignidad personal”, señala Izquierda Unida. “Al contrario de lo que muchos empresarios parecen creer”, reza el comunicado, los derechos laborales “no se quedan a la puerta del centro de trabajo, sino que por el contrario, han de ser garantizados y protegidos por sus empleadores en el ámbito de la relación laboral y por supuesto en el recinto del centro de trabajo”.

Por tanto, la formación, considera que es responsabilidad de Konecta Valladolid vigilar todo lo que ocurre en el centro de trabajo y especialmente evitar y prevenir sucesos tan execrables como el que ahora se ha descubierto. El partido relaciona lo sucedido con la idea orwelliana del Gran Hermano, del que dicen “no puede estar presente en nuestros centros de trabajo”.

“Las trabajadoras y los trabajadores tenemos derecho a que se respete nuestra intimidad y nuestra imagen”, subrayan. Por ello, mandan un mensaje de solidaridad a las trabajadoras de Konecta Valladolid y exigen a policía, inspección de trabajo y agencia de protección de datos, que actúen “de forma contundente y ejemplar en este caso” para que sirva para evitar que se vuelva a repetir en ninguna empresa.

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