El Gobierno pide que Europa “tenga en cuenta” su control de la inmigración en las cuotas de asilo

El ministro español del Interior, Jorge Fernández Díaz, hizo este jueves un llamamiento a la UE para que a la hora de adjudicar cuotas de asilo de refugiados en los países miembros se tenga en cuenta el esfuerzo que España realiza “en el control de la inmigración irregular”. Así se ha expresado también la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría: “Los países que somos frontera venimos haciendo una gestión solidaria en distintos ámbitos de estos esfuerzos, que creo que tienen que ser tenidos en cuenta”.

La decisión de cómo se realizará ese reparto aún no se ha adoptado, pero en la Agenda Europea de Migración, la Comisión añadió en los anexos una propuesta de distribución en la que a España le correspondería el 9,1% de los asilados que se encuentren en suelo comunitario y que el Ejecutivo comunitario decida repartir, en el marco de la emergencia que vive el Mediterráneo.

Además, la Comisión ha propuesto que los países de la UE acojan a 20.000 nuevos refugiados desde los países de origen, una cifra “asumible”, según las organizaciones humanitarias y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), como demuestran los países con menos recursos que están recibiendo la mayor parte de refugiados.

España, a pesar de ser frontera sur, no destaca por su política en materia de asilo. De las cerca de 600.000 peticiones de asilo que se tramitaron en la UE, solo un 0,9% se realizó en España.

Para el ministro, los esfuerzos de España radican en cambio en el freno de la inmigración. Según el ministro español, las autoridades comunitarias van a tener que hacer una propuesta “creativa” para conciliar todas las realidades, entre ellas la de ese esfuerzo de España por controlar la entrada ilegal de inmigrantes, porque “ha hecho los deberes”.

España “hace los deberes”

A su juicio, la política de inmigración de la Unión Europea debe “pivotar” sobre dos principios: el de la responsabilidad compartida de todos los estados y el de la solidaridad.

Y en esa política, añadió, no puede ser ajena una circunstancia, que es la ponderación de los esfuerzos de cada país, como los que ha hecho España “cerrando la fachada atlántica a la entrada masiva de inmigrantes” gracias a los acuerdos con los países de origen, como Senegal y Mauritania, donde hay desplegados efectivos marítimos, aéreos y terrestres de la Policía y la Guardia Civil.

Si no se hubiera hecho así, enfatizó el ministro, ahora podría repetirse el “drama humanitario” de 2006 en la denominada “crisis de los cayucos”, cuando más de 40.000 personas llegaron a España de forma ilegal y muchos perecieron. “No se produce (ese drama) porque España está realizando sus deberes”, dijo Fernández Díaz.

Fernández Díaz lamentó las muertes que se están produciendo en el Mediterráneo central, a través del cual el pasado año intentaron llegar a Italia 170.000 inmigrantes y este año se calcula que sean unos 200.000.

Níger, desde donde el ministro ha realizado estas declaraciones, es un nudo estratégico para el paso hacia Libia de estas personas que intentan llegar a Italia y, por ello, la colaboración con los países del Sahel es “fundamental”, ha expresado, para prevenir en origen y reforzar y formar a sus fuerzas de seguridad para que “rompan la cadena” y ataquen a las redes criminales que provocan esas tragedias.