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Qué han declarado (y qué no) los guardias civiles imputados por las muertes de Ceuta

Un agente de la Guardia Civil muestra una pelota de goma como las lanzadas el 6 de febrero en el intento de entrada en el que murieron 15 inmigrantes, ataviado con el chaleco empleado, cargado de botes de humo./ Informe de la Policía Judicial de la Guardia Civil sobre la tragedia de Ceuta

Gabriela Sánchez

Las comparecencias de los 16 agentes imputados por su posible relación con las muertes de Ceuta han finalizado, pero la confusión entre unas versiones y otras, entre las imágenes oficiales y la exposición de los hechos, continúa.

De los 16 agentes llamados a declarar, cuatro se acogieron a su derecho a no comparecer. Todos ellos forman parte de la Compañía Rural de Seguridad Ciudadana de Ceuta, adonde, según algunos agentes del otro grupo (los antidisturbios enviados desde Sevilla), pertenecen las primeras personas que dispararon pelotas de goma. El resto accedieron a responder a las preguntas de la magistrada, la Fiscalía y su defensa, negándose a contestar a las cuestiones formuladas por la acusación popular.

Fuentes jurídicas sostienen que las preguntas formuladas no eran “incisivas” y dejaban abiertas cuestiones fundamentales para aclarar qué ocurrió aquel 6 de febrero de 2014. No se hizo hincapié, apuntan, en las contradicciones existentes entre la versión de algunos agentes y los hechos mostrados por las imágenes oficiales.

Resumimos las claves de la versión relatada por los guardias civiles ante la magistrada María del Carmen Serván.

Primera vez que tiraron pelotas al agua

El teniente, el sargento y tres guardias civiles del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) de Sevilla reconocieron que los protocolos internos no incluyen el uso de medios antidisturbios en intentos de entrada por la vía marítima. Por tanto, el primer día que los emplearon hacia el agua fue el 6 de febrero de 2014, cuando 15 personas murieron en su intento de entrar a Ceuta a nado.

Según las fuentes consultadas, ni la jueza ni la Fiscalía ni la abogada del Estado preguntó a los imputados por qué se decidió tirar pelotas de goma en zona acuática si no aparece en la normativa y no se había hecho con anterioridad. Cinco meses antes, había tenido lugar otro intento de entrada a nado en el que 91 personas lograron su objetivo de alcanzar la ciudad autónoma. En aquella ocasión, las fuerzas de seguridad no lanzaron material antidisturbios.

Por lo general, los guardias civiles imputados afirman que, aunque no están instruidos sobre el método de utilizar material antidisturbios hacia el mar, aplicaron en el agua unas órdenes ideadas para tierra teniendo en cuenta unas medidas de seguridad previas como disparar en parábola, lejos de los inmigrantes, asegurarse de que las pelotas de goma no impactasen en una persona, etc.

No se cumplió la distancia mínima

Sin embargo, el mismo teniente afirmó que, aunque en un primer momento pensaba que todos los disparos de pelotas de goma respetaron la distancia mínima de 25 metros incluida en los protocolos —defendida también por el ministro del Interior en el Congreso—, posteriormente observó en los vídeos oficiales que los lanzamientos la superaron.

El 6 de febrero, por tanto, los agentes incumplieron la distancia mínima de una normativa pensada para el control de masas en tierra firme, donde no existe el riesgo de ahogarse, como sí sucede en el mar. Aseguran que los medios antidisturbios no impactaron sobre ninguna persona ni pincharon los flotadores.

Las imágenes oficiales muestran disparos de material antidisturbios hacia la zona donde se encontraban los inmigrantes “apelotonados”. Testimonios de supervivientes contactados por eldiario.es afirman que las pelotas de goma pincharon algunos de los flotadores de sus compañeros. El informe de la ONG Caminando Fronteras difundió partes médicos que recogían lesiones de personas que participaron en el intento de entrada que acabó en tragedia. La jueza ha solicitado un informe forense sobre las imágenes adjuntas cuyo resultado se desconoce por el momento.

Culpa de Marruecos

Marruecos como responsable de las muertes de Ceuta. Esta ha sido la línea de defensa mantenida durante las nuevas comparecencias de los agentes imputado. Los agentes pertenecientes al Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) de Sevilla han declarado que la actuación marroquí habría provocado un 'efecto tapón' sobre el grupo de inmigrantes.

Los miembros del Instituto Armado pertenecientes al GRS han afirmado que, mientras los inmigrantes formaron una “avalancha humana” en el agua, la embarcación marroquí se posicionó enfrente generando un tapón. También destacan que la zodiak marroquí cruzó de un lado a otro del espigón y esto podría haber derivado en la tragedia. También han recordado que los gendarmes de Marruecos suelen utilizar la fuerza de forma muy “contundente” contra los subsaharianos.

Los supervivientes consultados por este periódico aseguran que los gendarmes alauíes siempre son más violentos pero el 6 de febrero de 2014 fueron los españoles quienes les “atacaron”. Varios indican que en esta ocasión los gendarmes de Marruecos auxiliaron a los ciudadanos subsaharianos en el agua.

Las imágenes oficiales muestran la embarcación marroquí (una zodiak de pequeñas dimensiones) del lado marroquí al español en una ocasión. Los agentes mencionan este hecho como si se hubiese producido de forma constante.

La teoría de “todo sucedió en Marruecos” fue tomada como válida por la jueza en febrero, cuando solicitó a la Audiencia Nacional el traslado de la causa por “falta de competencia”. La magistrada entendía que las muertes tuvieron lugar en aguas marroquíes y, por ese motivo, debían ser investigadas en un juzgado central. Sin embargo, el juez Fernando Andreu echó por tierra el criterio de María del Carmen Serván: los fallecimientos podrían haber ocurrido en aguas españolas, concluyó, ya que aún no estaba demostrado lo contrario.

Las primeras órdenes

De las declaraciones de los guardias civiles imputados se desprende que el capitán jefe de la Unidad de la Compañía Rural de Seguridad Ciudadana de Ceuta estaba al mando del dispositivo pero, según aseguró ante la jueza, no dio la orden inicial para utilizar el material antidisturbios ya que escuchó detonaciones antes de dar una serie de directrices a sus agentes. Se desconoce de dónde llegó esa orden inicial —si la hubo— o las razones de comenzar a disparar hacia el mar no había precedente y la normativa no recoge este supuesto.

Las instrucciones consistieron en una demostración práctica, según el mismo ha afirmado. Agarró el fusil de un guardia civil y disparó en varias ocasiones hacia el agua con el objetivo de que el resto “imitase” sus acciones.

Efectivamente, atendiendo a las comparecencias, el resto le imitó: el teniente, el sargento y otros agentes pertenecientes a la otra unidad presente en el dispositivo (los antidisturbios enviados desde Sevilla) han señalado que empezaron a utilizar pelotas de goma hacia el agua porque observaron que lo había hecho en primer lugar el capitán.

“Imposible” lanzar pelotas a Marruecos

Cuando han sido cuestionados sobre si lanzaron pelotas de goma o botes de humo hacia aguas marroquíes, los agentes lo han negado de forma tajante. Aseguran que la caída de los medios en zona de Marruecos sería “materialmente imposible” por las características del vallado fronterizo elevado sobre el espigón.

Sin embargo, los vídeos oficiales muestran lanzamientos de material antidisturbios hacia el lado alauí, muy cerca de la línea fronteriza imaginaria que separa ambos países. En las imágenes puede verse cómo varios guardias civiles disparan medios hacia la zona donde se encontraban “apelotonados” los inmigrantes, donde según la versión oficial se produjeron los fallecimientos.

Los botes de humo “no causan efectos”

Varios guardias civiles han asegurado que el humo desprendido por estos elementos no causa ningún efecto en las personas que lo inhalan.

Esta afirmación choca con los testimonios de los supervivientes del 6 de febrero quienes destacan el picor y la sensación de ahogo que causaba el gas –ellos lo llaman “gas lacrimógeno”– sobre las personas que intentaban nadar. Las mismas fuentes describen que los agentes también han negado los posibles pinchazos de los flotadores de algunos de los subsaharianos por culpa del impacto con pelotas de goma. Uno de ellos ha apuntado que, en ese caso, rebotarían, explican las mismas fuentes.

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