El Tribunal de Apelación de Nador, en el noreste de Marruecos, condenó este miércoles a dos años y medio de cárcel a trece migrantes y refugiados, en su mayoría sudaneses, por el salto a la valla de la ciudad española de Melilla el pasado 24 de junio que causó la muerte de al menos 23 personas. El intento de entrada fue repelido con violencia por parte de las fuerzas de seguridad marroquíes.
Según informó a Efe el abogado defensor Mbarek Buirek, los trece migrantes fueron acusados de constitución de banda criminal para organizar emigración clandestina, violencia contra las fuerzas públicas, desobediencia y aglomeración armada, entre otros delitos. Sin embargo, una docena de supervivientes del salto entrevistados por elDiario.es aseguran que los participantes del salto se habían organizado ellos mismos y aseguran que no existía una mafia encargada de planear el salto ni lucrarse de ello.
Las personas condenadas forman parte de un grupo de 28 acusados que comparecen ante el mismo tribunal. El caso del segundo grupo (compuesto de 15 migrantes y refugiados) fue pospuesto este miércoles al próximo 7 de septiembre para convocar a agentes marroquíes que fueron heridos durante estos sucesos y que habían presentado denuncias ante la justicia.
El segundo grupo está acusado también de “retención” y tomar como rehenes durante unas horas a agentes marroquíes durante los enfrentamientos con los emigrantes en vísperas de la tragedia de Melilla, el día 23 de junio en un campamento de emigrantes en el bosque de Iznuden, a unos 20 kilómetros al sur de Melilla.
El pasado día 19 de julio, el Juzgado de Primera Instancia de Nador condenó a once meses de prisión a otros 33 emigrantes detenidos durante los sucesos del 24 de junio, y el día 4 de agosto sentenció a 14 de sus compañeros a cuatro meses de cárcel.