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El Gobierno y Competencia se reúnen para “garantizar” que la bajada del IVA se refleje en el precio de los alimentos

Daniel Yebra

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La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha anunciado este lunes una reunión de su segundo, el secretario de Estado Gonzalo García Andrés, representantes de Agricultura y de la CNMC (Comisión Nacional del Mercado y la Competencia) “para afinar y reforzar todos los instrumentos que tenemos para garantizar la transmisión de las medidas de bajada del IVA en el precio final de los alimentos”.

El Gobierno intenta responder así a las críticas y a las denuncias de organizaciones de consumidores como Facua a distintos supermercados que desde el 1 de enero estarían aprovechando la reducción de impuestos para incrementar sus beneficios, al mejorar sus márgenes (la capacidad de convertir en ganancias los ingresos).

Según Calviño, “en definitiva”, el Ejecutivo pretende que “el esfuerzo público” para moderar la inflación redunde en un alivio real para las familias. En el último paquete de medidas para hacer frente a las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania y las subidas de precios se incluyó una rebaja del IVA del 10% al 5% para el aceite y la pasta y una eliminación del IVA del 4% que se aplica a todos los alimentos de primera necesidad, entre ellos el pan o la leche.

La bajada del IVA a la alimentación se ha enfrentado a numerosas críticas desde su anuncio a finales de diciembre. Por un lado, porque asume el riesgo de descargar todo el peso en el sector público, que ya soporta un elevado endeudamiento.

Por otra parte, por las dudas sobre en cuánto se traduce en los precios, sobre todo tras los fuertes incrementos de diciembre (este viernes se conoce detalle del IPC del último mes de 2022, pero la previsión ya avisó de una aceleración en el carrito de la compra).

Además, es difícil prever cómo se repartirá a lo largo de la cadena de valor con el paso del tiempo: supermercados, proveedores, transportistas, productores… Y, por último, el efecto será solo temporal si vuelven aumentar los costes energéticos (carburantes, electricidad...).

El Gobierno ya instó a los supermercados a que reflejaran a partir del 1 de enero las diferencias que hay entre pagar con el impuesto actual y el de 2022. Este mismo lunes, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha afirmado que la inflación “debería ser inferior” en enero por la bajada del IVA.

Según ha admitido, ha sido un tema “complejo”, pero ha sido la alternativa “más eficaz”. “Espero y estoy convencido de que dará resultado, estamos en contacto con el sector primario, la industria y la distribución y nuestra primera impresión es positiva. Creo que ha habido un traslado de la reducción del IVA, lo que no está exento de incidentes concretos y casos en los que pueda haber habido error en la aplicación o retrasos”, ha afirmado Planas.