El Gobierno defiende que el mercado eléctrico está en una situación “idónea” para reformar la tarifa regulada de la luz

El Gobierno defiende que el mercado eléctrico está en una situación “idónea” para abordar la reforma de la tarifa regulada de la luz. El Ministerio para la Transición Ecológica prevé que a principios de enero estará en vigor la reforma del precio voluntario al pequeño consumidor (PVPC) que prometió a Bruselas en mayo a cambio de lograr su visto bueno a la excepción ibérica. La propuesta pasa por dar más peso a las denominadas señales a plazo: los precios anuales, trimestrales y mensuales, para reducir la volatilidad de esta tarifa.

En una reciente respuesta parlamentaria, el Ejecutivo indica que el tope a la generación con gas natural “ha precipitado una fuerte reducción” de los futuros de la luz en España, “contagiados por la reducción del precio de la electricidad en los mercados diario e intradiarios”.

“Esta situación hace idónea la reforma del PVPC para introducir dichas señales a plazo, ya que estas internalizarán también parte de los beneficios que aquel mecanismo ha traído sobre todos los productos a plazo”, sostiene el Ejecutivo.

Futuros en máximos

Con el objetivo de evitar los bruscos cambios que sufre esta tarifa, que actualmente se fija con precios que cambian cada hora por estar ligada directamente al mercado mayorista de electricidad (pool), el Gobierno ha propuesto que el PVPC se fije a partir de enero mediante una cesta de productos en la que el precio diario de la luz en el pool pesará un 45%, y el de los mercados a plazo, el 55%, con una aplicación progresiva hasta 2025. Ese 55% se repartirá entre los futuros anuales (un 54%), los trimestrales (36%) y los mensuales (el 10% restante).

Los futuros de la electricidad para 2023 se relajaron algo con la entrada en vigor del tope al gas respecto al nivel previo a la invasión de Ucrania. Pero en agosto, con la solución ibérica ya en vigor, pulverizaron todos los récords, porque la cotización del gas estaba disparada. Y todavía hoy siguen en niveles inusualmente altos, en comparación con el nivel previo a esta crisis energética.

Para el conjunto de 2023, los futuros en España se situaban este lunes en torno a los 196 euros por megavatio hora (MWh), frente a los más de 350 euros que llegaron a alcanzar en agosto y los algo más de 100 que marcaban a principios de este año; los futuros para enero apuntan a unos 153 euros/MWh; y los del primer trimestre de 2023, a 164 euros/MWh, según datos de Omip. 

España lleva semanas con precios mayoristas de la luz muy inferiores a los de Alemania, Francia o Italia. No obstante, los precios han empezado a subir con la llegada del frío. Y cualquier referencia a futuro implica una prima de riesgo que puede acabar asumiendo el consumidor. Así ocurrió con el anterior sistema de subastas con el que se fijaba la tarifa regulada, conocido como CESUR, que fue sustituido por el actual PVPC.

En noviembre, el pool se situó de media en 115 euros/MWh, en el mes más barato desde el estallido de la guerra en Ucrania, por la moderación de los precios del gas y la buena aportación de la eólica. Esto permitió que la factura de la luz de un usuario medio en PVPC cayera el mes pasado por tercer mes consecutivo. El recibo final se abarató el 15% frente a octubre, hasta situarse, según estimaciones de la OCU, en 72,39 euros, la cifra más baja desde julio de 2021, gracias al efecto acumulado de las medidas fiscales y regulatorias del Gobierno.

Sin embargo, diciembre, con la subida de los precios del gas, ha comenzado con el coste de la electricidad para los consumidores en tarifa regulada (sumando el pool y la compensación que se paga a las centrales de gas) otra vez en valores sobre los 300 euros/MWh. Como señala la consultora Tempos Energía, “en un contexto geopolítico en el que se prevé que la llegada del invierno golpee duramente tanto a los países de la UE como a Rusia, los valores del Mercado Ibérico del Gas (Mibgas) podrían llegar a superar los 240 euros”. Y el precio de la electricidad, sumando el pool y la compensación para las gasistas por el tope al gas, podría volver a situarse en valores “cercanos a los 300 euros”, y “por encima de los 400 euros” en caso de que “el invierno golpee duramente al norte y centro del Viejo Continente y Rusia opte por cortar los flujos de gas 15,30 miles de millones de metros cúbicos -el 10% del total-”.

Según el director general de Tempos Energía, Antonio Aceituno, “es posible que nos encontremos ante el inicio de un ciclo alcista” en los precios del gas tras el reciente anuncio de la segunda terminal de exportación de gas natural licuado más grande de EEUU, Freeport, de retrasar su puesta en marcha hasta mediados de diciembre.

A partir de enero, además, va a incrementarse el umbral en el que se activa el tope al gas en el mercado mayorista en 5 euros/MWh, tal y como se pactó con la Comisión Europea. Ese límite se va a fijar a partir de entonces en 45 euros/MWh, dado que a los seis meses de su entrada en vigor tiene que ir subiendo mes a mes y, según explican fuentes de Transición Ecológica, las subidas empezarán a aplicarse ya en enero. Como explica el grupo ASE, esa subida de 5 euros “incrementará las ofertas de los ciclos combinados de gas en aproximadamente 10 €/MWh, lo que acabará repercutiéndose en los precios diarios” del pool.

Hasta 10 kilovatios

El PVPC es la tarifa regulada a la que pueden acogerse los pequeños consumidores domésticos con una potencia contratada menor o igual a 10 kilovatios. Hasta la actual crisis energética, fue siempre más barata que las ofertas del mercado libre.

Como señal de precio al consumidor, el PVPC es imbatible y siempre fue la opción más recomendable, pese a llevar años en retroceso frente a los ofertas del mercado libre. Pero el descontrol que vivió el pool tras la invasión rusa de Ucrania convirtió su diseño en perverso, al estar indexada a la cotización que marca cada hora el mercado mayorista de electricidad. 

La reforma del PVPC era una exigencia de Bruselas que las eléctricas llevaban años reclamando. El Gobierno abrió una consulta pública para reformarla hace un año y aparcó la idea ante la falta de consenso. Finalmente se plegó en mayo a cambio del visto bueno de la Comisión Europea a la solución ibérica.

En el decreto del tope al gas, el Ejecutivo se comprometió inicialmente a tener lista su propuesta en octubre. El PP llegó a preguntar por escrito en el Congreso el pasado 5 de octubre “por qué el Gobierno no cumple la ley” y no aplicaba ya esa reforma del PVPC. Ese mismo día, el Ministerio para la Transición Ecológica hizo pública su propuesta.

La reforma va a expulsar del PVPC a decenas de miles de empresas que actualmente tienen la tarifa regulada de luz, obligándoles a hacerlo en el mercado libre, ya que el Gobierno propone que a partir de enero de 2024 solo puedan acogerse a ella las microempresas: aquellas con menos de 10 trabajadores o una facturación anual inferior a 2 millones de euros. 

También quedarán fuera cientos de ayuntamientos y organismos públicos que todavía siguen en PVPC. Entre un 10% y un 20% de los puntos de suministro de las grandes comercializadoras con administraciones públicas están todavía en el mercado regulado; y no podrán acogerse a él a partir de 2024.

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