Sindicatos y empresarios rechazan la nueva propuesta de ERTE del Gobierno

Laura Olías

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El Gobierno ha presentado a los agentes sociales una nueva propuesta para los futuros ERTE y, de momento, no gusta a los sindicatos y empresarios. Así lo han expresado en la reunión que ha tenido lugar este miércoles por la mañana en el Ministerio de Trabajo, como ha adelantado la Cadena Ser y confirman fuentes del diálogo social a elDiario.es. El último borrador, con notables cambios en la propuesta del Ejecutivo tras la intervención de los ministerios de Economía y la Seguridad Social, es “farragoso” y “muy complejo”, se quejan en los agentes sociales.

Tanto fuentes patronales como sindicales confirman a este medio que los agentes sociales se han opuesto al último borrador que el Ejecutivo ha llevado a la mesa. Los futuros ERTE, denominados Mecanismo RED de Flexibilidad y Estabilización del Empleo, están pensados para afrontar cambios estructurales en sectores y empresas, así como futuras crisis económicas. La idea es que, ante estas situaciones adversas, las empresas optaran por acogerse al nuevo Mecanismo Red, en lugar de prescindir de los empleados, como ha sido más habitual en España hasta la fecha.

El Ministerio de Trabajo ya había planteado en la mesa una propuesta para estos ERTE para el futuro que se han comprometido a Bruselas dentro de la reforma laboral del Plan de Recuperación. Los denominó Mecanismo de Sostenibilidad del Empleo (MSE). Pero, tras la entrada de los ministerios de Seguridad Social y Economía en la negociación de la reforma laboral, el Gobierno ha planteado a los agentes sociales un nuevo texto con un mecanismo distinto (el ahora denominado Red). Este nuevo sistema incluye varias medidas novedosas que generan tensiones en sindicatos y patronales, aunque algunas diferenciadas.

Un mecanismo demasiado “complejo”

Por ejemplo, la oferta del Ejecutivo quiere implantar unos expedientes para sectores o empresas que afronten cambios estructurales, en los que las compañías tendrían que poner en marcha planes de recolocación (en su propia empresa u otras), con oferta obligada de formación para la plantilla afectada.

En este proceso, si el trabajador abandonara la empresa para recolocarse en otra, la compañía en reestructuración tendría que abonar al FOGASA el 50% de la indemnización que le correspondería al empleado en caso de despido improcedente. Esto no convence a los empresarios, que no comparten que deban hacer este desembolso.

El borrador explica que el objetivo de este traspaso de fondos es financiar los procesos de recolocación y, en caso de que el empleado fuera finalmente despedido por causas no atribuibles a su desempeño, el FOGASA le pagaría la indemnización que le hubiera correspondido en la empresa de origen. Dado que el empleado porta consigo este derecho de indemnización a la nueva compañía, algunas voces han advertido que tiene cierta similitud con la mochila austriaca, que el Gobierno monocolor de Sánchez quiso impulsar en el pasado para facilitar la movilidad entre empresas.

“Los empresarios ya habíamos advertido de que se trataba de una propuesta farragosa y que es más restrictiva, más intervencionista y que supone un mayor coste para las empresas que el modelo actual”, critican por su parte fuentres de la CEOE.“ Esta situación complica la posibilidad de llegar a un acuerdo en la mesa del diálogo social”, añaden en la patronal.

En los sindicatos explican que la propuesta planteada ahora, a escaso mes de tener que aprobar la reforma laboral, es demasiado compleja y piden retornar a la propuesta previa del Ministerio de Trabajo. “No hay tiempo para abordar esto”, aseguran a este medio, además de lamentar que hay mucha “indefinición” en varias cuestiones.

Desde UGT subrayan su oposición “a cualquier intento de introducir, aunque sea tímidamente, la mochila austriaca”, ya que consideran “que abarata el despido”. Además, les parece “muy escasa” la presencia de la representación de los trabajadores en la cogobernanza del mecanismo.

La última propuesta recoge la creación de una nueva prestación para trabajadores en un Mecanismo Red, diferente a la del desempleo que reciben las personas ahora en ERTE, que se debería pagar a cargo de un nuevo Fondo Red, que tendría que crearse también al efecto. Este fondo recibiría aportaciones de exceso de ingresos de las cotizaciones por desempleo, de los Presupuestos y de fondos europeos, y estaría controlado por varias instancias ministeriales, según el borrador del Ejecutivo.

Tras la negativa de los agentes sociales, el Gobierno de coalición afronta este miércoles la reunión interministerial de la tarde sobre la reforma laboral. Estos encuentros (protagonizados por Trabajo, junto a Economía y la Seguridad Social sobre todo) se pactaron tras la crisis del PSOE y Unidas Podemos en esta legislación clave, que concluyó con un nuevo esquema de coordinación interna.

El Gobierno duplica las reuniones a la semana

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha anunciado esta tarde que el Gobierno duplicará el número de reuniones del diálogo social sobre la reforma laboral. Hasta el momento, se celebraba una reunión semanal, los miércoles, y desde la próxima semana pasarán a ser dos encuentros de la mesa de debate con sindicatos y empresarios.

El Ejecutivo da este paso tras el tropiezo de hoy sobre la propuesta de ERTE. Al término de la reunión de esta mañana, tanto en patronales como en sindicatos han subrayado en comunicados a la prensa que el último borrador “complica” un posible pacto social. En principio, las reuniones con los agentes sociales serán los miércoles y viernes.

En estas semanas se afronta la recta final de la negociación de la reforma laboral, ya que el Gobierno se ha comprometido en Europa a tenerla aprobada en el BOE antes del 31 de diciembre. Con este límite temporal, Yolanda Díaz había apostado por llevar la legislación al Consejo de Ministros en el mes de noviembre, pero conforme están las cosas, se antoja complicado.

El choque interno en el seno del Gobierno por este tema, que ya se da públicamente por superado, retrasó las conversaciones en el diálogo social y la jornada de negociación de este miércoles ha mostrado el peligro del nuevo esquema de coordinación, con más ministerios implicados. Los agentes sociales, tras meses de negociación, rechazan introducir cambios sustanciales y complejos a estas alturas del partido, en que apenas queda margen para el debate en profundidad.