Cerveza sostenible cero emisiones: es posible y así es como se consigue

De cebada, de trigo, rubia, negra, lager, ale, pale ale, pilsen… y así podríamos seguir un buen rato hasta enumerar todos los tipos de cerveza que existen. Porque si hay una bebida que triunfa en cualquier sitio, esa es la cerveza: una de las bebidas fermentadas más antiguas de la humanidad. Pero todas ellas tienen un nuevo objetivo común: ser una cerveza cero emisiones. Y aunque no es nada fácil lograrlo, ya hay cervezas que tienen tan en cuenta al medio ambiente como a los cerveceros más acérrimos.

La cerveza del futuro es esa cerveza que gusta a los consumidores, por su sabor y calidad de siempre, y que guste al planeta, por sus procesos de elaboración sostenibles. Una cerveza verde, comprometida con el medio ambiente y que no deja huella en el planeta. Alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y capaz de refrescar a millones de personas al mismo tiempo que cuida de ellas y de su entorno.

Pero esa cerveza del futuro, sostenible y cero emisiones, ya existe y no es ninguna utopía. Porque cuidando el agua empleada en el proceso de elaboración, utilizando materias primas sostenibles y recurriendo a una distribución responsable, Heineken España trabaja para que su cerveza vaya en consonancia con los consumidores comprometidos, creando un valor compartido “Del campo al consumidor” que trace una fórmula de sostenibilidad transversal.

¿Cómo se elabora una cerveza sostenible cero emisiones?

Desarrollar un plan que tenga como objetivo conseguir una cerveza sostenible cero emisiones no parece sencillo, y lo cierto es que no lo es. Exige un gran esfuerzo logístico, un fuerte compromiso con el planeta y mucha valentía para diferenciarse de los demás, pero ya tenemos ejemplos que corroboran que es posible y que marcan el camino a seguir. Heineken sabe que la salud de todos depende de la salud del planeta, y está siendo capaz de obtener una cerveza sostenible cero emisiones basándose en tres pilares fundamentales: la neutralidad en carbono, la circularidad y el cuidado del agua. Paso a paso, así es como lo consigue.

Heineken se ha marcado el objetivo de producir con cero emisiones netas antes de 2025 y en toda su cadena de valor antes de 2040. Para conseguirlo, hay que empezar por el principio, y eso significa hacer que sea neutra en carbono. Para ello, Heineken ha recurrido al poder del sol y ha logrado ser la primera cervecera española que elabora sus productos exclusivamente con electricidad renovable. Su planta de Jaén es la primera fábrica cervecera cero emisiones de España y la mayor de Europa, aprovechando recursos locales tan valiosos como el sol de Andalucía y biomasa de olivar jienense.

Pero no todo depende del proceso de elaboración, sino que todo empieza mucho antes. Por eso la compañía recurre a productos locales, de los que el 75% proviene de cultivos sostenibles certificados bajo protocolo SAI —Sustainable Agriculture Initiative—. Para completar el proceso, la distribución aspira a ser cada vez más sostenible, recurriendo a vehículos menos contaminantes, como eléctricos e híbridos, y al transporte colaborativo. Con ello Heineken ha logrado reducir sus emisiones de CO2 un 23,4% respecto a 2010.

La circularidad es ese proceso en el que un material es utilizado en diferentes estados, hasta que vuelve a un punto de inicio sin que haya sido necesario recurrir al gasto de nuevas materias primas. Para ello Heineken España, con el fin de conseguir una cerveza sostenible cero emisiones, aspira a reducir, reutilizar, recuperar y reciclar todos los materiales y recursos que entran en juego en su actividad. De modo que es posible disminuir el volumen de materiales que se utilizan y a muchos se les da una segunda vida, a la vez que se sustituyen los plásticos por alternativas más sostenibles. 

El 95% de la cerveza es agua. Teniendo eso en cuenta, podemos hacernos una idea de lo importante que es cuidar este recurso para que el medio no se vea afectado. Y no basta con preocuparse por la eficiencia, por lo que para la elaboración de su cerveza Heineken trabaja por garantizar la circularidad y el balance hídrico. Entre 2014 y 2020 ha invertido cerca de 15 millones de euros para cuidar las fuentes de agua. Este novedoso enfoque ya le ha permitido reducir un 33% su consumo de agua en fábricas desde 2008 y tratar al 100% las aguas residuales para devolverlas al entorno con la calidad necesaria. 

Pero, ¿qué significa tener un balance hídrico neutro? Devolver el agua que contiene la cerveza a las cuencas de los ríos que nutren a las fábricas, y eso es algo que Heineken ya ha conseguido en Andalucía y en la Comunidad Valenciana gracias a sus proyectos de compensación hídrica en Doñana y Albufera. Y está trabajando para conseguirlo a nivel nacional este mismo año con la finalización del Proyecto Jarama en Madrid, casi una década antes de la fecha que se ha marcado a nivel global.

Esto significa que este año van a devolver a los ríos que nutren a sus cuatro fábricas en Sevilla, Jaén, Valencia y Madrid un total de más de 1.900 millones de litros de agua, es decir, más del 100% del agua con el que se elaboran las cervezas. Todo ello contribuyendo a la recuperación de cada ecosistema.