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Seis consejos para no equivocarte al escoger un casino online

Seis consejos para no equivocarte al escoger un casino online.

ED Creativo

El juego en España se ha convertido, en pocos años, en un negocio verdaderamente rentable. Así lo confirman las cifras obtenidas por el sector en 2015, un ejercicio en el que el dinero gastado en casinos y apuestas, tanto físicas como online, ascendió a 35.000 millones de euros.

Pese a que el juego presencial continúa sosteniendo el peso en el negocio, la entrada en vigor en 2012 de la Ley 13/2011, que regula y legaliza los juegos de azar en Internet, propició la aparición en escena de numerosos operadores que han ayudado a engrosar las cuentas del sector. No en vano, desde entonces más de 70 han obtenido una licencia y solo en 2015 las cantidades jugadas ascendieron a 8.562,8 millones de euros.

Sin embargo, el marco regulatorio aprobado por el gobierno no ha conseguido frenar la proliferación de numerosas páginas web fraudulentas que se aprovechan del desconocimiento de los no-iniciados. Ante la ingente oferta disponible en la red, ¿cómo evitar caer en timos? A continuación, te detallamos seis claves en las que deberás fijarte para esquivar el riesgo de pérdida monetaria y escoger el casino online que más se adapta a tus necesidades:  

1. La seguridad

La seguridad del operador es uno de los puntos claves a la hora de decantarte por un casino online.  No te dejes llevar por los jugosos bonos de bienvenida que ofrecen muchas webs y comprueba que dispone de la licencia correspondiente emitida por la Dirección General de Ordenación del Juego de España. Si carece de ella es que no cuenta con permiso legal para operar en España. También es importante que las transacciones de dinero entre tu cuenta y el operador del juego sean seguras. Para ello, debes ver que el protocolo de la URL aparece con una ese final, es decir https en vez de http.

2. Su reputación

Una vez confirmado que el operador es seguro, busca opiniones de usuarios en foros y otras páginas de internet. En la red podrás encontrar diversos analistas que evalúan qué casinos online son un timo o una estafa o cuáles son de fiar. Uno de ellos es Estafa.info, una plataforma que ofrece información sobre páginas webs en las que se producen este tipo de transacciones económicas, al tiempo que las compara entre sí. Si tienes dudas sobre el operador en el que debes invertir, lee sus reseñas y averigua qué puesto ocupan en su ranquin. Es una buena forma de aclarar dudas y descubrir a qué atenerte con cada operador.

3. La diversidad de juegos

La mayoría de casinos ofrecen distintos tipos de juegos, aunque en ocasiones pueden estar especializadas en uno en concreto. Pregúntate antes de empezar a qué quieres jugar. Es bueno que un casino ofrezca diversidad, pero si solo te interesa una modalidad en concreto deberías escoger un operador que destaque en dicho apartado, aunque flojee en el resto.

4. ¿Cómo quieres pagar?

La retirada e ingreso de dinero es otro punto crucial. Averigua qué métodos de pagos son aceptados y si entre ellos se encuentra el que tu deseas. Lo ideal es elegir un operador que acepte, además de la tarjeta de crédito y las transferencias bancarias, alguna cartera electrónica. Son instantáneas y, sobre todo, seguras.

5. La atención al cliente

Si tienes pensado jugar de noche y la atención al cliente tiene un horario de oficina, quizá te convenga decantarte por otra plataforma. Lo ideal es que dicho servicio sea rápido y esté disponible las 24 horas al día. Si no es así, al menos debería coincidir con tus horas de juego. Igualmente es importante que las formas de contacto sean diversas (teléfono, email, chats…), gratis y en español.

6. Los bonos de bienvenida

Para atraer a nuevos clientes, las plataformas online suelen ofrecer bonos regalo de bienvenida, pero la en muchas ocasiones se encuentran asociados a un volumen mínimo de apuesta por parte del cliente o a un periodo determinado y, si no se usa, desaparece. Es imprescindible, por tanto, leer detenidamente sus términos y condiciones para que luego no haya sorpresas desagradables.

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