Ecologistas advierten que fumigar los arrozales extremeños con Cipermetrina es perjudicial para las abejas
Ecologistas en Acción de Extremadura denuncia que la fumigación aérea de los arrozales extremeños con Cipermetrina supone una grave agresión contra las abejas y, por tanto, contra el sector apícola.
Recuerda que la Junta de Extremadura decidió abordar el control de la pudenta del arroz fumigando con avionetas 57.000 litros de Cipermetrina, un piretroide muy tóxico para las abejas y para los organismos acuáticos.
Según estudios realizados por el Royal Holloway University of London la exposición a piretroides reduce el tamaño de las abejas de las colonias, señala Ecologistas en Acción.
Además de sus efectos en el medio ambiente, los ecologistas adviere de que la Cipermetrina está catalogada como una sustancia disruptora hormonal y su toxicidad en humanos deriva en mareos, dolores de cabeza, náuseas, fatiga, irritación de la piel y en los ojos.
Por ello, consideran que su aplicación no debería hacerse con medios aéreos, ya que ésta supone una aplicación menos selectiva que si se realizara con técnicas terrestres, y un mayor riesgo de dispersión en el medio ambiente y de afección a la población.
Extremadura es la segunda Comunidad Autónoma con mayor superficie de arrozales de España, un cultivo que se concentra en las Vegas Altas del Guadiana, donde el 17% del territorio tiene alguna figura de protección ambiental debido al alto valor ecológico de sus zonas húmedas.
Aún entendiendo la necesidad de proteger la producción de arroz extremeño de los posibles daños causados por la pudenta, Ecologistas en Acción anima a la Junta de Extremadura a tomar medidas de apoyo al sector que sean más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.
Si se tiene en cuenta el gasto del pesticida, las avionetas y el personal técnico, se han destinado 430.000 euros en esta campaña de fumigaciones, según este colectivo, que alenta a la Junta a invertir en el sector arrocero extremeño pero en clave de sostenibilidad, con un fomento claro de su transformación hacia la producción ecológica, “que no pondría en riesgo los valores ecológicos de la zona y no amenazaría la actividad apícola extremeña”.
