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La biomecánica del sillín de la bicicleta: cómo elegir el más adecuado entre una infinidad de modelos

Hay que tener unos cuantos aspectos en cuenta a la hora de elegir el sillín

Erika Barandiaran / Andoni López

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Cuando hablamos de 'dudas existenciales' entre los ciclistas podríamos decir que la compra de un sillín adecuado es una de las más habituales. Existen infinitos modelos en el mercado, tantos como ciclistas y bicicletas; por eso, para elegir el sillín que mejor se adapte a nuestra anatomía, es importante tener en cuenta diversos aspectos.

Para ayudarnos en la elección, os ofrecemos una explicación general de las características de los diferentes tipos de sillín. Gracias a ellas podremos aclarar algunas dudas y facilitar la elección de los mismos. Como siempre os hablamos desde un punto de vista totalmente general, recalcando que no todos los ciclistas, deben cumplir ni cumplirán estos criterios, y que esto forma parte de la normalidad, siendo siempre necesario adaptarse a las necesidades y características particulares de cada cual.

Para comenzar, empezaremos diciendo que los sillines se clasifican en base a su forma, anchura y largura. En base a su forma pueden ser: round: curvatura redonda; semi-round: curvatura redondeada pero menor que los anteriores, y flat: sillines planos. De forma general, cuanto mayor sea la rotación pélvica de un ciclista mejor se adaptará a un sillín más plano, y viceversa.

En base a la anchura podemos encontrar sillines en el mercado con anchuras de 134 a 165 mm, siendo los más habituales los de 143 mm. La anchura del sillín tendrá que ir en consonancia con la anchura de los isquiones del ciclista como os comentaremos más tarde.

En los referente a la largura del sillín diremos que pueden variar desde los 240 hasta los 270 mm. Actualmente la tendencia es a utilizar sillines más cortos (con menos 'nariz') pues ofrecen un mayor confort y mejor adaptación, produciendo menor presión en la zona anterior del periné.

Diferencias entre la pelvis masculina y la femenina

La pelvis femenina es morfológicamente más ancha que la masculina debido a las adaptaciones físicas necesarias para el parto, con una distancia mayor entre isquiones. Por este motivo, es más común que las mujeres se adapten mejor a sillines de un ancho 150/165 mm y los hombres a sillines de 134/144 mm.

No obstante, también es habitual encontrar mujeres y hombres con pelvis más estrecha o más ancha de lo teóricamente esperado y por eso, aunque clásicamente los sillines se diferenciaban en sillines para hombre y mujer, actualmente son muchas las marcas que diseñan sillines unisex. Por tanto, lo importante será saber cuál es la anchura adecuada para cada ciclista en base a sus características, posicionamiento y modalidad ciclista practicada, y no elegir un sillín sólo en base al género del ciclista.

Tipos de sillín según la modalidad practicada

Al igual que existen diferentes tipos de bicicletas para diferentes modalidades, los fabricantes diseñan diferentes sillines adaptados a las mismas. 

A continuación, enumeramos las características más comunes de los sillines en base a la modalidad practicada. Los sillines para MTB y Gravel  tienen de largo 240/270 mm, de ancho 134/165 mm, y son de tipo semiround o round. Los de las e-bike tienen de largo 260/270 mm, de ancho 143/165 mm, y son de tipo round o en forma de T. Por el contrario, los de carretera son más cortitos, de largo 240 mm y de ancho 134/165 mm, siendo tipo semiround o flat. En cuanto a las bicis de contrarreloj, destacar que el largo de sus sillines es de 240 mm, de ancho 134 mm, siendo tipo flat.

¿Cómo elegir un sillín?

A la hora de elegir un sillín hay ciertos aspectos a tener en cuenta. Una forma de empezar puede ser calcular la anchura de nuestros isquiones. Existen diversas formas de medirlo, desde más caseras a más técnicas, pero hay que recordar que cualquiera de las mismas solo nos dará una estimación ya que esta medida se toma en sedestación pura y está posición difiere mucho a la que después adoptamos sobre la bicicleta.

Dependiendo del posicionamiento, la rotación de la pelvis y por tanto la zona de apoyo a lo largo de la rama isquiática variará. Por tanto, una vez estimada la anchura de nuestros isquiones (anchura del sillín) y la forma del sillín, lo más adecuado sería poder probarlo y cerciorarnos de que realmente se adapta correctamente a nosotros. Al acomodarnos sobre el sillín, es importante sentir que nuestros isquiones están constantemente sobre el sillín, es decir no deben sobresalir por fuera de él.

Voz de alarma

Es normal que el sillín nos resulte un tanto incómodo sobre todo en periodos de adaptación, bien porque nos hemos iniciado recientemente en el ciclismo o bien por un cambio de material. No obstante, hay ciertos signos de 'alarma' a los que deberíamos prestar atención, tales que un dolor intenso, que limita nuestras salidas; rozaduras y heridas excesivas de repetición en las mismas zonas; parestesias/adormecimiento de la zona perineal o síntomas genitourinarios frecuentes tras salir en bicicleta.

En caso de tener dudas o molestias acude a tu biomecánico de confianza, que podrá valorarte y aconsejarte sobre los cambios a realizar

Todas estas 'alarmas' podrían ser síntoma de un sillín inadecuado o de un mal posicionamiento sobre el mismo. Recuerda, tus salidas en bicicleta deben ser un momento de disfrute y desconexión, no un sufrimiento. Un ciclista pasa muchas horas sobre su sillín, por lo tanto, es importante realizar la elección adecuada y no precipitarnos al realizar cambios/compras.

En caso de tener dudas o molestias acude a tu biomecánico de confianza, que podrá valorarte y aconsejarte sobre los cambios a realizar.

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