¿España ha de pedir perdón a España?

Insisto en la pregunta que ya formulé hace tiempo en algún artículo. ¿Dónde quedaría la autoestima nacional de Euskadi si España no tuviera necesidad de pedirnos perdón por todo el mal que nos ha hecho a lo largo de nuestra historia? Tengo lamentablemente que repetirme, porque el “bando nacional” de Euskadi sigue insistiendo en el mismo embuste histórico: la responsabilidad de “España” en el bombardeo criminal de Gernika durante nuestra guerra civil; y la necesidad, por tanto, de que “España” pida a Gernika disculpas por ello. Si lo acaba de hacer el presidente de Alemania, ¿por qué no hace lo propio ningún representante cualificado del Gobierno español?

La respuesta es muy obvia. Porque el Gobierno de España no sólo no tuvo responsabilidad alguna en ese bombardeo, sino que, además, fue su víctima directa. Porque aquello fue una agresión contra una población de la España legal y legítima. Una de tantas poblaciones de España que fueron brutalmente golpeadas en el curso de la guerra por la aviación de los golpistas. En el caso de Gernika, por la aviación de sus aliados alemanes (Legión Cóndor) e italianos. No veo, pues, ninguna razón para que España se disculpe por lo que España no hizo. Salvo que propinemos una patada en el culo a la lógica más elemental y acabemos reclamando que España pida perdón a España por lo que los sublevados franquistas le hicieron a España en general y a Gernika, en particular.

Con el inconveniente añadido de tener que aclarar qué representante de España tendría que pedir públicamente ese perdón tan insistentemente solicitado. ¿El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez? ¿El lehendakari Pradales como máximo representante del Estado español en Euskadi, de acuerdo con nuestro Estatuto de Autonomía? ¿O la alcaldesa de Vitoria, Maider Etxebarria, teniendo en cuenta que fue de la Vitoria “nacional- española” de entonces desde donde salieron al menos una parte de los aviones que bombardearon la población foral? Y, ya puestos y ampliando el foco, tal vez el Gobierno vasco debería pedir perdón a España, por la rendición al fascismo de las tropas nacionalistas en Santoña, a espaldas del Gobierno de la República.

No es cierto, además, que aquel siniestro bombardeo quedara envuelto en un manto oficial de silencio, como sugiere el lehendakari Pradales en un reciente artículo. Basta recordar que el Gobierno legítimo de España, el republicano, lo denunció con dureza desde el primer momento y ante todas las instancias internacionales. Y, además, lo dio a conocer al mundo a través del “Guernica” de Picasso, un cuadro emblemático que ese mismo Gobierno encargó. Y es, por tanto, propiedad del Patrimonio de España, y no de Gernika, por mucho que el nacionalismo lo venga reclamando. Es un cuadro pintado por un artista español (andaluz por más señas) y por encargo del Gobierno legítimo de España.

Y es un cuadro, también, que va más allá de Gernika; porque lo que en él se refleja es uno de tantos episodios criminales ocurridos en la guerra civil española tras el golpe militar contra la República y la democracia. Es, en definitiva, un cuadro que encarna y representa lo que fue la tragedia de una España acosada por el fascismo que la acabó triturando. Porque aquella guerra la perdió toda España, Euskadi incluida.