Urkullu asegura que las elecciones municipales y forales para el PNV no fueron una “primera vuelta” de las autonómicas

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha realizado este martes una valoración tanto de los resultados de las elecciones municipales y forales como de la nueva convocatoria para el 23 de julio de elecciones generales. Aunque ha asegurado que los detalles sobre la situación en que ha quedado su partido, el PNV, le corresponden a la propia organización, sí ha recalcado que él en ningún caso ha hecho de la campaña una “primera vuelta” de las autonómicas previstas inicialmente para 2024 como ha hecho Pedro Sánchez. Ha afirmado que hará una “reflexión” pausada sobre si las “actuaciones” del Gobierno vasco han podido alterar la “percepción individual o colectiva” sobre el PNV pero ha recalcado que se debería estudiar por qué Euskadi es “líder en huelgas y manifestaciones” -ha dicho que se concentran aquí el 50% de todas las de España- cuando es una comunidad “puntera” en renta, baja pobreza o cohesión social.

Urkullu, que realizó actos de campaña diarios y hasta por duplicado, ha insistido en que sus intervenciones estuvieron centradas en explicar que eran votaciones “diferenciadas” y de gran relevancia para el ámbito municipal y foral. Preguntado por los periodistas por si se siente interpelado por los resultados, ha afirmado que siempre lo está “como ciudadano y como responsable de una institución”, aunque ha añadido que su Ejecutivo “en principio no se ve afectado”. El PNV salió con sabor “agridulce” del domingo electoral con una victoria en votos pero con derrotas en Vitoria o Gipuzkoa y viendo un ascenso de su gran rival, EH Bildu. Lo achacan a la falta de movilización de antiguos votantes y, como partido, ya han admitido algunos errores de gestión.

En cuanto a las elecciones generales, ha indicado que convocarlas es una “facultad” personalísima del presidente. Él no ha valorado adelantar las autonómicas y, de hecho, ha confiado en que no se tengan que repetir las generales como en las dos ocasiones anteriores de modo que no haya ya más procesos intermedios hasta el final de la legislatura vasca, con lo que ello supone de enrarecimiento del clima político y de paralización de la actividad parlamentaria. “Espero que sean las últimas generales antes de las elecciones vascas”, ha bromeado por dos veces. Sin dar pistas sobre la fecha que maneja para las autonómicas, sí ha enfatizado que él es partidario de separar elecciones porque cada cual tiene su ámbito. Ello mostraría que, quizás, no sea proclive de hacerlas coincidir con las europeas de mayo de 2024.

Con todo, Urkullu sí ha constatado que la finalización repentina de la legislatura estatal deja paralizadas algunas materias que afectan a Euskadi. Ha recordado que quedará incumplido el calendario de transferencias pendientes del Estatuto de 1979, “de hace ya más de 43 años”. En concreto, parece abocada a una estación terminal la cesión de los ferrocarriles de Cercanías, la más relevante ahora encima de la mesa. Igualmente, queda en el aire una anunciada reunión entre Urkullu y Sánchez, que llevan meses de distanciamiento. Ha sido un tramo final de legislatura de “incumplimientos”, ha denunciado Urkullu.