El campo extremeño supone el 7,8 % del Producto Interior Bruto (PIB) regional, el triple del peso que tiene el sector agroganadero a nivel nacional, que es el 2,6 %.
Unas cifras a las que ha hecho referencia este lunes la consejera de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio, Begoña García Bernal, durante la presentación del Anuario de Agricultura de la Fundación Caja Badajoz en Don Benito.
La renta agraria en 2018 mejoró un 6,6 %, junto con la producción del sector, que creció un 3,3.
Tres datos que ponen en valor la importancia de agricultura y la ganadería en la región, ha apuntado la consejera, puesto que “no hay ningún motor socioeconómico como el que representa este sector en Extremadura”, por lo que ayuda a evitar la despoblación rural.
Apoyos desde la Junta
Entre los apoyos de la Junta de Extremadura para impulsarlo, García ha destacado que se ha agilizado y “batallado lo indecible” para adelantar el mayor cantidad posible del anticipo de las ayudas de la PAC.
Además de poner sobre la mesa cinco millones de euros en ayudas para mitigar los efectos de la sequía, entre otras medidas, ha valorado García.
Un motor económico “fundamental” que, pese a las dificultades e incertidumbres, “se muestra fuerte, sólido y con capacidad de seguir creciendo, generando riqueza y empleo”, ha subrayado la consejera.
En un sector que se ve muy afectado por la variabilidad del clima, el 2018 cerró con un aumento del 33 % en el cereal, gracias a las importantes lluvias de primavera y otoño, que mejoraron la productividad de los cultivos de secano.
Así lo refleja esta publicación, que se publica desde 1987 fruto de la colaboración de Caja de Badajoz con la Universidad de Extremadura, a través de dos de sus centros, la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales y la Escuela de Ingenierías Agrarias.
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