El precio del corcho extremeño se ha mantenido durante este 2016 a niveles similares con respecto al año pasado, debido principalmente a la cotización de las clases delgado y refugo, lo que contrasta con el aumento en los costes de producción.
Unos costes de producción que mantienen un crecimiento constante durante los últimos años, según explica el presidente del Cluster del Corcho de Extremadura-Asecor, Vicente Rodríguez.
Las variedades delgado y refugo se han mantenido en precios similares, y en algunos casos inferiores, respecto al año pasado, lo que hace que su cotización se encuentre en niveles de hace 10 años. El comportamiento de los precios en estas variedades es importante, pues pueden copar entre el 60 y el 70 por ciento del total extraído.
La cotización de estas clases está copada por muy pocas empresas, lo que provoca que los precios no suban pese a que debería haberlo hecho “hace ya algún tiempo”, pues en el resto de modalidades han subido.
Ante estas circunstancias, los precios se encuentran entre los 50 y los 120 euros el quintal castellano (46 kilos), según la calidad y modalidad del corcho.
El mantenimiento de los precios contrasta con los costes en el campo, lo que hace cada vez “más difícil” alcanzar una buena rentabilidad, ha indicado el Responsable del Cluster del Corcho de Extremadura-Asecor.
“En líneas generales, los precios están bajos para las producciones que se alcanzan en Extremadura y en relación a los costes”, ha dicho Rodríguez.
La situación de los precios hace por tanto que no se pueda hablar de una campaña plenamente positiva, ha dicho, pues la producción se ha comportado bien y se ha dispuesto de materia prima en la cantidad necesaria para cubrir las necesidades de las empresas.
En la actualidad hay stock, pero no en una cantidad importante, sino en los valores habituales de final de las campañas que son óptimas, lo que demuestra el interés de las empresas por el corcho extremeño, ha significado.
Rodríguez ha reconocido que la recuperación económica beneficia al corcho en unas fechas, las navideñas, donde los vinos o los cavas, entre otros productos, son muy consumidos en bares y celebraciones familiares.
De todas formas, las bodegas realizan sus previsiones de consumo meses antes de la llegada de las fechas navideñas, y en este sentido, la demanda de vino se esperaba “importante”.